La ansiedad ante el abandono es sin duda uno de los peores enemigos de cualquier relación. Puede afectar a la percepción de tu relación y a tu comprensión de los sentimientos de tu pareja, y hacer que te sientas inseguro y poco querido en general.
El miedo al abandono (o el miedo a perder a un ser querido) suele tener su origen en algún tipo de trauma del pasado.
Puede estar causado por el divorcio de tus padres, la desafortunada muerte de uno de tus progenitores, ser adoptado o vivir en una casa de acogida, o no sentirte comprendido por tus seres más cercanos.
También puede deberse a sucesos más recientes, como haber sido engañado, haber salido con parejas narcisistas, emocionalmente inaccesibles y tóxicas, etcétera.
Sin embargo, aunque el miedo al abandono puede causarte dolor, también puede curarse o, al menos, controlarse. Para aprender a superar tus problemas de abandono, sigue leyendo.
1. Busca siempre relaciones seguras
Para superar el miedo al abandono, debes evitar relacionarte con personas que no estén disponibles emocionalmente.
Las parejas que no están dispuestas a conectar emocionalmente contigo sólo te descuidarán y abusarán de ti, y toda esa relación hará que te sientas más insegura y que tu miedo al abandono se dispare aún más.
Es crucial para tu bienestar que busques parejas que estén realmente interesadas en ti, que te quieran, te respeten y se preocupen por ti, y que estén dispuestas a trabajar en la relación que tenéis en marcha.
Las personas que necesitas en tu vida tienen que ser capaces de reconocer sus propios defectos y estar dispuestas a trabajar en ellos, al tiempo que comprenden y aceptan los tuyos, animándote a ser la mejor versión de ti mismo.
Este tipo de relaciones que entablas, románticas o no, te ayudarán a comprender que quedarte solo nunca es una opción.
No borrarán milagrosamente las cosas negativas y los conflictos, sino que te asegurarán que no tendrás que estar solo mientras te enfrentas a ellos.
Tu objetivo debe ser formar relaciones en las que te sientas seguro para ser vulnerable y en las que no te avergüences de ser tu auténtico yo.
2. Abandona todas las expectativas poco realistas que tienes de tu pareja
Los expertos afirman que las personas que luchan contra la ansiedad de abandono están, en su mayoría, intentando encontrar en su relación actual todas las cosas que nunca recibieron en la infancia.
Tienden a creer que el principal propósito de su pareja es satisfacer todas sus necesidades y deseos, por lo que buscan una protección total en la forma en que su pareja se comporta con ellos.
En este caso, cuando se produce un conflicto, las personas con ansiedad de abandono tienden a culpar a su pareja de todo, acusándola de los traumas emocionales que recibieron en el pasado, antes de que su pareja apareciera en escena.
Como tienen en tan alta estima a su pareja, la ven como la responsable tanto de su tristeza como de su felicidad. A sus ojos, su pareja es quien inevitablemente les salvará.
Es importante recordar que tu pareja no es responsable de tus sentimientos y traumas pasados. Sin duda puede ayudarte a afrontarlos, pero nunca se le debe culpar de ellos.
En última instancia, tienes que entender que tú eres la única responsable de ti misma y que los demás sólo están ahí para hacerte compañía. Tienes que cambiar la forma en que esperas que se satisfaga tu necesidad.
3. Trabaja para conseguir una responsabilidad emocional completa
Las personas que tienen problemas de abandono poseen este deseo innato de que se ocupen de ellas constantemente. Esto es completamente comprensible y, si usted siente lo mismo, nunca debe avergonzarse de ello.
Sin embargo, esta fuerte dependencia de un héroe personal que te salve distorsionará inevitablemente tu percepción de tu propia responsabilidad emocional.
Supongamos que tu pareja te ha dicho esta mañana que va a visitar a sus parientes en una ciudad cercana. Te ha advertido de que no estará disponible en su teléfono en todo el día porque se centrará en pasar el día con su familia y estar completamente presente.
Pasan las horas y no hay ningún mensaje suyo (como estaba previsto). Empiezas a ponerte un poco nerviosa, pero a medida que pasa el tiempo tu ansiedad empieza a intensificarse cada vez más.
Empiezas a preguntarte dónde está, por qué no te llama ni te manda mensajes y qué le pasa. Supones que te está engañando, que planea irse y que, en general, se lo está pasando genial con otra persona.
Cuando regresa de su viaje y se pone en contacto contigo, te enfrentas a él por todo lo que supones que ha estado haciendo. Pero pronto te tranquiliza y te asegura que no ha pasado nada y que en realidad ha estado con su familia todo el tiempo.
Entonces surge la pregunta: ¿Es realmente culpa suya que hayas decidido sacar conclusiones precipitadas?
Por supuesto que no. En situaciones como ésta, hay que detenerse antes de decidir montar un escándalo por nada. Tienes que calmarte y asumir toda la responsabilidad de tus emociones.
Recuerda: ¡tus sentimientos no se basan en la racionalidad! Sólo porque los sientas, aunque tus emociones sean válidas, no puedes actuar en consecuencia.
Tienes que sentarte contigo misma y encontrar al principal culpable de tu ansiedad, y no culpar a tu pareja de algo que ni siquiera se le ha ocurrido hacer.
4. Sé compasivo contigo mismo
Y por último, en el proceso de superar tus problemas de abandono, tienes que ser compasiva contigo misma. No puedes enfadarte por no progresar rápido y curarte antes. Tienes que darte tiempo.
Sé siempre amable contigo mismo. Nunca juzgues tus errores pasados o tu incapacidad actual para hacer o entender algo.
Los pensamientos negativos sólo te enviarán a una espiral descendente y potencialmente desembocarán en depresión.
Pensamientos como “Nunca seré lo bastante bueno”, “Mi pareja se merece a alguien mejor y más estable” o “Es difícil quererme” deben abandonarse por completo.
Sustitúyelas por afirmaciones alentadoras, como: “Soy digno del amor verdadero”, “Soy más que suficiente” o “Mi pareja puede ver todas mis buenas cualidades”.
Ser compasivo contigo mismo y darte la atención que nunca recibiste de niño puede llevarte, en última instancia, a superar por completo tus problemas de abandono.
En este camino, considera la posibilidad de ir a terapia, ya que puede ser de gran ayuda en tu proceso de curación.