Ella no es como cualquier otra chica a la que persigues. Es más bien una mariposa. Si la metes en una jaula, le quitarás su libertad. Pero si la dejas volar, no podrás detenerla.
La única manera de conservarla es seguir persiguiéndola aunque ya sea tuya. A esta chica, al igual que a una mariposa, le gusta vivir una vida colorida.
Si no le prestas atención o no la haces sentir apreciada, huirá hacia otra persona. Pero no la confundas con que está necesitada.
Entiende que su naturaleza salvaje no le permite aguantar menos. Sabe lo que vale, y si percibe que la das por sentada, desplegará sus alas al instante y se irá volando hacia donde nunca la vuelvas a encontrar.
Si quieres conservarla, trátala como si aún estuvieras intentando conquistarla.
No pienses que una vez que la hayas atrapado, será tuya para siempre.
Si tu intención es conservarla, esfuérzate por hacerla sentir especial en los días que están por venir. Vuelve a ganarte su amor y será la mejor chica que hayas tenido nunca.

Aunque sepas que es tuya, eso no hace que no esté disponible para los demás.
Demuéstrale que te importa.
Abrázala cuando menos lo espere. Cómprale algo bonito que te recuerde a ella, y su corazón se derretirá de alegría.
Muéstrale tu lado amable y no temas compartir tus miedos más profundos. Trátala cada día como si la acabaras de conocer.
No creas que lo sabes todo sobre ella porque no es así. Su sonrisa esconde los más profundos y dulces secretos que estás a punto de descubrir.
Sólo tienes que demostrarle que te interesa lo que tiene que decir.
Presta atención incluso cuando te rechace.
No la dejes nunca sola cuando te lo diga. Es precisamente cuando más te necesita.

Es demasiado testaruda para admitir que ella también puede sentirse mal. Bésala y dile lo hermosa que es de adentro hacia afuera.
Abrázala aunque empiece a apartarte. Dile que todo irá bien y que no está sola.
Si quieres conservarla, dile que no tiene que esforzarse porque ya es perfecta tal y como es.
Sorpréndela.
Sorpréndela como lo hacías cuando acababais de empezar a salir. Envíale una rosa cuando estés en el trabajo para demostrarle lo mucho que la echas de menos.
No pienses que una vez que te has ganado su atención, no tienes que molestarte en mantenerla.
Tienes que seguir sorprendiéndola para que se sienta entretenida y alimentada.
Si no luchas por su atención, la harás sentir abandonada y la perderás. Sé creativo en todo lo que hagas, y ella reconocerá tu esfuerzo.

Trátala con respeto, incluso en los momentos más difíciles.
Si la tratas con respeto incluso cuando cree que no se lo merece, se quedará.
Es fácil respetar a alguien por algo bueno que ha hecho, pero hace falta ser un hombre de verdad para tratar a alguien con respeto incluso cuando sabe que esa persona no tiene razón.
Si te dice algo insultante, dile lo mucho que la quieres y que sabes que sólo está cansada.
No pienses que si pasa algo malo, debes dejar de luchar por ella inmediatamente. Si quieres conservarla, busca la manera de entender sus dos lados y no sólo el bueno.
Si quieres conservarla, dile lo mucho que la quieres.
No pierdas nunca la oportunidad de desearle buenas noches y decirle lo mucho que la quieres.
No pienses que una vez que lo hayas dicho, ella sabrá que es así. Nunca hay que exagerar. No dejes pasar ni un día para demostrarle tu afecto, y ella se quedará.
Si quieres quedarte con ella, lucha mucho por ella porque si no lo haces, que sepas que otra persona seguramente lo hará.