En 2019, quiero sentir amor verdadero.
Quiero sentir la paz interior. Y quiero que todas las cicatrices de mi alma se desvanezcan. Lucharé contra todo pensamiento de no poder hacer algo. Porque ya he tenido suficientes pensamientos negativos y eso no es algo que quiera seguir haciendo el próximo año.
Así que, 2019, aquí estoy, más fuerte que nunca, más bella que nunca y un año más inteligente.
He cambiado, pero me parece muy bien. Finalmente, aprendí a amarme a mí misma. Aprendí a respetarme a mí misma y a preocuparme menos por lo que los demás tienen que decir. No seré yo quien no se arriesgue porque piense que no puede manejarlos. En cambio, lo intentaré.
Intentaré hacer cosas que nunca antes había hecho y si fallo, seguramente aprenderé una lección de ello. Pero una cosa es segura: seguiré intentándolo hasta que llegue a donde quiera.
En 2019, dejo mi pasado donde pertenece.
No quiero pensar en los errores que cometí ni en cómo afectaron mi vida. En cambio, quiero centrarme en lo que tengo delante. No quiero ser duro conmigo mismo sólo porque no hice algo bien. No quiero sentirme mal por ello nunca más. Sólo quiero dejarlo pasar.
Hablando de dejar ir, quiero dejar ir algo más: toda la gente tóxica que hizo de mi vida un infierno.
No quiero tener ningún contacto con ellos porque amo mi vida y no quiero que la arruinen. No quiero escuchar chismes sobre otros porque seguramente lo harán sobre mí también. Sólo quiero estar lejos de ellos porque no tienen la energía positiva que yo anhelo. Dejaré ir a cualquiera que me haga pensar que no soy digno.
En 2019, quiero dejar de intentar ser alguien que no soy sólo para encajar.
No quiero ser alguien que la gente se moldee en la forma de su propio gusto. Esta vez, quiero ser el verdadero yo, aunque eso signifique que otros me darán la espalda. Hasta ahora he aprendido que es mejor estar solo que en malas compañías.
En 2019, aprenderé a respetarme más a mí mismo.
Haré lo que sea para llegar a donde quiera y pensaré en mí más que en los demás. Esta vez, me convertiré en una prioridad y no en una opción. Creo que ese es el camino a la felicidad y que llegaré tarde o temprano.
En 2019, aprenderé a no molestar mi cabeza con las opiniones de otras personas.
No dejaré que nadie afecte mi vida. Al final, soy yo quien sufrirá en esta piel, o seré feliz, dependiendo de la situación. Y esa es una buena razón para que otros me dejen en paz. No toleraré que la gente entre en mi vida para hacerme sentir triste. Si van a ser parte de mi vida, necesitan ganarse su lugar allí. De lo contrario, no tiene sentido.
En 2019, aprenderé a amarme a mí mismo de nuevo.
Me aceptaré a mí mismo con todos los pros y los contras. Porque ese soy yo y todas las cosas que me pasaron que me formaron en la persona que soy hoy. Me mostraré a mí mismo que no hay persona más valiosa que yo. Y cuando me dé cuenta de eso, empezaré a creer en ello también.
En 2019, me estoy centrando en mi historia.
No quiero ser un personaje secundario en la historia de otra persona. Esta vez, quiero ser la protagonista. Este año será especial porque me pondré en primer lugar. Me voy a elegir a mí mismo. Sólo voy a pensar positivamente. Voy a aceptarme como soy.
Y cuando regrese a finales de 2019, quiero decirme a mí mismo que este año fue el año en que algo cambió realmente.
Quiero saber que en ese año hice algunas metas nuevas que pude lograr. Quiero sentir que hice realidad algunos de mis deseos y que me puse en el buen camino para ser feliz de nuevo.
Quiero sentir que ese año fue todo lo que había estado buscando y que finalmente encontré la receta para una buena vida.
En ese año, quiero saber que finalmente me puse en primer lugar!