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Una Carta A Todas Las Chicas Que Pensaban Que Ya Estarían Casadas

Una Carta A Todas Las Chicas Que Pensaban Que Ya Estarían Casadas

Oye tú, sé que debe ser duro ver a todas tus amigas casándose. Parece que cada vez que abres Instagram hay un nuevo compromiso, una boda o alguien anunciando su embarazo.

Da la sensación de que todas ellas están viviendo la vida de tus sueños y tú te quedas mirando sus fotos y deseando estar en su lugar.

No te preocupes. Aunque a veces parezca que estás sola, somos muchas las que luchamos con los mismos pensamientos.

Si le preguntaras a una versión más joven de mí misma dónde estaría hoy, mi respuesta sería completamente diferente de donde estoy en este momento.

Diría que estaría viviendo con mi marido, mis dos hijos y el perro más bonito del mundo. Pero mi vida actual no es así.

En lugar de eso, me paso el día trabajando, leyendo y saliendo con mis amigos. No hay nadie especial esperando a que vuelva a casa. Y no hay nadie que me desee buenos días o me ayude a lidiar con el estrés.

Una Carta A Todas Las Chicas Que Pensaban Que Ya Estarían Casadas

Nunca quise que las cosas fueran así. Mi mayor sueño era casarme y formar una familia en cuanto me licenciara. Pero ya hace un año de eso, y ni siquiera estoy saliendo con nadie.

Es esa época del año y tengo que asistir a una nueva boda casi cada semana. No me malinterpretes, quiero a mis amigos y me alegro mucho de que hayan encontrado a la persona adecuada. Pero a veces me gustaría ser yo.

Supongo que tú te sientes igual. Probablemente desearías que fuera tu boda a la que asistieran tus amigas. Te imaginas eligiendo el vestido de novia perfecto con tu mejor amiga. Decidiendo la fecha de la boda con tu prometida y planeando todos los pequeños detalles juntas.

Probablemente esperas con impaciencia ese tipo de estrés porque es todo lo que siempre has deseado.

Ya deberías estar casada, así que ¿por qué Dios no te deja conocer a alguien? ¿Dónde está tu verdadero amor? ¿No vales la pena?

Entiendo por lo que estás pasando ya que yo me siento igual. Todas esas preguntas tampoco salen de mi cabeza.

A veces hablo de ello con mis amigas, pero no quiero molestarlas mucho. La mayoría de ellas ya están casadas o tienen sus propios problemas, así que no quiero que se preocupen también por mí.

Pero, ¿cómo puedo deshacerme de la sensación de que no soy lo bastante buena para ser la mujer de alguien?

¿Cómo ignoro el hecho de que mi vida no va como la había planeado? ¿O cómo puedo sentirme bien conmigo misma cuando vuelvo a casa y no hay nadie para saludarme y preguntarme por mi día?

Pasé mucho tiempo sintiéndome así, pero un día leí algo y mi vida cambió por completo. Era una simple frase que me ayudó a encontrar la paz con mi vida actual y me dio la esperanza de que algún día tendría la vida que siempre había soñado.

Ahora quiero compartirlo contigo, porque estás aquí, y significa que estás lidiando con los mismos pensamientos que una vez tuve en mi mente.

Merece la pena esperar al amor verdadero, así que no tengas miedo si llega un poco tarde.

Cuando lo miras, parece una simple frase que una chica publicaría en su historia de Instagram. Pero para mí fue muy significativa.

Me enseñó que no pasa nada por ser la última de mi grupo de amigas en casarse. No significa que merezca menos la pena. Sólo significa que me llevará más tiempo encontrar a mi alma gemela. Pero nunca es una señal de que nunca la encontraré, aunque a veces pueda parecerlo.

Este breve dicho me ayudó a recordar que cada vez que quería algo y tenía que esperar por ello, eso lo hacía aún más especial. Toda esa espera me hacía desearlo aún más y, cuando por fin ocurría, era la persona más feliz del mundo.

Me di cuenta de que si algo llega tarde, no significa que no vaya a llegar. Tal vez se perdió o tomó un camino más largo porque no encontraba el camino correcto. Pero al final llegará y mis sueños se harán realidad.

Y me ha enseñado que, por muy difícil que sea, nunca debo rendirme. En lugar de eso, debo volver a sonreír, ponerme el vestido más bonito y disfrutar de mi vida y de todas las bodas que no son mías.

Ahora, las veo como una preparación para la mía, y no como si mis amigas se dieran el lujo que yo nunca tendré. Sé que llegará mi momento y lo espero pacientemente. Y ya no tengo miedo, porque “demasiado tarde” no existe.

Así que, querida niña, no estás sola. Sé cómo te sientes, pero quiero que sepas que no debes tener miedo. Tú lo vales. Y alguien ahí fuera lo sabe y está intentando llegar a ti y mostrarte lo que es realmente el amor de verdad.

Tal vez pensabas que ya estarías casada, pero es mejor esperar un poco más y conseguir al mejor marido del mundo que decirle “sí” a alguien que no vale la pena.

Por favor, ten en cuenta que merece la pena esperar cosas buenas y que están llegando a ti. Así que no renuncies a ellas. Aguanta un poco más y te prometo que vas a ser la novia más guapa que este mundo haya visto jamás.

Una Carta A Todas Las Chicas Que Pensaban Que Ya Estarían Casadas