Nunca fuiste mi novio oficial. Nunca fui tu novia oficial. Pero hicimos todo lo que las parejas hacen.
Chateamos sin parar, desde el momento en que nos despertábamos hasta el momento en que nos quedábamos dormidos. Me dijiste lo mucho que me echabas de menos cuando no estaba cerca y hasta planeaste días para verme en persona. Realmente hiciste un esfuerzo para involucrarme en tu vida.
Conocí a tus amigos, conocí a tus padres, conocí a tus mascotas. Conocí a todos los que te importaban y ellos deben haber sabido que había algo entre nosotros. Nunca fuiste tímido respecto a mantenerme cerca frente a ellos. Tu les dejabas claro que había algo entre nosotros.
Y cuando salíamos por nuestra cuenta, actuábamos como cualquier pareja actuaría. Nos sentábamos tan cerca, tan cerca que nuestros brazos y piernas se tocaban. Tu pasabas tu brazo alrededor de mis hombros. Y yo recostaba mi cabeza sobre tu pecho.
Nos abrazamos. Nos acurrucamos. Nos besamos.
Nos contamos el uno al otro secretos y hablamos de nuestros pasados. Nos abrimos el uno al otro de una manera que nunca me abriría a otra persona.
Cada vez que te necesité, tu estuviste ahí para mí. Contestaste mis chats sin hacerme esperar mucho. Apareciste sin cancelar en el último segundo. Me trataste como si realmente te importara.
Esa es la razón por la cual siempre pensé que terminaríamos saliendo oficialmente. Que eventualmente dejaríamos de ser casuales para comenzar a ser oficiales. Que todas esas historias que había oído acerca de casi las relaciones no se aplicaban a la nuestra.
Pero estaba equivocada. Tu nunca me quisiste de la forma en que yo te quise. Estuve demasiado ocupada esperando a que diésemos el siguiente paso para darme cuenta de que tú ya tenías todo lo que querías de mí.
Hicimos todo lo que los novios y las novias hacen, excepto comprometerse. Esa es la única diferencia entre ser una pareja y ser lo que demonios éramos.
Supongo que querías mantener tus opciones abiertas para el caso de que apareciera otra chica. O quizás ya tenías otras personas en tu vida. Tal vez hay algunas otras chicas por ahí que se sienten de la misma manera que yo, como si fueras básicamente nuestro novio sin la etiqueta.
Pero no me importa si no salimos oficialmente, si nunca le dijimos a nadie de nuestra relación en Facebook o si nunca acordamos ir en firme.
Yo aun voy a llamarte mi ex y no me voy a sentir extraña por cuán profundamente está roto mi corazón, porque llegamos a estar lo más cerca que dos personas pueden estar.
Tú fuiste básicamente mi novio. Simplemente no quisiste llamarme tu novia.