No envíe un tercer texto cuando no le responda las dos primeras veces.
No te vistas de gala para verle cuando no le importa lo que parezca a tu alrededor.
No le pidas que se quede el fin de semana cuando te canceló las últimas diez veces que se suponía que te encontrarías con él.
No le cuentes a todos tus amigos lo emocionado que estás de haberlo conocido cuando sus amigos nunca han escuchado tu nombre.
No pases todo tu tiempo pensando en él y toda tu energía esperando impresionarlo cuando él ni siquiera te aprecia.
No esperes a que cambie de opinión sobre ti cuando ya le hayas dado todo lo que tienes para ofrecer.
Nunca persigas a alguien que te trata como a una segunda opción. Alguien que ni siquiera se daría cuenta si te hubieras ido, porque están demasiado concentrados en sí mismos (o porque tienen demasiadas otras opciones para seguirles la pista).
Nunca persiga a alguien que escoge y escoge cuándo prestarle atención y cuándo retenerla.
Nunca persigas a alguien que coquetee contigo en privado, sino que actúes como si sólo fueras un amigo cuando hay otras personas alrededor.
Nunca persigas a alguien que estará ahí para ti cuando sea conveniente, pero que desaparecerá el resto del tiempo.
Nunca persigas a alguien que te ha mirado a los ojos y ha dicho que no está seguro de si está listo para una relación en este momento.
Nunca persigas a alguien que ha coqueteado con otras chicas justo en frente de tu cara.
Usted está destinado a ser más que una opción secundaria. Más que una por si acaso.
Nunca persigas a alguien que sólo hace planes contigo en el último segundo cuando no tiene nada mejor que hacer.
Nunca persigas a alguien que pone excusas en lugar de disculpas.
Nunca persigas a alguien que te hace poner todo el trabajo duro sin siquiera una vez iniciar una conversación o una cita o un texto.
Nunca persigas a alguien que mantiene aplicaciones de citas en su teléfono porque quiere seguir jugando en el campo.
Nunca persiga a alguien que se presente más tarde de lo que prometió porque no podría importarle menos hacerle esperar.
No deberías conformarte con alguien que piensa tan poco de ti. No debes someterte a ese tipo de dolor, porque mereces ser la primera prioridad de alguien y su primer pensamiento cada mañana.
Nunca persiga a alguien que mira fijamente su teléfono mientras usted está hablando.
Nunca persigas a alguien que sólo envía mensajes de texto después de medianoche.
Nunca persigas a alguien que sólo parece interesado cuando está borracho.
Nunca persigas a alguien que sólo te quiere por una cosa.
Nunca persigas a nadie. Punto. Porque deberías estar con alguien que te quiere tanto como tú. Alguien que se da cuenta de lo afortunado que es de haberte encontrado. Alguien que nunca huiría o evitaría ser atrapado.