Algunas personas mantienen con éxito relaciones sanas, y parece como si hubieran nacido con un don especial. Otras luchan por encontrar al elegido y a menudo se quedan atascadas en una casi relación.
No son amigos, son más que eso, pero tampoco son pareja. Tengo que admitir que este sentimiento me resulta muy familiar.
Tener una casi relación me cambió en muchos aspectos, pero al final me preparó para la época más bonita de mi vida.
No, no podría cambiar a mi casi alguien, y él no es mi feliz para siempre. Sin embargo, me enseñó un par de cosas.
Estar en una casi relación me hizo darme cuenta de cómo no quiero que sea mi relación romántica, y me ayudó a mejorarme a mí misma.
Aprendí a hablar abiertamente de mis sentimientos y a escuchar a la otra persona compartir los suyos. Me di cuenta de por qué son importantes los límites y ahora sé detectar una bandera roja a la legua.
No importa lo insistente que seas y lo mucho que esperes que las cosas funcionen, eso no te ayudará a cambiar las cosas.
Así que, esto es lo que he aprendido de mi casi relación, y honestamente, esta es la razón por la que te quedas atascado en ellas. Deja de repetir el mismo patrón y cambia tu vida a mejor.
Esto es lo que te impide superar esa casi frontera, así que intenta trabajar en ello.
1. No estableces límites claros
Vale, empecemos por la más obvia. La razón por la que te quedas estancada en las relaciones casi es que no estableces límites claros. Le das demasiadas oportunidades cuando mete la pata.
Además, no reaccionas cuando algo te molesta, como cuando habla con otras mujeres o cuando no te ha mandado mensajes en todo el día.
Entiendo que eres una mujer fuerte e independiente, pero si quieres algo serio, tienes que trabajártelo y explicarle claramente tus necesidades.
Quizás estás esperando demasiado para tener “la charla” y no consigues definir lo que compartís antes de que él se canse de perseguirte.
En ese caso, en cierto modo le estás demostrando que es libre de hacer lo que quiera, y probablemente huirá en cuanto note que te quedas cerca.
2. Sigues ignorando las banderas rojas
Otra cosa que te está manteniendo en casi relaciones es el hecho de que estás ignorando las banderas rojas desde el principio.
No te preocupa en extremo si no te tiende la mano, o si tiene más tiempo para sus amigos, su familia y sus aficiones que para ti.
No te das cuenta de que no le interesa lo que pasa en tu vida, sino que más bien te utiliza para escuchar sus problemas.
Aunque sientas que eres la única que se esfuerza, te quedas porque esperas que cambie con el tiempo.
Puedo apostar a que no os comunicáis abiertamente y que en realidad no tienes ni idea de lo que pasa por su cabeza.
A veces se pone sentimental contigo y a veces actúa como si no te conociera (sobre todo cuando estáis en público).
Así que, si pudieras identificar a tu chico en algunas de estas cosas que he mencionado, estarías dejando de ver todas las banderas rojas que han estado ahí desde el principio. ¡Despierta, mujer!
3. Crees que puedes hacer que te quiera si te quedas el tiempo suficiente
Todos nosotros, románticos empedernidos, nos quedamos un poco más de lo previsto al menos una vez en la vida.
No porque tuviéramos que hacerlo, sino porque secretamente creíamos que le haríamos cambiar de opinión y por fin empezaría a darte el amor que te mereces.
Cariño, por favor, deja de creer que puedes hacer que te quiera si te quedas el tiempo suficiente. Los hombres suelen saber lo que quieren de ti en cuanto te ven, así que no te quedes a su lado si no muestra interés.
Cuando decides quedarte, sólo le estás dando múltiples oportunidades de manipularte y utilizarte a su antojo. No eres una de esas mujeres con baja autoestima que buscan desesperadamente el amor.
Sigue adelante y déjale en paz.
4. No sabes lo que quieres de una relación
Esta es un poco complicada. Si no sabes lo que quieres de una relación, hay muchas probabilidades de que te quedes atascada en una casi relación.
Tal vez aún no estés preparada para algo serio, o no tengas ni idea de cuál es tu tipo de chico.
Tal vez, te gustaría tener la mano de alguien a quien coger durante esas frías noches de invierno, pero al mismo tiempo, aprecias mucho tu libertad.
Supongo que te encantaría tener a alguien a tu lado cuando estás librando las batallas más duras de tu vida, pero eres lo suficientemente fuerte como para manejarlas tú solo.
Déjame que te diga algo. Es posible tenerlo todo, siempre que sepas lo que quieres. Así que averígualo y háblalo con tu casi alguien.
Como le estás enviando señales contradictorias, el pobre no sabe si debe hacer un movimiento o no. Ayúdale un poco.
5. No eres lo suficientemente valiente para dejarlo ir
Por último, pero no menos importante, es que no eres lo suficientemente valiente para dejar ir tu casi relación. Se convirtió en tu zona de confort, un lugar donde puedes ser tú mismo sin miedo a ser juzgado.
Por fin alguien te aprecia por la persona que eres, y no hay ataduras. Es todo sol y arco iris hasta que llega el momento de hablar o distanciarte de él.
Dependiendo del resultado, esa puede ser la peor o la mejor decisión que tengas que tomar.
Si cambian las tornas y te das cuenta de que él no es la persona a la que hay que aferrarse, puede ser bastante difícil y desgarrador para ambos.
A veces, aferrarse duele más que soltarse. Tenlo en cuenta y decide qué es lo mejor para ti.