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Se necesita un hombre de verdad para amar a una mujer rota

Se necesita un hombre de verdad para amar a una mujer rota

Para ella, el amor parece un juego de poder y ella es la que lo entrega. Porque para ella el amor es algo por lo que vale la pena vivir y luchar. El amor es algo en lo que está dispuesta a perderse sin perderse ni un instante. La aterroriza hasta la muerte, pero lo haría cualquier día y a cualquier hora.

Puedes ver el miedo en sus ojos y escuchar el temblor en su voz, pero la fuerza de su amor y el calor de su pasión es lo que te hace caer de tus pies. Puedes ver que está asustada hasta los huesos y va a por ello de todas formas.

Ámala por el hecho de que está de pie mientras se está desmoronando por dentro. Por el hecho de que se levanta cada mañana, de cara al sol, mientras lucha con la oscuridad en su interior. Y por ser el puerto en el que puedes buscar seguridad.

Para ella, las palabras dulces son sólo un arma para atraer a alguien, sólo para romperlo. Para ella, el amor es tan dulce como aterrador. Y cada vez que alguien le promete amor, ella asiente con la cabeza, pero en el fondo la duda la está destrozando, advirtiéndole de otra ruptura que está por venir.

Los abrazos sólo están ahí para aliviar el dolor y hacerlo más difícil para ella una vez que te hayas ido. Porque deberías irte. Todos los demás lo hicieron, ¿por qué tú no?

Ámala por enfrentar sus miedos todos los días mientras ella te ama a ti. Ámala por derribar sus paredes para mostrarte que confía en ti. Ámala por el hecho de que es el corazón más feroz y gentil que existe. No la rota, sino la hermosa. Porque ella está mucho más que rota.

Para ella, la idea de no amarte es mucho más dolorosa que la idea de que te vayas. Porque conoce el dolor de no ser amada. Ella sabe que duele cuando das todo y recibes tan poco a cambio. Ella sabe cómo duele que la descuiden y cómo duele que le mientan.

Así que nunca, nunca, nunca jugará con tu confianza. Ella nunca te dejará en la oscuridad si puede ser la luz. Ella nunca te dejará en el frío si puede ser la llama.

Ámala por traer color a tu vida en blanco y negro y calor a las cuevas heladas de tu mente. Por poner una sonrisa en tu cara y tener una risa tan contagiosa que te quedas preguntándote si la tristeza existe a su lado.

Para ella, la ruptura es algo que esconde con una sonrisa. No es porque esté avergonzada, sino porque teme que te parezca demasiado. Tiene miedo de que veas a la mujer que una vez fue. La mujer que dejó que otros le quitaran su valor y su sonrisa. La mujer que confiaba en todos mantendría su corazón a salvo, igual que ella mantenía el de ellos.

Tiene miedo de que huyas porque no puedes curarla. Pero la cosa es que no tiene sentido arreglar algo que no necesita ser arreglado.

Ámala por el increíble mosaico de todas las batallas y victorias que ha tenido. Ámala por todo el dolor que sufrió con esa sonrisa que avergonzaría al sol. La amo por el hecho de que roto le queda bien.

Para ella, cada día es el último, así que no retiene nada. Porque esperar a la gente que nunca vino es lo que la mató al final. La esperanza en vano es lo que la destruyó. Y darle el corazón es lo que la rompió. Pero verá, ella vive cada día un día a la vez. Se entrega por completo cada segundo del día.

Cuando el dolor la atormenta, ella susurra: “Lo tenemos”. Cuando el miedo intenta retenerla, susurra: “Una vez más”. Y cuando los recuerdos la persiguen, grita: “Hoy no”. Estar roto es parte de ella y si la dejas por ello, no eres el verdadero hombre que se merece.

Ámala por ella. Respira con ella, llora con ella. Espera el amanecer junto a ella y aprecia cada segundo que pases con ella. Admiradla y miradla con admiración. Y si no estás listo para hacerlo, déjala ir. Para ella, ser liberada es mejor que estar encerrada en una jaula dorada sin amor. Si no estás listo para amarla a todas, déjala ir.