A menudo oímos cómo las mujeres fuertes intimidan a los hombres. Eso no es verdad. No intimidan a todos los hombres. Son simplemente intimidantes para aquellos que son más débiles que ellos.
Lo que no es una sorpresa. Los hombres que son sólo palabras y no caminan no tienen nada que ofrecer a una mujer fuerte. No pueden alimentarla con falsas promesas e historias superficiales, al menos no por mucho tiempo.
Una mujer fuerte exige acción y sustancia. Por eso necesita un hombre que sea más fuerte que ella. Necesita un hombre que le dé tanto como ella le da a él.
Y afrontémoslo, no necesita mucho. Pero el respeto, la confianza, los sentimientos genuinos y una dosis adecuada de afecto serían suficientes. Tristemente, la mayor parte del tiempo ella se pierde incluso eso.
Necesita ver que el hombre con el que está no tenga miedo de subirse las mangas y establecer una relación con ella. Ella no necesita que él haga todo el trabajo. Invertirán por igual.
El amor tiene que ser correspondido y nutrido, de lo contrario todo es en vano. No tiene sentido forzar las cosas o ser el que jala la mayor parte del peso.
Ya lo ha hecho. Nunca funciona. No quiere volver a encontrarse en medio de una relación en la que se siente sola, una relación en la que todos sus esfuerzos se ven recompensados con la mitad de los de otra persona.
Si le preguntas a una mujer fuerte, un hombre que hace un esfuerzo es el hombre más sexy del mundo. Inmediatamente admirará su iniciativa y se sorprenderá de su persistencia.
Un hombre que no retrocede en el primer obstáculo y está dispuesto a salir de su zona de comodidad y hacer un poco más es el hombre adecuado para ella. Él la hará sentir sana y salva.
Gradualmente bajará los muros que ella ha construido a lo largo de los años. Tendrá paciencia y no le importará ir despacio. Sabe que las cosas buenas llevan tiempo.
Él estará allí para recordarle que ella no necesita llevar la carga de todos. Que de vez en cuando está bien relajarse, bajar el ritmo y disfrutar de la vida.
Tiende a ser dura consigo misma, y es su peor crítica. Un hombre fuerte la calmará. Él la tranquilizará y le dirá que ella no necesita ser perfecta y estar encima de las cosas todo el tiempo.
Él le enseñará que no todo tiene que ser planeado con anticipación. A veces las cosas que se hacen en el calor del momento, las cosas que no piensas en hacer y que simplemente haces, son las mejores.
Ese hombre sabrá que ella nunca le pediría ayuda, y por eso le ayudará sin preguntarle. Está acostumbrada a apoyarse en sí misma, y todo esto le resultará desconocido.
Sin embargo, una vez que se acostumbre, será como una bocanada de aire fresco, un cambio para mejor que siempre ha necesitado.
Ella sabe que él está ahí para ella incluso cuando él no está físicamente presente. Durante todo su ajetreado día, su beso y su cálido abrazo será algo que ella esperará con impaciencia.
Ella sabe que incluso cuando él está cerca, ella es más que capaz de valerse por sí misma, pero eso no lo hace menos importante. Ella todavía lo quiere de todo corazón en su vida.
Ella lo sabe:
“Incluso la Superwoman a veces necesitaba el alma de Superman” (Sía)