Hay un hecho del que la mayoría de los hombres no tienen ni idea: Una mujer te deja emocionalmente antes de decirte que ha terminado contigo.
Cuando ella ve que su relación está luchando, ella dará su mejor esfuerzo para salvarlo. Pondrá todo su empeño y se centrará en todo aquello que pueda ayudar a arreglar las cosas.
Probablemente no te darás cuenta porque estarás ocupado con otras cosas más importantes que tu pareja, ¿verdad? Pero créeme, ella pondrá todo su empeño, esperando contra viento y marea marcar la diferencia.
Luchará por hacerte ver lo mucho que se esfuerza por salvar lo que tú tienes. Noches sin dormir y días pasados dándole vueltas a la cabeza: hará lo que haga falta para salvar vuestra relación.
Pero estará bien con todo ello porque realmente cree que puede ayudaros a los dos. Cree que, con un poco de esfuerzo, las cosas podrían volver a ser como al principio.
Pero con el paso del tiempo, se dará cuenta de que nada parece funcionar.
Mientras ella da todo lo que puede, tú desatiendes sus acciones y actúas como si nada hubiera pasado. No le das nada a cambio.
Los desacuerdos aumentan y decides dormir en otra habitación hasta que las cosas se solucionen.
Ella intenta hablar contigo y tú le dices que es demasiado sensible, tras lo cual te vas de casa. Le dices que volverás cuando se calme.
Cuando te dice que tienes que hacer algo con tu comportamiento, le das un poco de espacio, pensando que lo necesita. Pero créeme, eso es lo menos que necesita en este momento.
Y así, pedazo a pedazo, la estás perdiendo emocionalmente, sin darte cuenta. Estás poniendo su esfuerzo en un cubo de basura y cada vez que lo haces, un pedazo de su corazón se rompe.
Una vez que consigues destruir su corazón -el lugar donde te ha guardado todo este tiempo- también destruyes todo su amor por ti.
Lo rompes en pedazos y borras todos los sentimientos que alguna vez sintió por ti.
En ese momento, ella deja de esforzarse. Te tacha y pierdes toda posibilidad de arreglar vuestra relación.
Todavía no tienes ni idea de todos los pensamientos que están pasando por su cabeza.
Por fuera es la misma mujer de la que te enamoraste, pero por dentro es completamente diferente.
Al principio, te das cuenta de que está distante, pero te lo quitas de encima, convenciéndote de que todo va bien y de que actúa así porque está enfadada contigo por no haber fregado los platos.
Pobre de ti. No tienes ni idea de todo lo que se le está pasando por la cabeza ahora mismo.
Que no laves los platos es lo último en su lista ahora mismo.
En cambio, está pensando en ti, tratando de encontrar una razón para darte una oportunidad más. Un último intento antes de que se vaya.
Pero es incapaz de encontrarla.
¿Cómo podría ir en contra de sí misma y darte otra oportunidad cuando ni siquiera te has dado cuenta de todas las oportunidades que te ha dado antes?
¿Cómo va a tragarse su orgullo y ser ella la que luche por ti cuando tú nunca has movido un dedo por vuestra relación?
No, ella no puede hacer eso, y no lo hará. Ha terminado contigo, y no hay nada que pueda hacerla cambiar de opinión.
Este es – el punto donde ella te deja emocionalmente. Aunque todavía no tengas ni idea, la mujer con la que compartes una vida te acaba de dejar.
Sí, seguirá viviendo contigo durante algún tiempo, pero créeme, eso no cambia nada. La has perdido mental y emocionalmente, y esa es la peor forma de perder a alguien.
Una vez que eso sucede, todas las posibilidades de recuperarla se han esfumado. A partir de ahora, estás solo.
No pienses que porque no te haya dicho que te deja las cosas van bien entre vosotros.
Porque así no se siente «bien».
Paso a paso, ella se distanciará más. En un momento dado, una vez que resuelva el rompecabezas en su cabeza, te dirá que te deja. Te dirá que ya no puede más.
Ese es el momento en que decide dejarte también físicamente.
Pero hay un truco. Cuando te diga que quiere dejarte, tendrás miedo de perderla. Le suplicarás que se quede, prometiéndole el mundo.
Le dirás que cambiarás y que ella ha tenido razón todo este tiempo.
Más tiempo de calidad juntos, más comunicación, estar ahí para ella… le prometerás todas esas cosas, sin saber que ahora no puedes cambiar las cosas.
Tuviste tus oportunidades.
En los momentos en que ella te rogaba que hicieras algo, tú ignorabas sus palabras. En el momento en que ella te dijo que necesitabas cambiar, actuaste como si estuviera loca.
Esas fueron tus oportunidades de arreglar las cosas para poder volver a ser esa pareja feliz que erais al principio.
Pero ahora, después de que ella te haya dicho que ha terminado contigo, literalmente no hay nada que puedas hacer.
La mujer que está de pie frente a ti, diciéndote que está a punto de irse para siempre, no es la misma mujer de la que te enamoraste.
Esa hace tiempo que se fue por tu culpa. Fuiste tú quien la destruyó y la cambió para siempre.
Esta -la que te dice «debo irme»- es una versión cambiada de ella.
Porque en el momento en que te dejó emocionalmente fue cuando cambió para siempre.
Antes eras parte de su ADN, del latido de su corazón, del aire que respiraba. Ahora, sólo eres otra alma en un mundo lleno de extraños.
Eres un hombre por el que luchó y al que dio muchas oportunidades antes de decidir que ya era suficiente.
Así que, por favor, ni siquiera te molestes en pedirle que se quede. No te molestes ahora en colmarla de atenciones y regalos caros. Esas cosas no funcionarán.
Tuviste tus oportunidades y las desperdiciaste todas.
La diste por sentada pensando que siempre estaría ahí.
Pero a veces, incluso una mujer que te ama incondicionalmente se queda sin energía para luchar por ti.
Después de darte innumerables oportunidades, no encuentra fuerzas para darte una más.
Porque ya ha tenido suficiente y ha decidido que tiene que irse.
Así que, no lo olvides, una mujer te dejará emocionalmente mucho antes de decirte que ha terminado contigo.
Y en ese momento, no hay nada que puedas hacer para hacerla cambiar de opinión.