Llevas años soltera y, por mucho que creas que estás preparada para una relación, hay algo que te impide conocer a la persona adecuada.
Puedes echarle la culpa al lugar donde vives, a los hombres con los que tienes citas, a que el Universo no está de tu parte… pero, ¿y si la culpa la tienes tú?
A veces es difícil ver que eres tú la que se interpone en tu camino para encontrar a esa persona especial. Por eso, es hora de dejar las novelas románticas, coger un bolígrafo y empezar a escribir un diario.
Busca en tu interior y puede que descubras que eres la única que te está saboteando.
Sé que no es fácil darse cuenta de esto, y mucho menos aceptarlo. Pero, para encontrar a “la persona indicada”, primero tienes que empezar a trabajar en ti mismo, por muy tópico que suene.
Es fácil convertirse en tu propio enemigo, y puede que sea el más difícil de combatir.
Para ayudarte en tu camino hacia el autodescubrimiento, vamos a repasar algunas señales de que tus elecciones vitales pueden ser la razón por la que aún no has conocido a “la persona indicada”.
Si alguna de ellas te resulta familiar, ya sabes en qué tienes que trabajar primero.
1. No te expones
Para conocer a “la persona indicada”, tienes que empezar a esforzarte. Por mucho que te gustaría vivir en una de tus novelas románticas, tienes que aceptar que esto es la vida real.
Hay pocas posibilidades de que te encuentres con el amor de tu vida mientras haces la compra.
Sal más, únete a algún club de lectura, empieza a conocer gente nueva o incluso prueba a tener citas por Internet. Haz algo.
No puedes esperar conocer al “elegido” mientras pasas la mayor parte de tu tiempo libre en tu dormitorio.
No aparecerá por arte de magia en tu puerta, por mucho que te cuenten tus historias de Wattpad.
Ponte tu vestido favorito, llama a tu vieja amiga y sal con ella. Te garantizo que conocerás a alguien. Aunque no sea “el elegido”, al menos estás haciendo algo.
No te contengas a la hora de hablar con hombres que te resulten atractivos, y ten confianza cuando lo hagas.
Deshazte de todo escepticismo y prueba las citas online. No tiene por qué funcionar, pero al menos inténtalo. Desliza el dedo hacia la derecha sobre los chicos que te gusten y chatea con algunos de ellos.
Aumentará tu confianza, al menos, y estarás mucho más abierta a salir con alguien y encontrar al adecuado.
2. Tus expectativas son demasiado altas
Todos somos culpables de esto. Vemos tantas películas románticas y soñamos con relaciones de cuento de hadas que no queremos conformarnos con menos.
A veces me siento mal por los chicos que lo dan todo para hacernos felices, pero no podemos enamorarnos de ellos porque no los escribió Nicholas Sparks.
Hay que dar una oportunidad a la gente. Piensa en lo que buscas en una relación y pregúntate si estás esperando demasiado.
Es posible que hayas rechazado a muchos chicos que te habrían tratado bien sólo porque no podían cumplir los estándares locos que has establecido incluso antes de conocerlos.
Recuerda que ninguna relación es perfecta al principio. Si parece perfecta desde el primer momento, es probable que haya algo que no sepas.
Las relaciones sanas requieren tiempo, esfuerzo y mucho trabajo. No renuncies a un chico simplemente porque todavía os estáis conociendo y os estáis aburriendo.
No me malinterpretes, no hay nada malo en tener unos estándares altos, pero que sean razonables.
Quieres que te trate bien, que se lleve bien con tu familia y que te haga sentir querida.nPero tampoco esperes que haga lo imposible si tú no puedes dárselo.
3. Estás buscando en los lugares equivocados
Si buscas a alguien que esté preparado para una relación sana y duradera, dudamos que lo encuentres en un club… Algunas personas lo hacen, y no hay nada malo en ello, ¡bien por ellas! Pero es muy raro.
Además, si las discotecas no son lo tuyo, dudo que encuentres a un chico que te guste allí. Ve a sitios que te parezcan realmente interesantes y rodéate de gente que comparta tu misma pasión.
En poco tiempo, conocerás a más y más personas que comparten tus intereses, ¡y puede que tú también encuentres “al elegido”!
4. Rechazas la ayuda de tus amigos
Las citas no son tan malas como probablemente piensas. Si tu amiga conoce a alguien que cree que te va a gustar, ¡deja que te lo presente! No hay ninguna razón para que lo evites.
Aunque no te acabe gustando románticamente, lo más probable es que acabes teniendo un nuevo amigo.
Algunas personas son más sociables que otras, lo que significa que conocerán a más gente. Si tu amiga es así, quédate a su lado.
Es una forma estupenda de conocer gente nueva, e incluso puede que alguien te parezca lo suficientemente interesante como para tener una cita.
Nunca sabes lo que puede pasar, y nunca lo sabrás si no le das una oportunidad. Deja que tu amiga te organice una cita con ese chico del que lleva años hablando y a ver qué tal.
Sal de tu zona de confort al menos una noche, te prometo que no te arrepentirás.
5. Eres demasiado crítica contigo misma
Por desgracia, hay veces en las que pensamos tan mal de nosotros mismos que no vemos cómo podría querernos alguien.
Esa es la peor mentalidad que puedes tener, y te impedirá experimentar cosas increíbles, sean románticas o no.
Cuando te sorprendas teniendo estos pensamientos, elimínalos. Oblígate a pensar en positivo hasta que se convierta en algo natural.
Háblate a ti mismo del mismo modo que hablarías a las personas que quieres.
Al fin y al cabo, tú eres la única persona que está en tu cabeza las 24 horas del día, así que haz de ella un lugar agradable y rodéate de amor.