¿Alguna vez has dado tu ser completo a un hombre que nunca te dio nada a cambio? ¿Alguna vez has compartido todo tu amor con alguien que siempre actuó como si no pudiera preocuparse menos por ti?
¿Alguna vez has dado prioridad a un hombre que te trató como si fueras su segunda opción? ¿Alguna vez te has sentido como nada más que un plan de respaldo para alguien que era el centro de tu universo?
Si lo has hecho, sabes lo doloroso que puede ser esto. Sabes cómo una situación como esta te hace cuestionarte a ti mismo y cómo te hace preguntarte por qué no eres digno de que este tipo se preocupe por ti. ¿Por qué no te da su amor incondicional?
Sabes cómo alguien tratándote así puede hacerte sentir miserable y humillado. Y sobre todo, usted sabe cómo algo como esto deja cicatrices ineludibles en su salud emocional y mental.
La verdad es que este tipo sólo usó el hecho de que eras una chica que llevaba el corazón en la manga. Que manipuló su camino dentro de ti y cuando se las arregló para hacerlo, se aprovechó de todo el amor que le estabas dando, sin tener nunca la intención de amarte de verdad.
No, no fue un imbécil todo el tiempo. Era el tipo de hombre que cualquier chica desearía cuando le apeteciera.
Y luego hubo momentos en los que se convirtió en el mayor idiota vivo. Los momentos en que necesitabas su apoyo y un hombro sobre el que llorar. Tiempos en los que sólo querías que te tomara de la mano y te asegurara que todo iría bien.
Tiempos en los que lo necesitabas para ayudarte a pasar por la vida o simplemente para animarte después de un mal día. A veces le rogabas que te prestara atención, pero él estaba demasiado ocupado para estar ahí para ti. Hubo momentos en los que más lo necesitabas y en los que no estaba en ninguna parte.
Pero en el momento en que necesitaba a alguien que le hiciera sentir mejor consigo mismo y que le ayudara a aumentar su ego, usted fue la primera persona a la que acudió. Cuando todos lo abandonaban, lo veías arrastrándose de vuelta a tu vida, sabiendo que estabas allí, esperando pacientemente su regreso.
Probablemente te preguntarás por qué actuó así todo el tiempo. ¿Por qué no vio que sus juegos te hacían daño? ¿Por qué no pudo haber estado contigo en tus buenos y malos días y en todos tus altibajos, de la misma manera que tú estuviste ahí para él?
Bueno, no voy a mentirte, te trató así porque nunca te amó de verdad. Porque nunca le dio prioridad a usted y a sus necesidades. Sé que algo como esto es doloroso de escuchar, pero él te trató así porque tú sólo eras conveniente para él.
Para este tipo, no eras más que una de sus opciones. Sí, le gustaba que lo amaras de la manera en que lo amabas y que alguien se ocupara de él. Pero nunca te amó lo suficiente.
Y esto fue lo último que te merecías, después de todo lo que le diste y después de todo lo que hiciste.
En cambio, usted merece ser la prioridad de alguien. Te mereces algo más que una relación y un amor a medias.
Y es por eso que nunca debes permitirte conformarte con ser conveniente. Porque importas y eres digno, no importa lo que este hombre trató de hacerte creer.
Usted merece a alguien que le dará la misma cantidad de esfuerzo que usted está poniendo en esta relación. Alguien que apreciará todo el amor que le estás dando y que te tratará como tú lo tratas a él.
Te mereces un hombre que te apoye en las buenas y en las malas. Un hombre que amará todas tus imperfecciones y que no se alejará de ti en el momento en que aparezca alguien más adecuado.
Un hombre que verá tu singularidad y que estará más que orgulloso de que lo elijas. Un hombre que se esforzará por ti y un hombre que siempre pondrá tu felicidad en primer lugar.
Y este tipo nunca fue y nunca será él.