Seamos sinceros. Aunque estar soltero sea lo mejor, a veces puede resultar solitario.
A veces no deseas otra cosa que tener a alguien con quien acurrucarte, alguien que te pregunte cómo te ha ido el día y alguien que esté a tu lado cuando más lo necesites.
A veces, te cansas de tener que hacerlo todo sola y deseas tener un hombre con el que puedas contar.
Hay momentos en los que echas de menos sentir mariposas en el estómago y en los que piensas que darías cualquier cosa por un poco de pasión.
Momentos en los que anhelas la intimidad a todos los niveles y momentos en los que echas de menos tener un poco de romanticismo en tu vida.
Y sentirse así de vez en cuando es completamente natural.
Pero cuando llegan estos momentos, es crucial que recuerdes que una relación no es una cura para la soledad, especialmente una casi relación.

Cuando estos pensamientos pasen por tu cabeza, debes recordar que no tener a nadie a tu lado siempre es mejor que tener a alguien que entra y sale de tu vida cuando le apetece.
Es mejor que poner tu vida en pausa, esperando que algún tipo entre en razón y por fin se ponga las pilas.
No recibir un mensaje de buenos días ni de buenas noches siempre es mejor que esperar desesperadamente y desear recibirlos. Es mejor que pasarse unos días enviando mensajes de texto a un tipo que a la semana siguiente te hace de fantasma, sin decir ni una palabra.
Estar sola en casa un sábado por la noche es mejor que quedarse dormida con el teléfono en la mano, sólo porque ese gilipollas ni siquiera se molestó en cancelar los planes que teníais y decidió dejarte colgada, sin una explicación adecuada.
Es mejor que rechazar las invitaciones de tus amigos para salir porque esperas que te llame en el último momento.
Coquetear o incluso salir con chicos hasta encontrar al adecuado es siempre mucho mejor que actuar como si estuvieras cogida, aunque no estés segura de tu estado sentimental.
Es mejor que ser la única comprometida, mientras que en el fondo, sabes que tu casi novio vive la vida de un soltero.
No tener nada de sexo es mejor que ser la chica de compañía de alguien. Es mejor que mentirte a ti misma diciendo que él quiere algo más que sexo, cuando tú sabes muy bien la verdad.
Estar caliente todo el tiempo es mejor que amar a alguien que sólo quiere acostarse contigo.

Estar aburrido siempre es mejor que desperdiciar toda tu energía y tiempo en tratar de descifrar las señales mixtas de alguien y tratar de leer entre líneas. Es mejor que tener a alguien que juegue con tu corazón y tu mente.
Dormir plácidamente por la noche es mejor que recibir su llamada borracha en la que te dice todo lo que quieres oír.
Es mejor que ser consciente de que se ha acordado de ti sólo porque no ha podido ligar con nadie esa noche y porque se le han acabado las demás opciones.
No conseguir ninguna atención es mejor que tener que mendigar las migas de pan del amor y el afecto de un hombre. Es mejor que perseguir a alguien que claramente no quiere ser tuyo del todo.
No tener novio es siempre mejor que tener un casi novio. No estar en una relación es mejor que estar en una relación en la que sientes que estás sola.
Quererte a ti misma con todo el corazón es mejor que tener un hombre que te quiere sólo con la mitad de su corazón. Esforzarse por mejorar uno mismo es mejor que tratar de mantener a un hombre que nunca te dará nada a cambio.
Ponerte a ti misma en primer lugar es mejor que dar prioridad a un hombre que te trata como una segunda opción.
Así que, por favor, ni se te ocurra conformarte con una casi relación y un casi amor. No malgastes tu vida por un hombre que nunca saldrá contigo pero que acabará rompiendo tu corazón.
Por un hombre que te enjaulará con sus señales mixtas e inconsistencia pero que nunca te elegirá de verdad. Para un hombre que te engañará durante años sólo porque ama la forma en que tú lo amas.
Para un hombre que te tratará como un plan de respaldo y un último recurso y que te mantendrá cerca hasta que se canse de ti.
Porque te mereces mucho más. Y deberías esperar por ese más. Hasta que eso llegue, por favor, respétate lo suficiente como para seguir soltera.