Ha estado por aquí tanto tiempo que la has dado por sentada. Pensaste que no importaba lo que dijeras o hicieras, ella estaría allí, porque siempre ha estado allí. Así que te permitiste tratarla mal. Te permitiste perderla.
¿Cómo no viste que ella valía la pena? ¿Cómo no te diste cuenta de que era el tipo de chica que se merecía el mundo porque le había dado la vuelta a su mundo por ti?
Ella te toleró más tiempo que cualquier otra persona, pero siempre fue diferente, por eso se quedó tanto tiempo. Siempre se las arregló para encontrar la esperanza donde nadie pensaría en buscar. Ella se las arregló para encontrar esperanza en ti cuando nadie pensó que quedaba algo. Se quedó incluso cuando le dijeron que se fuera. Se quedó incluso cuando le dijiste que se fuera.
Ella nunca quiso apartarse de tu lado. Nunca quiso dejarte en la estacada. No quería hacerlo, ni siquiera cuando la hacías sentir destrozada. Incluso cuando le dijiste que se fuera, se quedó. Y lo intentó. Y ella luchó por ti. Dios sabe cuánto lo intentó y cuánto luchó por ti, pero fue hasta que se dio cuenta de que no quedaba nada por lo que luchar y que, aunque ganara esa batalla, dejaría el anillo con las manos vacías. Ella nunca te habría atrapado al final.
Entiende que ella no te dejó. Tú la alejaste.
Porque no importaba lo diferente que pudiera haber sido, no importaba lo fuerte que fuera, se cansaba. Y toda la fuerza que tenía, la canalizó para que se fuera. Tú la empujaste y ella se fue aunque no quería.
No tienes idea de lo que has hecho.
No tienes idea del gran error que has cometido en la vida. Y la peor noticia para ti es que no hay nada en este mundo que puedas hacer para deshacerlo. Porque una vez que das por sentada a una chica como ella y la alejas y ella se va, no hay vuelta atrás.
Pero, un día, te despertarás y te golpeará.
Un día, después de que termines con todas esas chicas tontas con las que saliste, después de terminar de vivir una vida sin sentido, después de vagar por mucho tiempo y luego de decidir que es hora de tomarte en serio tu vida, te golpeará.
Un día te despertarás y la querrás de vuelta.
La vida te hará darte cuenta de lo que tuviste, de esa chica que intentaba ser perfecta para ti. Esa chica que no quería nada más que estar ahí para ti y amarte era la única manera de que supiera cómo hacerlo. Esa chica que valoraba tus defectos tanto como tus fortalezas. Esa chica por la que deberías haber luchado, pero elegiste dejarla ir.
Ese día puede que te levantes de la cama con entusiasmo y hagas un plan para ganártela. Ese día finalmente le darás sentido a tu vida vacía y ese día finalmente tendrás algo que esperar.
Pero para cuando sepas que ella es más que digna, habrá alguien a su lado que ya la ha malcriado con su atención y admiración. Ella tendrá a alguien que no la tomó por sentada, alguien que luchó por ella y no con ella. Deberías haber sabido que las chicas como ella no terminan solteras. Deberías haber sabido que hay tipos que están esperando a alguien especial como ella. Sería estúpido esperar que vaya a esperar a alguien que nunca la ha apreciado realmente.
Así que cuando la realidad te golpee, no intentes acercarte a ella.
No te molestes en decirle que ella es lo mejor que se te ha escapado de las manos o cómo aprecias todo lo que ella ha hecho por ti.
No la apreciaste cuando tuviste la oportunidad y ahora ella ha seguido adelante.
Llegas demasiado tarde.