Aceptar que la persona que significa todo para ti nunca tendrá una relación contigo es probablemente la tarea más difícil. ¿Cómo vas a olvidar a alguien que nunca fue tuyo?
Todos, al menos en algún momento de nuestras vidas, hemos luchado con esto. Todos hemos estado enamorados de alguien que solo nos veía como amigos o conocidos.
Imaginábamos nuestras citas ideales, paseos románticos por el parque, noches de cine y viajes a la playa.
No solo eso, sino que nos veíamos haciendo la cena juntos, bailando juntos bajo la lluvia, comiendo helado en nuestra cafetería favorita y siendo realmente felices juntos.
Pero vivir en un mundo de fantasía en el que nada de eso es cierto puede pasarnos factura. Podemos sentirnos desdichados y realmente devastados cuando nuestra pareja decide amar a alguien en lugar de a nosotros.
“¿Por qué la ha elegido a ella en vez de a mí? ¿Es mejor que yo? Seguro que es más guapa, más lista y más popular. No me extraña que nunca me viera como posible novia. Quiero decir, ¡mírame!”
Este monólogo interior que tenemos con nosotros mismos puede durar meses, a veces incluso años. Y puede acabar convirtiéndonos en nuestro peor enemigo.
Si te has encontrado en una situación parecida, lamentándote por no haber tenido nunca la oportunidad de salir con la persona que te gustaba, debes saber que no estás sola.
El dolor que sientes es real y normal, pero también puede aliviarse.
Para que por fin puedas seguir adelante con tu vida y dejar de estar obsesionada con él, lee estas líneas.
Lo primero es lo primero: ¡distanciarte de esa persona es imprescindible!
Lo primero que tienes que hacer es distanciarte de esa persona y cortar todo contacto con ella.
No importa si tenéis una buena amistad, o si es un colega muy simpático con el que te encanta pasar las pausas para comer juntos, el hecho de que estés perdidamente enamorada de él sólo te está causando dolor.
En innumerables ocasiones ha demostrado que no tiene ningún interés en salir contigo. Nunca ha captado tus sutiles (y las menos sutiles) indirectas. Nunca te ha invitado a salir. Es más, nunca te ha visto más que como una amiga.
Si estás esperando tu momento Jim y Pam, bueno… siento decírtelo, pero deberías dejarlo inmediatamente.
Las posibilidades de que surja un romance entre vosotros son muy bajas, y sólo estás perdiendo el tiempo esperando.
Así que lo mejor será que te distancies, al menos durante un tiempo, hasta que lo hayas superado y el hecho de verle (¡y pensar en él!) deje de ponerte triste y nostálgica por la relación que nunca existió.
Reconocer tus sentimientos y emociones es la clave para superarlo
En el proceso de asumir el hecho de que la persona que te gustaba nunca te vio como una posible pareja romántica, puedes sentirte enfadada y avergonzada.
Estos sentimientos son necesarios y totalmente comprensibles, pero también pueden estar impidiéndote recuperarte por completo y superarle.
Tienes que reconocer tu otro sentimiento, o mejor dicho, permitirte pasar por todas las etapas del duelo.
Tienes que permitirte llorar por ese hombre durante noches enteras para limpiar completamente tu alma.
Sigue recordándote a ti misma que está bien ser rechazada y sentirte triste por ello. Es una parte normal de la vida y básicamente nada que no puedas superar fácilmente.
Algo que puede ayudarte a procesar todas tus emociones y lograr una paz mental total es llevar un diario.
Si escribes todo lo que te pasa y plasmas todas tus emociones en un papel, podrás ver el panorama completo y darte cuenta de que esta situación en la que te encuentras no es el fin del mundo, sino más bien un nuevo comienzo para ti.
También puedes escribir una carta a la persona que te gusta sin intención de enviarla.
Esto puede parecer contraintuitivo, ya que el propósito de toda carta es ser enviada y leída por la persona a la que va dirigida.
Pero la carta a la persona que te gusta puede ser una forma de reconocer tus sentimientos y de poner punto final a tu relación.
Esa carta puede destruirse después o guardarse en algún lugar seguro, para recordarte todo lo que has pasado y todo a lo que has sobrevivido.
Si lo piensas bien, puedes guardarla y releerla años después, cuando tu futuro yo apenas recuerde lo que esa persona significó para ti hace tantos años.
Trabajar en tus propios objetivos y sueños puede ayudarte a olvidarte de todo
Mientras encuentras la mejor manera de afrontar tu desafortunada situación, lo mejor que puedes hacer es trabajar en tus propios objetivos y sueños.
Puede que sea lo último que quieras hacer, pero es muy importante para tu bienestar.
Sentarte a llorar por un hombre que nunca fue tuyo no te llevará a ninguna parte. Sólo conseguirás quedarte estancada en el mismo sitio durante demasiado tiempo.
Nunca deberías desear mirar atrás dentro de un año y darte cuenta de que tu único éxito ha sido tener dos días seguidos en los que no has llorado por él.
Te mereces un año lleno de logros diversos. Y trabajar para conseguirlo seguro que te distrae de pensar en tu enamoramiento.
Y por último, cuidar de ti misma y de tu salud mental tiene que ser tu máxima prioridad
Ser rechazada y nunca perseguida por un hombre que te gustaba y admirabas puede ser muy perjudicial para tu autoestima y tu salud mental en general.
Por lo tanto, tu principal objetivo tiene que ser tu propio bienestar.
Rodéate de personas que te quieran y se preocupen de verdad por ti. Hablar con ellas puede tener muchos beneficios para tu salud.
Pueden aumentar tu confianza, mostrarte lo increíble y merecedora del amor que eres y señalarte todos los defectos de tu enamorado que tú simplemente no eres capaz de ver.
Considera también la posibilidad de ir a terapia. Hablar con un profesional puede ayudarte a afrontar tu situación de la forma correcta.
El terapeuta puede ayudarte a descubrir al principal culpable de muchas de tus malas decisiones y contratiempos, lo que puede evitar tu próximo desengaño amoroso.
En definitiva, tú eres lo primero. Haz las cosas que te gustan, diviértete y sé amable contigo misma. Puede que no consiguieras al chico que querías, pero eso no significa que también tengas que perderte a ti misma.
Tú eres tu mayor fuente de amor. No lo olvides nunca.