Skip to Content

UNA CARTA A LA CHICA QUE SIEMPRE ACABA SIENDO LA SEGUNDA OPCIÓN

UNA CARTA A LA CHICA QUE SIEMPRE ACABA SIENDO LA SEGUNDA OPCIÓN

Hola preciosa,

Sé que no te gusta estar aquí ahora, pero tu buen corazón te trajo aquí. Siempre fuiste la que no podía decir ‘no’ a la gente y si se lo decías, no te sentías bien. Te sentías culpable por no ayudarles.

Pero déjame preguntarte algo: ¿te han ayudado alguna vez? ¿Han estado alguna vez a tu lado mientras tu mundo se desmoronaba?

Supongo que no lo han hecho porque cada recuerdo de eso te hace llorar. ¿Y sabes qué es lo peor?

Eres un ser humano increíble con una hermosa personalidad y un corazón limpio y puro, dispuesto a ayudar a todos.

Y sabes que mereces ser la prioridad de alguien pero el caso es que nunca lo eres. Ya no sabes qué hacer o cómo actuar para conseguir el respeto que tanto anhelas.

Porque intentes lo que intentes, siempre acabas como una segunda opción, como una chica a la que los demás llaman sólo cuando les conviene.

UNA CARTA A LA CHICA QUE SIEMPRE ACABA SIENDO LA SEGUNDA OPCIÓN

Y lo malo de eso es que ni siquiera él te trataba de forma diferente. Era un hombre que te mantenía cerca sólo porque le convenía. Piénsalo: ¿te llamó tuya aquella noche que se acostó contigo?

¿Te mostró al mundo porque lo querías? Sé que no lo hizo y también sé que te rompió el corazón.

Sé que fingías estar bien, pero todo tu mundo se estaba desmoronando. Te morías por dentro, preguntándote por qué siempre te tenían que pasar cosas así.

No sabías qué habías hecho para merecer un trato así. Pues bien, yo te lo diré. Fuiste demasiado buena con él y él sólo fue un imbécil que se aprovechó de eso.

Nunca te llamó novia pero siempre quiso beneficios de novio. Siempre te llamaba cuando el resto de sus amigos tenían mejores cosas que hacer que salir con él.

Siempre fuiste su segunda opción, una chica que siempre estaría ahí para hacerle sentir bien, para subirle el ego y decirle que era perfecto.

UNA CARTA A LA CHICA QUE SIEMPRE ACABA SIENDO LA SEGUNDA OPCIÓN

Pero nunca recibiste palabras así de él. Siempre te decía que tenías suerte de que estuviera contigo y que debías estar agradecida por ello. Y tú estabas de acuerdo, pensando que no podías encontrar un hombre mejor.

Todas tus esperanzas se hundieron con sus frías palabras que te cortaron como la espada más afilada. Te estaba haciendo daño, pero te mantuviste tranquila y paciente.

Pensaste que tal vez, poco a poco, cambiaría. Pero nunca lo hizo. Sabía una buena manera de engañar a una chica que estaba locamente enamorada de él y aprovechó esa oportunidad. Y tu solo dejaste que se apoderara de ti por tu corazón blando y puro.

Fuiste muy buena con él pero mala contigo misma. Creías en todo lo que decía, creías en cada mentira que salía de su boca.

Y ese fue tu primer error. El día que dejaste que te manipulara, le diste el control de tu vida. Lástima que fuera un mal hombre que se aprovechó de eso y te llevó por el camino equivocado.

En lugar de traer amor, felicidad y armonía a tu vida, trajo lágrimas, agonía y sufrimiento.

Y no sintió ningún remordimiento por hacerte eso. Te hizo todas esas cosas desagradables porque sabía que no te importaba nada tu vida.

UNA CARTA A LA CHICA QUE SIEMPRE ACABA SIENDO LA SEGUNDA OPCIÓN

Sabía que tenías una baja autoestima y que obedecerías todo lo que él dijera. Y eso es lo que hiciste todo este tiempo.

Le aguantaste a él y a sus acciones y te convenciste de que todo era amor y que otras parejas tenían los mismos problemas que tú. ¿Pero sabes qué? Se supone que el amor no debe doler, sino que debe curar.

Y en tu caso te llevó al límite, al lugar donde no tenías posibilidad de salvarte.

Y te empujaron a un abismo del que no podías escapar. Y ni siquiera te dio la mano para ayudarte a salir, sino que sonreía viéndote abajo, arrastrándote y buscando una salida.

Era un bastardo enfermo que sólo quería verte abajo, verte sufrir, sólo para sentirse mejor.

Esperabas que se compadeciera de ti, pero no lo hizo. Nunca lo hizo. Así que ahora que has tocado fondo con él, es hora de seguir adelante.

Por fin ha llegado el momento de ponerte a ti misma en primer lugar, porque eres un hermoso ser humano con una personalidad increíble, pero tienes que decir “no” a algunas personas. Nunca digas “sí” a alguien si eso significa decirte “no” a ti mismo.

UNA CARTA A LA CHICA QUE SIEMPRE ACABA SIENDO LA SEGUNDA OPCIÓN

Respétate a ti mismo para que los demás te sigan. Tienes que demostrar al mundo que te importa tu vida y que defiendes lo que quieres.

Tienes que hacer lo mismo con las relaciones amorosas. Un hombre que entre en tu vida tiene que demostrar que es digno de ti y entonces podréis desarrollar algo serio.

Por favor, nunca entregues tu corazón a alguien sólo para evitar estar solo. Deja que el amor llegue a ti a su propio ritmo y no presiones ni apures nada.

Sólo disfruta del momento, disfruta de las pequeñas cosas y nunca te dejes entristecer por un imbécil que sólo quiere aprovecharse de ti.

Porque te mereces más que eso. Te mereces ser feliz, que te quieran y te cuiden. Te mereces un hombre que te ponga una sonrisa en la cara, diciéndote que tiene mucha suerte de tenerte en su vida.

Ya ves, no te mereces a alguien que vuelva. Te mereces a alguien que nunca se aleja.

Te mereces un hombre que te dé todo su amor y sea feliz porque se lo está dando a la mejor mujer que ha conocido.

¡Cariño, te mereces a alguien que te haga nada menos que una PRIORIDAD!