Puede que no sea el tema más fácil de abordar, pero algunas cosas hay que hacerlas.
La única razón por la que dudo en escribir sobre esto es que creo que no tienes por qué tolerar ningún tipo de manipulación. Hay que alejarse a la primera señal.
Sin embargo, sé que hace falta valor y mucha energía para hacerlo, y en momentos concretos ni siquiera tenemos fuerzas para realizar las tareas cotidianas más sencillas.
Yo he pasado por eso, y tardé un tiempo en darme cuenta de lo que estaba pasando.
Al principio, estaba segura de que hacía lo mejor para mí, para los dos. Poco sabía de sus pensamientos maliciosos y de las horribles razones que había detrás de sus acciones.
El hombre con el que pensé que pasaría el resto de mi vida me estaba manipulando y yo no era consciente de ello.
Cuando por fin abrí los ojos, necesité encontrar la manera de lidiar con todo lo que estaba pasando, hasta que huí del horror en el que me encontraba.
Puesto que estás aquí leyendo esto, probablemente significa que necesitas el mismo consejo. Con gusto compartiré contigo lo que me ayudó en esos momentos.
1. Deja de dudar de tu propia experiencia
En primer lugar, deja de dudar de tu propia experiencia. No dejes que te juegue malas pasadas y, por favor, no permitas que distorsione tu imagen de la realidad.
Tú sabes lo que pasa y no mereces que te trate así. No dejes que te afecte por mucho que intente confundirte.
Repítete a ti misma que sólo intenta manipularte y no creas en absoluto sus palabras. Si intenta provocarte, intenta mantener la calma. Eso le confundirá y pronto no sabrá qué hacer, así que te dejará en paz.
Además, intenta evitar los conflictos en la medida de lo posible. Así tendrá menos oportunidades de utilizar sus técnicas de manipulación.
Asegúrate de que confías en tus instintos cuando te adviertan sobre él y su comportamiento. Esto te ayudará a actuar correctamente y a tiempo antes de que vuelva a ponerte entre sus garras.
2. Síguele el juego sólo para reírte
Tienes ventaja sobre él, ya sabes lo que va a hacer. Intentará utilizar la luz de gas, la triangulación, la evasión, el bombardeo amoroso… lo que se te ocurra. Seguro que ya has pasado por todas ellas.
Sea cual sea la técnica que utilice para manipularte, síguele la corriente. Déjate llevar y sigue las reglas tal y como él las establece, simplemente para reírte después.
Creerá firmemente que, una vez más, te has tragado su historia, lo cual es totalmente falso.
Después de un tiempo, has aprendido todas las formas en las que intentará manipularte y se ha vuelto predecible.
Por eso, es bastante fácil “seguirle la corriente” y luego reírse de lo que ha dicho. Pero psst, no dejes que se dé cuenta de eso.
3. Encuentra tu sistema de apoyo
Nadie más que vosotros dos sabe lo que pasa detrás de vuestras cuatro paredes. Se hace el simpático cuando estás rodeado de gente, lo que hace aún más difícil pedir ayuda a alguien porque a sus ojos “él es perfecto”.
Por eso necesitas encontrar tu sistema de apoyo. Suelen ser las personas más cercanas a ti, como tus familiares o mejores amigos, que conocen toda la historia.
Son los que él intentará mantener alejados de ti porque está seguro de que te ayudarán a encontrar la salida de esa relación tóxica.
Tu sistema de apoyo no se irá de tu lado pase lo que pase, y esas personas nunca creerán sus palabras.
Siempre te cubrirán las espaldas en los momentos que más lo necesites y estarán ahí para reírse contigo después de que le hayas jugado alguna mala pasada.
4. Si te desencadenas con facilidad, no te metas en situaciones de riesgo
Si te desencadenas con facilidad, intenta evitar las situaciones de alto riesgo. Por ejemplo, si sabes que ciertos temas le hacen jugar con tus inseguridades, no los menciones.
Tú también te desencadenarás y eso no es bueno cuando estás tratando con un manipulador.
Sólo te debilitarás y él aprovechará la oportunidad para seguir lastimándote aún más. Y zas, vuelves a estar bajo su control y tienes que volver a jugar con sus reglas.
Las situaciones de alto riesgo ayudan a desarrollar mecanismos de afrontamiento poco saludables y pueden conducir fácilmente a la ansiedad y la depresión.
No hace falta que mencione que volverás a quedar atrapada en el bucle y que será aún más difícil salir de esta relación.
Perderás la autoestima y la confianza en los demás porque acabarás creyendo de nuevo sus palabras. Por eso, si puedes, distánciate emocional y físicamente de tu maltratador.
5. Deja de encubrirle
Es hora de dejar de encubrirle y llamar a las cosas por su nombre. Te está manipulando y haciendo daño intencionadamente. Tienes que admitirlo ante ti misma y debes hablar de ello.
En primer lugar, acércate a las personas en las que más confías para que te ayuden a sobrellevar toda la situación.
Deja de inventar excusas para faltar a las noches de chicas o de encontrar esas razones irracionales para saltarte las cenas familiares.
Cuando tengas la energía y el valor suficientes para dejarle y escapar de sus garras tóxicas, haz oír tu voz.
Quizá animes a más mujeres a elegir por sí mismas y a deshacerse por fin también de sus maltratadores.
Un manipulador no tiene por qué ser necesariamente tu novio o tu marido. Puede ser cualquiera de tu entorno, incluso tus padres, hermanos, compañeros de trabajo…
Por eso hay que hablar más de este tema, así que, habla.