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No Estás Loca, Tienes Derecho A Enfadarte Cuando No Te Envía Mensajes De Texto

No Estás Loca, Tienes Derecho A Enfadarte Cuando No Te Envía Mensajes De Texto

Puede que a algunas personas les parezca una tontería que te enfades porque no te envía mensajes de texto, pero estamos aquí para decirte que es completamente normal.

De hecho, mandar un mensaje es lo mínimo. En serio, se tarda un minuto en mandar un mensaje a alguien, ¿tan difícil puede ser?

Si no te ha mandado mensajes en todo el día sin darte ninguna explicación, es normal que te sientas frustrada.

Al fin y al cabo, tú estás ahí pensando en él, preguntándote por qué no te habla… ¿no estás tú también en su mente?

Un simple mensaje puede hacer maravillas. Demuestra que está pensando en ti y que le importas lo suficiente como para preguntarte por tu día.

Sin embargo, cuando no te envía ningún mensaje, empiezas a preguntarte si le importas lo suficiente como para interesarse por lo que has estado haciendo.

Además, esto puede ser un verdadero desencadenante para una persona que piensa demasiado.

Por tu cabeza empiezan a pasar todo tipo de preguntas. “¿Está bien?” “¿Estamos bien?” “¿Tiene a alguien más?” “¿Volveremos a hablar alguna vez?” “¿He hecho algo mal?” – La lista es interminable.

Te mereces algo mejor que pasarte el día preguntándote qué le pasa y por qué ha decidido no hablarte. Es normal sentirse frustrada.

Sin embargo, sentirse enfadada puede ser agotador. En lugar de dejar que tu cabeza se llene de rabia, aquí tienes otras cosas que puedes intentar hacer.

1. No saques conclusiones precipitadas ni pienses en situaciones que puedan perjudicarte.

No Estás Loca, Tienes Derecho A Enfadarte Cuando No Te Envía Mensajes De Texto

Vale, lo sé, es más fácil decirlo que hacerlo. Pero, en serio, intenta no inventarte escenarios falsos que sólo harán que te enfades aún más de lo que ya estás. No haces daño a nadie más que a ti mismo.

Después de todo, podría haber muchas razones por las que no pudo enviarte un mensaje de texto, y no tiene sentido intentar pensar en todas y cada una de ellas. ¿Qué te aporta eso? Absolutamente nada. Excepto estrés, ansiedad y una cantidad abrumadora de pensamientos.

Caerás en un círculo vicioso de preguntas y respuestas que te llevarán a hacer suposiciones. Encima, probablemente acabarás culpándote por su comportamiento, lo que también te traerá un sentimiento de culpa.

¡Esa no es forma de vivir una vida! Libérate de tus pensamientos. Deja que vayan y vengan. Si no te ha mandado un mensaje – es su decisión, y no tiene nada que ver contigo.

2. Intenta cambiar de perspectiva

Sí, es frustrante, pero eres tú quien lo está provocando. Cuando no te manda mensajes, eres tú la que está haciendo suposiciones que acaban enfadándote. Por eso, sería buena idea que intentaras cambiar tu forma de ver la situación.

No te ha enviado ningún mensaje, ¿y qué? Piensa en cómo te hace sentir. ¿No le estás dando demasiado poder sobre ti? Tu estado emocional no debería depender de alguien que acaba de entrar en tu vida.

En lugar de eso, cuando no recibas el mensaje que llevas esperando todo el día, pregúntate: ¿es éste el hombre que quieres a tu lado? Está claro que se le da fatal comunicarse y que tú eres una persona que piensa demasiado. ¿De verdad crees que haréis buena pareja?

Aléjate un poco de tus emociones y ve la situación tal y como es. Es alguien que no sabe comunicarse y que no te respeta lo suficiente como para dedicar unos minutos a mandarte un mensaje. Si fuera tu amiga la que estuviera pasando por esto, ¿qué le dirías?

Le dirías que, sencillamente, no es el hombre para ella y que debería pasar página. ¿Por qué no te das el mismo consejo a ti misma? No permitas que él tenga tanto control sobre tus emociones. Hay una alta probabilidad de que acabes de esquivar una bala aquí.

3. No pases demasiado tiempo esperándole

No Estás Loca, Tienes Derecho A Enfadarte Cuando No Te Envía Mensajes De Texto

Es hora de recuperar tu vida. Estás enfadada porque no te ha mandado ningún mensaje, y no pasa nada. Pero no te pases todo el día en la cama mirando el móvil esperando a que suene. Tienes cosas mejores que hacer.

No tengas miedo de que las cosas se acaben con él. Has tenido tu vida antes de él y la tendrás mucho después. Estresarte por perder a alguien porque ha decidido fantasmear contigo no te llevará a ninguna parte. Recuerda quién eres, sal de tu cama y demuestra al mundo quién manda.

No permitas que se interponga en tu vida cotidiana. Seguro que está disfrutando, ¿por qué no ibas a hacerlo tú? Si no se está estresando demasiado por ello, dale un empujoncito a tu ego y deja que haga su magia.

Nadie debería tener suficiente poder sobre ti como para perturbar tu paz, y menos alguien que ni siquiera es capaz de mandarte un mensaje y preguntarte por tu día. Elige con quién compartes tu energía y no pongas demasiada en relaciones unilaterales. Te mereces algo mejor que eso.

4. No le pidas explicaciones

Aunque siempre estoy a favor de enviar primero un mensaje de texto a alguien, porque todos somos adultos y no niños jugando, esta vez te aconsejo que no lo hagas. “Si quisiera, lo haría”, dijo una persona sabia, y yo digo amén.

Si le importaras lo suficiente, te daría una explicación de su comportamiento para que no acabes devanándote los sesos sobre lo que está pasando. Es su decisión y deberías dejarle vivir con ella. Te prometo que se arrepentirá. El silencio es la mejor venganza.

5. Apaga el teléfono

Mirar constantemente el móvil y esperar que aparezca una notificación puede ser agotador. De hecho, es probable que pases todo el día haciendo exactamente eso. No sólo te quita tiempo y no te deja hacer nada más, sino que además puede causarte aún más ansiedad.

Apaga el móvil, o al menos las notificaciones, y sal a dar un paseo. Respira aire fresco, despeja la mente y deja de mirar la pantalla. No estar concentrado en eso te ayudará a verlo desde otro ángulo, y seguro que te sentirás mucho mejor.