El tiempo es algo que ninguno de nosotros puede hacer bien en las relaciones. Conocemos a la persona de nuestros sueños el mes anterior a su partida para estudiar en el extranjero. Formamos una amistad increíblemente cercana con una persona atractiva que ya está tomada. Una relación termina porque nuestra pareja no está lista para ponerse seria y otra termina porque se están poniendo serias demasiado pronto.
“Sería perfecto”, les decimos a nuestros amigos, “Si tan sólo fueran cinco años antes/ocho años antes/algún tiempo indeterminado en el futuro donde todos nuestros problemas se resolverían por sí solos”. El tiempo parece ser la tercera parte invariable en todas nuestras relaciones. Y sin embargo, nunca nos detenemos a considerar por qué dejamos que el tiempo juegue un papel tan drástico en nuestras vidas.
El tiempo es una mierda, sí. Pero sólo es una perra si lo permitimos. He aquí una simple verdad que creo que todos debemos enfrentar: las personas que conocemos en el momento equivocado son, en realidad, las personas equivocadas.
Nunca se conoce a la gente correcta en el momento equivocado porque la gente correcta es atemporal. Las personas correctas te hacen querer deshacerte de los planes que tenías originalmente para uno y seguirlos en el nebuloso y desconocido futuro sin mirar hacia atrás. La gente adecuada no te hace pensar si quieres o no estar con ellos; simplemente lo sabes. Sabes que cualquier aventura que hayas planeado originalmente para tu futuro no va a ser ni la mitad de increíble que las aventuras que podrías tener a su lado. Que no importa lo que pensabas que querías antes, esto es mejor. Todo está mejor desde que llegaron.
Cuando estás con la persona adecuada, el tiempo pasa. No se preocupe por adaptarlos a su complicado horario, porque se convierten en parte de ese horario. Se convierten en la columna vertebral. Su felicidad se convierte en su prioridad y mientras ellos contribuyan a ello, usted puede trabajar alrededor del resto.
Las personas adecuadas no se interponen en el camino de las cosas que una vez quisiste y te hacen elegirlas por encima de ellas. La gente adecuada te anima: Intentarlo más, soñar más grande, hacerlo mejor. Sacan a relucir las partes más increíbles de ti mismo y te dan ganas de luchar más que nunca. Las personas adecuadas no imponen límites a tu tiempo, ni a tus sueños, ni a tus habilidades. Quieren hacer frente a esas montañas contigo, y no les importa cuánto tiempo les lleve. Con la persona adecuada, tienes todo el tiempo del mundo.
La verdad es que, cuando dejamos pasar a alguien porque el momento es incorrecto, lo que realmente estamos diciendo es que no nos importa pasar nuestro tiempo con esa persona. Nunca habrá un tiempo mágico en el que todo encaje en su lugar y arregle todas nuestras relaciones rotas. Pero algún día puede haber una persona que haga que el tema del tiempo sea irrelevante.
Porque cuando alguien es adecuado para nosotros, nos tomamos el tiempo para dejar que entren en nuestras vidas. Y ese tipo de momento siempre es el adecuado.