Estoy aprendiendo poco a poco que la energía que se necesita para reaccionar ante cada cosa mala que te sucede, te drena y te impide ver las otras cosas buenas de la vida. Estoy aprendiendo que no le voy a caer bien a todo el mundo y que no podré hacer que todos me traten de la manera que yo quiero y eso es algo bueno. Estoy aprendiendo poco a poco que, esforzarse tanto para ‘ganar‘ a alguien es solo una pérdida de tiempo y energía y que eso te llena solo de vacío.
Estoy aprendiendo poco a poco que, no reaccionar no significa que estoy de acuerdo con las cosas, solo significa que elijo estar por encima de todo eso. Estoy eligiendo tomar la lección que me han dado y aprender de ella. Estoy eligiendo ser mejor persona. Estoy eligiendo mi tranquilidad de espíritu porque eso es lo que realmente necesito. No necesito más dramas. No necesito gente que me haga sentir que no soy lo suficientemente buena. No necesito ni peleas, ni discusiones y tampoco amistades falsas. Estoy aprendiendo poco a poco que a veces con no decir nada, lo dices todo.
Estoy aprendiendo poco a poco que, reaccionar ante las cosas que te molestan le da a alguien más poder sobre tus emociones. No puedes controlar lo que otros hacen, pero puedes controlar cómo respondes, cómo lo manejas, cómo lo percibes y cuánto de eso quieres tomarlo como algo personal. Aprendo poco a poco que la mayoría de las veces estas situaciones no dicen nada sobre ti y mucho sobre la otra persona. Que tal vez todas estas desilusiones están ahí para enseñarnos a amarnos a nosotros mismos porque esa será la armadura y el escudo que necesitamos contra las personas que intentan derribarnos. Nos salvarán cuando las personas intentaran sacudir nuestra confianza o cuando trataran de hacernos sentir sin valor.
Estoy aprendiendo poco a poco que incluso si reacciono, no cambiará nada. No hará que la gente de repente me ame y me respete y no cambiará mágicamente su manera de pensar. A veces es mejor dejar las cosas como están, no luchar para finalizarlas, dejar que la gente se vaya, no pedir explicaciones, no perseguir respuestas y no esperar que la gente entienda de dónde vienes. Poco a poco estoy aprendiendo que la vida se vive mejor cuando no te centras en lo que pasa a tu alrededor y te centras en lo que pasa en tu interior. Trabaja en ti misma y en tu paz interior y te darás cuenta de que no reaccionar ante cada pequeña cosa que te molesta es el primer ingrediente para vivir una vida feliz y saludable.