Sal con alguien que te envíe un mensaje de texto después de despediros por la noche, para asegurarse de que llegaste bien a casa.
Sal con alguien que te envíe un mensaje de texto después de pasar tiempo juntos para decirte que se sintió muy bien en tu compañía y que está ansioso por volver a verte.
Sal con alguien que te envíe un mensaje de texto cuando estés en una habitación llena de gente solo para decirte lo sexy que te ves.
Sal con alguien que te envíe un mensaje de texto durante los anuncios del programa que los dos estáis mirando para preguntarte qué piensas sobre la última escena.
Sal con alguien que te envíe un mensaje de texto cuando realmente no tenga nada que decir, pero solo quiere oír tu voz.
Sal con alguien que te envíe un mensaje de texto durante el almuerzo, aunque solo sea para decir que el trabajo ha sido una locura y que lamenta no haberte prestado mucha atención ese día.
Sal con alguien que te envíe buenos textos por la mañana, porque eres su primer pensamiento al abrir los ojos.
Sal con alguien que te envíe mensajes de texto de buenas noches, aunque estuvisteis en contacto todo el día.
Sal con alguien que te doble los mensajes si aún le queda algo por decirte, alguien que no tiene ningún reparo en hablarte y que se niega a jugar porque no tiene miedo de sus propios sentimientos.
Sal con a alguien que te hable cada vez que tenga ganas de hacerlo. Alguien que no se vuelva paranoico por parecer demasiado pegajoso, desesperado y apegado. Alguien que hace lo que quiere su corazón sin preocuparse por lo que puedan pensar los demás.
Sal con alguien que inicie conversaciones a cada rato para que no siempre seas tú la que tenga que comunicarse. Alguien que se asegura de que la relación no sea unilateral. Alguien que deja claro que estás en su mente, incluso cuando no estáis en la misma habitación.
Sal con alguien que responda a tus mensajes tan pronto como tenga la oportunidad y no a alguien que intencionadamente te haga esperar, que te deja colgada durante tres días seguidos antes de decidirse a darte una respuesta, que te ignora solo porque puede y que piensa que puede meterse con tus emociones.
Sal con alguien que te envíe mensajes de texto a media tarde, cuando estén completamente sobrios, no a alguien que espera hasta la medianoche para recordar que existes, o a alguien que solo te envía un mensaje de texto en el último momento para que vengas, o que solo te envía un mensaje de texto cuando necesita algo.
Sal con alguien que te envía mensajes de texto tanto con buenas como con malas noticias. Alguien que te envía mensajes de texto sobre todo y nada en absoluto. Alguien que te envía mensajes de texto solo para decirte cuánto te echa de menos y lo mucho que desea que estuvieras a su lado .
Sal con alguien que haga un esfuerzo real tanto por teléfono como cara a cara, alguien que nunca deja pasar un día sin hablarte porque ama tenerte en su mundo.