Sentirse cómodo después de salir con alguien durante un largo periodo de tiempo es normal.
Sin embargo, ¿sabías que es posible sentirse demasiado cómodo con tu pareja y que, en realidad, no es lo mejor para vuestra relación?
Pues es incluso más común de lo que pensamos. El caso es que cuando llevas bastante tiempo saliendo con alguien, tu comportamiento tiende a cambiar.
La mayoría de las veces ni siquiera lo notarás, pero tu pareja definitivamente sí y no le gustarán algunos de esos cambios.
Suena aterrador, pero eso es exactamente por lo que estamos aquí hoy. Es hora de aprender las malas señales más comunes de que te has puesto demasiado cómoda con él.
Si te reconoces, es probable que sea la razón por la que tu relación se siente rara en las últimas semanas.
1. No prestas atención a los modales
Los modales son una forma de mostrar respeto y consideración hacia los demás. Les prestamos mucha atención cuando intentamos impresionar a alguien.
Es porque sabemos lo importante que es comportarse correctamente.
Lo mejor de todo es que prestar atención a los modales puede mejorar tus relaciones con los demás.
Cuando utilizas buenos modales, demuestras que te preocupas por tu interlocutor y sus sentimientos. Y es una gran herramienta para fomentar la confianza y la cooperación en tus relaciones.
Por supuesto, no pasa nada si eructas de vez en cuando o haces otras cosas que no se consideran muy educadas.
Sin embargo, si de repente dejaste de prestar atención a cualquier cosa que hagas, va a ser una señal de que te acomodaste demasiado en la relación.
2. Se ignoran los límites personales
Los límites personales son esenciales en las relaciones porque te ayudarán a definir y proteger tu sentido del yo.
Existen para establecer lo que es aceptable e inaceptable en términos de espacio físico, emocional y mental, así como de comunicación.
Cuando se han establecido claramente los límites personales en una relación, se garantiza que ambos son tratados con respeto.
Así, cada uno tendrá autonomía y control sobre su propia vida, lo que constituye una gran base para construir una relación sana y feliz.
Si te dice que necesita un rato a solas, no debes sentarte en la habitación con él, presionándole para que hable contigo.
Estás interrumpiendo su paz y, si te ha pedido que no lo hagas, significa que no es muy partidario de que estés allí en ese momento.
Cuando no se respetan los límites personales, es fácil que surjan sentimientos de resentimiento, ira e incluso dolor.
Lo peor es que esto puede, más adelante, causar falta de confianza y muchos otros problemas en la relación.
3. Salir una vez cada dos por tres
Cuando se tiene una relación duradera, es habitual que las citas y las escapadas románticas empiecen a suceder una vez cada dos por tres.
Pero eso no es bueno para tu relación y es una de las mayores malas señales de que te estás acomodando demasiado.
Tener una cita es una forma importante de mantener la conexión y la intimidad en una relación duradera.
Como nuestra vida cotidiana puede ser bastante agitada, es fácil que las parejas se vean atrapadas por las exigencias del trabajo, la familia y otro tipo de responsabilidades. Entonces descuidan su relación.
Para recordaros la importancia de teneros el uno al otro en vuestras vidas, tenéis que planear citas más a menudo.
Os ayudarán a mantener viva la chispa e incluso os brindarán la oportunidad de probar cosas nuevas, vivir nuevas experiencias y realizar diferentes actividades que os gusten a los dos.
4. Ya no te importa tanto tu aspecto como antes
No tienes por qué parecerte a Marilyn Monroe las 24 horas del día, pero sigue siendo importante que te cuides.
A veces, cuando estamos en una relación duradera olvidamos lo importante que es cuidar nuestro aspecto. No sólo por nuestra pareja, sino por nosotros mismos.
No, no hace falta que lleves un bonito vestido negro y tacones altos a diario. Pero cosas tan sencillas como probar un peinado chulo o estrenar un conjunto nuevo siempre te ayudarán a sentirte mejor y te recordarán que eres una mujer despampanante.
No pienses que lo mejor de tu vida ha sido encontrar a un gran hombre como tu novio y que ya no necesitas prestar atención a tu aspecto.
Sigue siendo importante para los dos, para ti y para tu pareja, así que tenlo en cuenta la próxima vez que te olvides de lavarte los dientes o pienses en saltarte la ducha.
5. No te importa que tu pareja te vea en tu peor momento
Salir con alguien durante un largo periodo de tiempo significa que esa persona ha llegado a conocerte por completo.
Tu lado más dulce, así como tus momentos más oscuros. Sin embargo, eso no significa que no nos importe que nuestra pareja nos vea siempre en nuestro peor momento.
Por supuesto, todos tenemos momentos en los que sentimos que todo el mundo está en nuestra contra y no hay motivación para levantarse y hacer algo.
Sin embargo, ahora tienes a alguien que se preocupa por ti, así que no te ahogues en tu negatividad.
¿Recuerdas cómo te esforzaste por estar bien cuando empezasteis a salir porque no querías que te viera en tu peor momento? Haz lo mismo otra vez, ¡te ayudará a hacer un cambio!
6. Os dais el uno al otro por sentado
Cuando dos personas salen juntas durante mucho tiempo, empiezan a sentir que no hay nada que perder. Piensas que esa persona estará ahí para siempre, así que dejas de esforzarte.
¿Para qué molestarse si no van a ir a ninguna parte?
Bueno, sentirse cómodo con el otro es genial, pero hay que tener cuidado de no sentirse demasiado cómodo, ya que puede arruinar fácilmente lo que se ha estado construyendo durante tanto tiempo.
Nunca debes dejar de intentar impresionar a tu pareja, es la única forma de mantener viva la chispa. Y todos sabemos lo que ocurre cuando esa llama se apaga.