Esta no es una historia sobre mí, es una historia sobre cada mujer viva. Somos subestimadas, incomprendidas y no respetadas por los hombres que pensamos como compañeros de por vida. Esos hombres piensan que la falta de respeto no es algo tan grande pero créeme, es lo que puede arruinar una relación para siempre.
Mi madre solía decirme que un hombre que no me respeta automáticamente no me merece. Ella tenía razón.
La forma en que un hombre te sostiene demuestra si te respeta. Con un toque suave, como si fuera a romperte si intenta tocarte bruscamente. Se siente como si fueras tan frágil en sus manos y él tiene el poder de convertirte en pedazos, pero te respeta y es entonces cuando sabes que te merece.
Puedes ver que te respeta en la forma en que te habla. Cuando habla con una voz amable que no te ofende de ninguna manera, forma o manera. Cuando te deja decir lo que tienes que decir y no te interrumpe. Y, por supuesto, cuando escucha. Recuerda cada detalle, lo que demuestra que te ama y que te merece.
Una señal de respeto es la cantidad de esfuerzo que pone en la relación. Cuando te respeta, nada es demasiado para él, no tiene miedo de escalar una montaña para hacerte feliz y mostrarte lo mucho que se preocupa por ti.
Lo muestra en las pequeñas cosas. Puede que ni siquiera sea consciente de esas pequeñas cosas, pero seguro que tú sí. Ves la forma en que te mira y la forma en que mira a otras mujeres. Ves la forma en que sus ojos brillan cuando te mira y la forma en que corre hacia ti por un solo abrazo o beso. Esas cosas que pensamos como pequeñas son las que muestran el mayor respeto de todos.
Si no te respeta, romperá tus límites. Los límites que dicen lo que estás lista para hacer y cuánto estás lista para entregarte a la relación están empezando a romperse por el hecho de que él no es capaz de respetarlos. Él te obliga, diciéndote que el amor dice que debes entregarte a tu pareja. Si hace esto, no te merece.
Respetar significa saber cuándo es suficiente y cuándo deberías darle a tu pareja el espacio necesario para pensar. No se trata sólo de forzar lo que piensas para que esté bien, sino de escuchar su versión de la historia. El respeto es mucho más de lo que creemos que es.
Es lo fundamental que mantiene estable toda relación sana. Es lo que hace que nos enamoremos más de la otra persona y lo que nos hace seguir adelante los días en que pensamos que nuestra relación se está desmoronando.
Cuando un hombre es capaz de respetar a la mujer de su vida, es capaz de conquistar el mundo.
El hombre con el que estoy ahora me muestra su respeto escuchándome y diciéndome siempre cuánto me aprecia. Me muestra que está bien llorar, porque soy así, y me respeta lo suficiente como para amarme sin necesidad de cambiarme.
¿No es eso lo que un verdadero hombre es? ¿Saber que eres capaz de romper el corazón de una mujer pero eligiendo amarla y respetarla incondicionalmente?
Un hombre que no respeta a una mujer no la merece. No sólo a ella, sino a cualquier mujer. Porque no es capaz de amar o sentir compasión. No es capaz de darle la vida que se merece.
No respetarla significa romperla, pieza por pieza, y ninguna mujer merece eso.