Estar al principio de una nueva relación puede ser a la vez la mejor sensación y la más confusa. Tienes a una nueva persona en tu vida que te hace sentir mariposas en el estómago.
Pero también tienes a tu vieja amiga la ansiedad que no para de susurrarte al oído: “Esto no acabará bien. Pronto se dará cuenta de quién eres y saldrá corriendo”.
Este tipo de pensamientos pueden causar serios daños en tu relación y arruinarlo todo para ti. Por eso, es importante aprender a controlarlos o ignorarlos.
Este periodo de compromiso en el que os encontráis tu pareja y tú es realmente el mejor y el más dulce de todos. Suele ser el periodo del que las parejas guardan la mayoría de los buenos recuerdos.
Sería una verdadera lástima que tus pensamientos destructivos arruinaran este periodo tan especial para vosotros. Así que, para que puedas evitarlo y disfrutar de verdad de tu relación, esto es lo que puedes hacer.
1. No sigas los mismos patrones destructivos de siempre
Si ya has encontrado a un chico decente y emocionalmente disponible, significa que, probablemente de forma inconsciente, has seguido esta regla. Pero, ¿qué significa esta regla?
Muchas mujeres tienden a perseguir a chicos que admiten abiertamente que no quieren nada serio. Con esas mujeres, su instinto maternal entra en acción, y convierten en la misión de su vida “cambiar” a esos hombres y hacerlos más disponibles emocionalmente.
Desgraciadamente, esos intentos rara vez tienen un final feliz y exitoso. En otras palabras, terminan siendo un gran fracaso, dejando a las mujeres devastadas y rotas, pero también hambrientas de un nuevo “desafío”.
Si quieres disfrutar de una relación feliz y sana, tienes que dejar de perseguir a hombres dañados que no desean tener nada serio contigo.
Tienes que encontrar a un hombre cuyas intenciones sean puras y cuyas acciones no desencadenen tus miedos internos a las relaciones.
No es una tarea fácil, eso está claro. Pero es algo que simplemente tienes que hacer.
2. Sé abierta y sincera con tu pareja sobre tus miedos
Una vez que encuentres a un buen hombre con el que decidas entablar una relación seria, tienes que saber que es sumamente importante que te comuniques abiertamente con él acerca de tus sentimientos y temores.
Ese hombre es tu pareja y tienes que tratarlo como tal. No puedes esperar que te lea la mente y conozca cada uno de tus pensamientos y emociones.
Tienes que ser sincera y contarle todo lo que te molesta para que te entienda y te ayude a afrontarlo.
Esto es importante porque, sin saberlo, tu pareja puede hacer o decir algo que desencadene tu ansiedad en la relación y confirme tus temores.
Puede que traspase algunos de tus límites que ni siquiera sabía que tenías.
Así que recuerda: la comunicación es la clave. Puede que sea lo más desagradable, sobre todo al principio de la relación, cuando aún no sabes si puedes confiar plenamente en él.
Pero hay que hacerlo para poder disfrutar plenamente de vuestra relación.
3. Un poco de seguridad está bien, pero no la exijas en exceso.
La ansiedad en las relaciones a menudo se manifiesta como la creencia de que una persona no es lo suficientemente buena. Y son las mujeres las que suelen lidiar con esto más que los hombres.
Si luchas contra la inseguridad en tu relación, nada de lo que diga tu pareja puede cambiar cómo te sientes. Puede decirte cada minuto lo buena, increíble, amable y guapa que eres. Pero si tú misma no te lo crees, no valdrá la pena.
Así que, en realidad, no hay necesidad de pedir o esperar constantemente algún tipo de reafirmación.
Una pequeña cantidad es un gran estímulo para el ego, claro, pero tiene que ser espontánea y venir de buena gana de tu pareja.
Nunca presiones a tu pareja para que te asegure constantemente sus sentimientos. Eso sólo conseguirá que ambos os sintáis frustrados e inseguros.
Hay muchas otras formas de saber cuánto le importas a tu pareja. Sus acciones definitivamente te dirán más que sus palabras.
4. Relájate y sé positivo
Lo peor que le puedes decir a una persona ansiosa es probablemente: “¡Relájate!”. Es más fácil decirlo que hacerlo, pero en estas dos sencillas palabras está la solución a todos tus problemas.
Así que intenta relajarte y tener una visión positiva de todo. No pienses demasiado en tu relación ni imagines los peores escenarios.
Cada vez que sientas miedo de que puedas, Dios sabe cómo, arruinar tu relación, intenta parar, respira hondo y repite varias veces: “Todo va bien. Somos felices y estamos enamorados. Quiero y confío en mi pareja y mi pareja me quiere y confía en mí”.
Puedes incluso tener un diario de tu relación en el que escribas todo lo bonito por lo que habéis pasado. Puede ser un testimonio de vuestro amor cuando vuestros pensamientos vayan a un lugar oscuro.
Mi amiga hizo esto y realmente le ayudó. Debido a sus traumáticas relaciones anteriores, en las que su ex la culpaba básicamente de todo, siempre tuvo la impresión de que sus acciones y palabras inevitablemente alejarían a su nuevo novio.
Así que se hizo con un diario en el que escribía todos los buenos recuerdos que tenía con su pareja. Y cada vez que se sentía angustiada por su relación, cogía el diario y leía varias páginas hasta que se calmaba.
Tal vez puedas intentar hacer lo mismo porque seguro que te beneficiarás de ello.
5. No te precipites y ve día a día
Para disfrutar de tu nueva relación y estar relajado, es fundamental que no tengas prisa con nada. De nada te servirá planear algo con tu pareja con dos años de antelación cuando estáis en el momento más dulce de vuestra relación.
Así que recuerda vivir el día a día. No te estreses pensando en tu futuro, en cómo pagarás tu matrimonio, dónde irás de luna de miel, cómo serán tus hijos o cómo organizarás tu tiempo libre cuando los niños empiecen a ir al colegio.
Nunca puedes estar seguro de lo que os depara el futuro. Puede que rompáis tras un año de relación. Quizá acabéis casándoos, pero divorciándoos después de cinco años de matrimonio.
O quizá lleguéis a la vejez cogidos de la mano, viendo crecer a vuestros hijos y a vuestros nietos.
La cuestión es que nunca sabes qué te va a tocar y dónde vas a estar. Lo que sí sabes es en qué momento de tu relación te encuentras ahora.
Así que más vale que trabajes para los yos presentes, para que tengas la oportunidad de ver a tus yos futuros.