A veces me gustaría que pudiéramos volver a los días en los que la única forma de hablar con alguien era cara a cara.
Estoy segura de que incluso esperar a que me enviara una carta sería más fácil que esperar a que me contestara.
Estoy sentada en la cama, mirando el móvil y esperando un mensaje que obviamente no va a llegar.
Me considero una mujer independiente a la que le parece bien estar sola, ¡por eso no entiendo por qué me estoy volviendo loca con esto!
Si a ti también te pasa, que sepas que no estás sola. Casi todas las chicas están familiarizadas con esta sensación.
Pensar demasiado, tener un nudo en el estómago, inventar escenarios y razones que van empeorando a medida que pasa el tiempo sin que el familiar “ding” salga de los altavoces de tu teléfono…
Es una auténtica montaña rusa de emociones, por no decir otra cosa. No sólo te frustra que no se lo tome en serio, sino que además estás confusa porque no entiendes por qué te afecta tanto, ¡lo que te enfada aún más! Es un círculo vicioso…
Por desgracia, he estado en tu situación demasiadas veces. El lado bueno es que también he tenido mucho tiempo para pensar en las razones por las que los malos mensajes de texto nos vuelven locos, y estoy aquí para compartir mis conclusiones contigo.
1. Es confuso
¿Cómo de difícil puede ser responder a un mensaje, en serio? Tardas un minuto en abrir un mensaje y responderlo. Piensas en las veces que le has contestado.
Tenías las manos llenas de jabón, estabas en mitad de la clase, estabas viendo tu película favorita y empezaba la parte más emocionante…
Sea como sea, siempre has encontrado la manera de tomarte un momento y contestarle. ¿Eso te convierte en un payaso o demuestra que no le importa tanto?
Las mujeres son bastante fluidas. Se les da bien hacer varias cosas a la vez y no pierden la concentración fácilmente.
Los hombres, en cambio, se centran en una cosa y el mundo que les rodea desaparece. Nos cuesta entenderlo.
Esperamos que actúen de la misma manera que nosotras, y puede ser bastante frustrante cuando no lo hacen.
2. Empezamos a pensar que no le correspondemos
Deja que tu cerebro piense en el peor escenario posible en cada situación. Si el chico que te gusta no te contesta, no tardarás en empezar a pensar que no le gustas.
¿Qué otra razón podría haber para que no te envíe mensajes? Es imposible que esté ocupado, ¿verdad?
Hay una cosa que tenemos que aceptar. Por mucho que queramos que los hombres se pasen el día charlando con nosotras de todo lo que les pasa, simplemente no son así.
Seguro que has tenido en tu vida a un hombre que es muy seco con los mensajes de texto, pero que parece que no puede mantener la boca cerrada cuando estáis juntos.
Para la mayoría de los hombres, chatear es simplemente una forma de hacer planes o hablar de algo que es importante en ese momento. Ellos no sienten la misma necesidad de charlar que nosotras.
Cuanto antes nos demos cuenta, antes aceptaremos que no nos contesten sin sacar conclusiones innecesarias que sólo hieren nuestros sentimientos.
Créeme, una vez que estéis juntos, vas a desear que vuelva a ser el mismo tranquilo solo durante un par de minutos….
3. Es un verdadero disparador para pensar demasiado, lo que conduce a la ansiedad
Si sueles sufrir ansiedad, probablemente sepas que pensar demasiado puede arruinarte el día. Cuando un chico no te contesta, tu mente se pone inmediatamente a pensar en las razones por las que está pasando.
La mayoría de las veces, por supuesto, estas razones están lejos de ser razonables. ¿Te está engañando? ¿Está con otra? ¿Le aburres? ¿Le estás molestando? ¿Vas demasiado rápido? ¿Has leído mal las señales y ni siquiera le gustas?
No paras de pensar. No puedes concentrarte en nada más y te vuelves completamente loca. Hasta que recibes el mensaje de vuelta y todo se detiene de repente.
Realmente somos nuestros mayores enemigos….
4. Sientes que no respeta tu tiempo
Aquí es cuando tu adorable ego femenino se apodera de ti y empiezas a enfadarte. Esto a veces puede sacarte de tus pensamientos y preocupaciones, o puede hacer que te sientas aún peor. Nunca sabes lo que te espera…
Piensas en el tiempo que has pasado enviándole mensajes y esperando a que te los devuelva. Responder a sus mensajes es siempre tu prioridad, estés haciendo lo que estés haciendo.
¿No es una falta de respeto que él no haga lo mismo?
No es la única persona que tiene una vida. Has dedicado mucho de tu tiempo libre a mantener la conversación, ¿y ahora ni siquiera consigues que te devuelva un mensaje?
Puedes empezar a pensar que no respeta tu tiempo, lo que puede enfadarte aún más.
Si él puede dedicar su tiempo a todo menos a contestarte, ¡tú también puedes! Aprovecha esta sensación para volver a ponerte en pie y empezar el día.
Cuando te responda, espera a tener tiempo libre para hacerlo y no le des prioridad. Respeta su tiempo y la vida que lleva fuera de su relación.
5. Todo se reduce a una cosa: miedo
No estás loca, mejor amiga. Tienes miedo. No importa lo que estés pensando y sintiendo, el miedo es probablemente la base de todo.
Tienes miedo de que no le gustes, de que no seas lo suficientemente interesante o de que haya decidido simplemente desaparecer de tu vida. Temes que te esté engañando o utilizando para conseguir algo.
Ser mujer no es nada fácil. Todas estas cosas ocurren con demasiada frecuencia. La próxima vez que sientas que estás exagerando porque no te contesta, debes saber que no es así.
Es un miedo que arrastras por muchas experiencias terribles que has tenido, así que no seas tan dura contigo misma.