“El silencio dice mucho”. Vamos a absorber este buen viejo dicho y pensar en él por un segundo.
“El silencio dice mucho” básicamente significa decir mucho al no decir nada. Pero cuando se trata de mujeres, la sociedad y especialmente los hombres, siempre han tenido una connotación equivocada de ello.
Creen que si una mujer guarda silencio, es porque es débil o sumisa. ¡Pero la verdadera verdad está muy lejos de eso!
Si una mujer guarda silencio, significa que ha sido demasiado fuerte durante demasiado tiempo.
Significa que ha estado luchando arduamente durante mucho tiempo, pero no te diste cuenta porque probablemente estabas demasiado ocupado enfocándote en ti mismo.
Debes saber que una mujer nunca se rinde tan fácilmente. Ella es una luchadora por su felicidad y por la felicidad de las personas a las que ama y en las que cree.
Y si de repente se vuelve silenciosa, significa que se dio cuenta de que ya no tiene sentido seguir luchando porque ha estado descuidando su propia felicidad por el bien de los demás. Una mujer nunca elige estar en silencio.
Su falta de palabras es una consecuencia de que esas palabras no sean correspondidas y de no ser tratada como merece.
Una mujer se vuelve silenciosa cuando das por sentadas sus palabras.
Una mujer se vuelve silenciosa cuando la haces sentir triste.
Una mujer se vuelve silenciosa cuando ve que nada va a cambiar.
Una mujer nunca se rinde tan fácilmente. Con cada sonrisa, te está animando a cambiar. Con cada perdón, te está dando otra oportunidad.
Con cada palabra amable, te está mostrando que le importas. Y cuando nada de eso es correspondido, ella se vuelve silenciosa.
Su silencio no es un signo de debilidad. Ser débil significa rendirse ante el primer obstáculo. Ser débil significa tratar a los demás como si no importaran y no preocuparse por cómo se sienten. Ser débil significa no intentar siquiera ser una mejor persona. Y ella no es nada de eso.
La compasión y la tolerancia de una mujer no son signos de debilidad, sino signos de fortaleza.
Se necesita mucha fortaleza para elegir estar en silencio cuando tienes mucho que decir. Se necesita mucha fortaleza para seguir mostrando compasión ante el maltrato. Se necesita mucha fortaleza para seguir viendo lo bueno en los demás después de múltiples decepciones.
Y las mujeres hacen todo eso. Son compasivas y tolerantes, incluso cuando no deberían serlo, porque creen en sus sueños. Creen que pueden cambiar las cosas, incluso cuando parece imposible hacerlo. ¡Así que no te atrevas a llamarlas débiles!
Si una mujer es incapaz de pronunciar una palabra, significa que toda su fuerza ha sido reemplazada por el silencio.
Significa que ha decidido preservar sus palabras para alguien más que esté listo para escuchar. Significa que ha decidido preservar su corazón para alguien más que sea digno de él. Ha decidido luchar por su propia felicidad.
Y cuando una mujer decide hacer esto, no hay marcha atrás. Nunca se arrepiente de sus decisiones porque sabe que todo este tiempo ha sido una luchadora y ahora es el momento de redirigir su fuerza hacia sí misma.
Nunca confundas el silencio de una mujer con ignorancia.
Ella es consciente de todo lo que los demás han hecho por ella y nunca lo olvida. Nunca olvida lo bueno ni lo malo. A cada palabra amable, responde con algo aún más amable. A cada palabra hiriente, responde con una sonrisa.
¿Y sabes por qué?
Porque cree que las buenas cosas llegan a quienes creen, esperan y tienen paciencia. Es consciente de todos los malos tratos, las mentiras, la falta de respeto y el engaño, pero aún así responde con silencio. ¿Y sabes por qué?
Porque ninguna palabra puede explicar la batalla que está ocurriendo en su corazón y mente. Su silencio no es un signo de debilidad.
Una mujer se vuelve silenciosa cuando deja de creer, esperar y tener paciencia por aquellos que pueden escucharla pero no están dispuestos a entenderla.