Todos tendemos a utilizar el término “amor” demasiado a la ligera. Puedes decir que estuviste enamorada muchas veces y que te rompieron el corazón otras tantas. Pero, ¿cuántas veces has amado realmente a alguien? ¿Cuántas veces has puesto la felicidad de otra persona por encima de la tuya? Todos tuvimos a esa persona especial, que afectó nuestras vidas y fue diferente a cualquier otra. Necesitaras tiempo para darte cuenta de que estar enamorada de alguien y amarlo de verdad, son dos sentimientos y conceptos completamente diferentes. Y te llevara aún más tiempo para darte cuenta y entender estas diferencias.
Alguien me dijo que cuando estás enamorado de alguien es por tu culpa y cuando lo amas es por su culpa. Cuando estás enamorado, te gusta cómo te hace sentir esa persona. Al principio del enamoramiento, disfrutas de las mariposas en el estómago y de la emoción. La sensación de estar enamorada a veces puede hacerte egoísta, posesiva e impulsiva. Anhelas tanto a esa persona, que es lo único en lo que puedes pensar. En ese punto, tu ego es frágil y quieres tener todo su tiempo y atención. Tus expectativas de él y de tu relación son todo menos reales. Percibes todo como un cuento de hadas y lo ves a través de gafas de sol con lentillas rosadas.
Amar a alguien es muy diferente, estás más interesada en las formas en las que haces sentir a esa persona. Su bienestar significa todo para ti. Quieres verle crecer tanto emocionalmente como en cualquier otro sentido. No le vez como a un ídolo, te das cuenta de que está lejos de ser perfecto, ves todos sus defectos y como es realmente. No te sientes fascinada por él, eres consciente de todas sus imperfecciones, pero lo amas tal cual, y no cambiarías nada de él, incluso si tuvieras la oportunidad.
Cuando estás enamorada, quieres cambiar algunas cosas de la otra persona, quieres que se ajuste a tus estándares. Incluso lo comparas con otros chicos, con tus ex novios, o con tus amigos varones. Pero, cuando amas a una persona, sabes que es para ti. Amas todos sus defectos e imperfecciones, porque no sería el mismo sin ellos. No es perfecto, pero es perfecto para ti. No le amas a pesar de sus defectos, lo amas precisamente porque los tiene.
Compartes todo con la persona que amas y harías cualquier cosa por verlo feliz. Su dolor es tu dolor. Cuando está herido, estás herida. Conoces todos sus pensamientos más oscuros y estás familiarizada con todos sus demonios. Y lo amas, pase lo que pase. Lo has visto en su mejor y en su peor momento, y nada puede impedir que lo ames. No importa lo que haga, estás con él tanto para lo bueno como para lo malo. Cuando realmente amas a alguien, no hay nada que él pueda hacer que te haga dejar de hacerlo. Le cubres las espaldas y lo apoyas en todo. Lo empujas hacia adelante y le das esperanzas. Y crees en él cuando nadie lo hace, incluso cuando ni siquiera el cree en sí mismo.
Incluso si alguna vez dejas de estar enamorada de esta persona, siempre lo amarás. Es tu mejor amigo, tu familia. Después de algunos años, es perfectamente normal que la pasión se desvanezca y desaparezcan las mariposas. Esto suele ser un punto de ruptura para muchas parejas, es cuando se distancian entre sí, ven su relación más como un hábito y finalmente se separan. Si experimentaste algo similar en el pasado, lo que tenías no era amor, solo estuvisteis enamorados.
Recuerda, el amor sincero y verdadero no te da la sensación de emoción. Cuando estás enamorada, todos tus sentidos están al nivel máximo y sientes que estás en la cima del mundo. Pero, el amor es el sentimiento totalmente opuesto. El amor te hace sentir tranquila, segura y protegida. El amor es lo que queda después de que la sensación de estar enamorada se desvanece.