“No era el elegido” es una frase tan simple pero puede hacerte sentir mil emociones dolorosas.
La lees y tu estómago se retuerce inmediatamente.
Tu mente vuelve a todas las cosas negativas que tuviste que pasar después de tu ruptura.
Lágrimas, tristeza y dolor, todo mezclado.
No había luz al final de tu túnel. Sólo la oscuridad se deslizó y no pudiste huir de ella.
El proceso de dejarlo ir es una de las cosas más difíciles que tienes que pasar después de una ruptura.
Te imaginas todo tu futuro con esta persona, crees de verdad que es él y luego todo se desmorona.
Las llamadas constantes se convierten en silencio, el apoyo se convierte en ignorar, y el amor se convierte en odio.
¿Cómo admites que no era él y que ahora tienes que dejar ir todos los recuerdos, deseos y planes?
¿Cómo aceptas la realidad de la situación cuando parece imposible?
Bueno, primero que nada, tienes que darte cuenta que esto no sucederá de la noche a la mañana.
Dejar ir siempre sucede en etapas. Lleva tiempo curarse y darse cuenta de que tienes que seguir adelante con tu vida.
Pasarás por mucho dolor y sufrimiento, pero una vez que llegues a tu destino final de felicidad, te alegrarás por cada experiencia que hayas pasado.
¿Pero cómo es dejar ir? ¿Qué se supone que tienes que pasar para curarte?
En primer lugar, negarás todo lo que te está pasando.
No verás la realidad tal como es. En cambio, la endulzarás, esperando que las cosas vuelvan a ser como antes.
Será imposible para ti admitir que tu relación ha terminado.
No serás capaz de decir, “Él no era el indicado para mí”. Dolerá demasiado.
En vez de eso, pondrán excusas y dirán que ustedes dos se han tomado un descanso.
Intentarán convencer a la gente que les rodea de que lo que tenían no ha terminado. Acabas de pulsar el botón de pausa.
Pero en realidad, en esta etapa, la única persona a la que intentas convencer es a ti.
Tú eres el que necesita tiempo para aceptar la verdad. Otras personas no tienen nada que ver con eso.
Así que, intentarás presentártela a ti mismo no como una ruptura sino como una solución temporal para mejorar la relación.
Aún así, no importa cuánto lo intentes, en el fondo, sabrás la verdad.
Después de la etapa de negación, te enfadarás.
De todas las personas del mundo, ¿por qué tú, en particular, tienes que sufrir? ¿Por qué Dios te eligió para pasar por el dolor?
Odiarás ver caras sonrientes porque habrás olvidado cómo debe ser tu cara con una sonrisa.
Te vas a la cama enfadado y te despiertas enfadado. Parece que nunca podrás encontrar la verdadera felicidad de nuevo porque ya no sabes cómo se siente.
Lo único que sientes es rabia por tener que pasar por algo que nunca fue parte de tu plan.
Entonces, un atisbo de esperanza aparecerá en tu corazón. ¿Y si te dejara sólo para arreglar las cosas en su vida?
Tal vez regrese.
¿Y si cambia su decisión y te llama en medio de la noche?
Le darías una oportunidad y se la merece, ¿verdad?
¿Y si le perdonas por haberte hecho daño? Las cosas podrían funcionar.
Os queréis el uno al otro y quizá él sea el adecuado para ti.
¿Y si, y si, y si?
En esta etapa, puedes fácilmente tropezarte y llamarlo, pero lo más importante es darse cuenta de que nada cambiará si los dos vuelven a estar juntos.
Las cosas pueden parecer bien al principio, pero con el tiempo, todo volverá a ser como antes.
Empezaréis a pelearos de nuevo, os evitaréis el uno al otro, o uno de vosotros hará trampas.
Haréis todo lo que ya habéis hecho la primera vez.
Cuando te des cuenta, pasarás a la siguiente etapa: la depresión. Serás consciente de la situación y no te gustará cómo se siente.
Sentirás el dolor y querrás que las cosas terminen. Para detener el sufrimiento y seguir adelante.
Sin embargo, no sucederá hasta que te des cuenta de que la realidad es que tienes que dejarte llevar y admitir que tu Príncipe Azul no era real.
Él sólo pretendía ser el indicado para ti y no hay nada que puedas hacer al respecto.
Sentirás que la tristeza se está apoderando de tu cuerpo pero necesitas luchar y ganar la batalla. ¡No hay otra manera de escapar del dolor!
Finalmente, podrás aceptar la realidad.
Ustedes dos se separaron; él no era el indicado para ti y tú seguirás adelante.
Puede que sea lo más difícil de conseguir, pero es la única manera de que te sientas en paz.
Mucha gente entrará en tu vida, pero tienes que entender cuándo es el momento adecuado para dejarlos ir.
Tienes que pasar por todas estas etapas si quieres dejar ir con éxito a alguien que no era para ti.
No será fácil, pero valdrá la pena luchar.
Te darás cuenta de lo increíble que se siente cuando cierras un capítulo de tu vida y te abres a nuevas oportunidades.
Te alejarás del entorno gris y oscuro y dejarás que la luz brille a través de las ventanas de tu alma.
Cada vez que te encuentres en una situación similar en la que necesites soltarte pero se sienta imposible, recuerda que todo es parte del plan de convertirte en la mejor versión de ti mismo y encontrar tu verdadera felicidad.
Estos son sólo obstáculos que debes superar si quieres llegar a una posición en la que seas feliz.
Necesitas dejar ir a algunas personas para lograrlo.
Necesitas darte cuenta de que cuando encuentres al elegido, esta persecución y lucha terminará y finalmente te darás cuenta de por qué todos los anteriores necesitaban ser dejados en el pasado.