No sé cómo describir la forma en que tu presencia en mi vida me hace una mejor versión de mí misma.
No sé cómo encontrar las palabras para explicar el amor que te tengo.
Cómo decirte cada razón que tengo para amarte.
En un mundo de plena confusión y caos, tú eres lo único que tiene sentido.
Te rechacé al principio, pero luego me enamoré de ti.
Y ahora, mi amor por ti es incondicional. Mi amor por ti es eterno.
Te amo porque solo tú me puedes hacer sentir así.
Te amo porque debo amarte.
Porque conoces mis temores y me apoyas.
Porque conoces mis secretos.
Te amo porque crees en mí incluso cuando yo dudo de mí misma.
Porque tú sabes cómo me siento con solo mirarme.
Porque si algo anda mal, lo dices con una sola palabra.
Te amo porque me conoces mejor de lo que yo me conozco.
Porque conoces mi pasado y lo aceptas.
Te amo por aceptar cada uno de mis defectos y construir mis fortalezas.
Te amo porque estás a mi lado, incluso cuando estamos separados.
Por nuestra capacidad de perdonarnos el uno al otro.
Te amo porque sabes cómo meterte bajo mi piel.
Porque secas mis lágrimas. Porque nunca las has causado.
Te amo porque me haces sonreír.
Porque me haces reír.
Te amo porque me haces sentir que soy la única chica en el mundo.
Porque me haces sentir especial. Me haces sentir la mujer más hermosa.
Te amo porque me respetas.
Porque me proteges.
Amo tu forma de amarme.
Por cada abrazo y cada beso que me das.
Te amo porque me entiendes.
Te amo por cada recuerdo. Por lo que eres. Por lo que somos. Y por lo que me haces. Para bien o para mal.
Todo lo que sé es que no quiero parar.