Eres un trabajo en progreso.
La vida es un trabajo duro en el que no debes rendirte. La vida puede ser abrumadora. Puede darte tantas sorpresas buenas y malas que tienes que manejar. Momentos como esos son los que te definen y te convierten en la persona que se supone que eres.
A veces te pierdes en ese lío. A veces la vida se vuelve demasiado, y no puedes reconocerte a ti mismo. Te preguntas por qué te están pasando ciertas cosas. Usted se pregunta: “¿Por qué yo?” Ni siquiera eres infeliz; simplemente no eres tú mismo.
Pero tu momento llegará. Volverás a brillar. Te lo prometo.
Sé que estás sufriendo, pero cuando mires hacia atrás a este mismo momento en el que te sientes así, verás que lo has superado. Te darás cuenta de que no fue gran cosa. Pero también sé que ahora duele como el demonio, y parece que nunca va a desaparecer. Lo hará; ya lo verás.
Hay una luz al final del túnel. Hay felicidad en tu horizonte. La risa sincera y una sonrisa genuina en tu rostro están a la vuelta de la esquina. Sólo hay que tener paciencia para llegar allí.
Cambiamos con cada nuevo día. Nuestro estado de ánimo cambia tan rápido que ni siquiera podemos entenderlo. Depende de la gente que te rodea.
¿Recuerdas cuando eras un niño? ¿Recuerdas lo feliz que eras? En ese entonces no tenías que preocuparte de que te rompieran el corazón o de tener un amigo que pensabas que te daría el mundo para que te diera la espalda de la noche a la mañana. Eras inocente y no te importaba nada en el mundo.
El mundo es un campo de batalla. Tienes que luchar para sobrevivir todos los días. Y junto con ello, tu estado de ánimo cambia con las situaciones en las que te encuentras. Pero eso no significa que te hayas perdido. Te has puesto una máscara que ni siquiera sabías que llevabas puesta, como todos nosotros.
Todos fingimos ser algo que no somos por el mundo en el que vivimos. Por la gente que conocemos. Por las cosas que queremos.
Todavía estás construyéndote a ti mismo. Como dije, eres un trabajo en progreso. Y esto continuará por el resto de tu vida. Porque con cada cosa que te pase, crecerás y cambiarás. Cuando te encuentras en un momento así, significa, lo creas o no, que estás cambiando para mejor.
La felicidad está a la vuelta de la esquina. Vas a ser más fuerte que nunca. Vas a ser la mejor versión de ti mismo.
Una vez que llegues a la siguiente etapa de la vida, vas a estar bien. Te prometo que lo harás.