Todos hemos fracasado en alguna relación. Por mucho que nos duelan, hay algo bueno en todas ellas: nos enseñan una lección.
A veces es una lección sobre nosotros, a veces sobre la vida y a veces sobre las cualidades que queremos en nuestra futura pareja.
Llega un momento en que te sientas a pensar en tus relaciones anteriores. ¿En qué se equivocaron? ¿Qué les faltaba a los chicos con los que has salido? ¿Fue culpa tuya por esperar demasiado de ellos?
A menudo, las mujeres nos decantamos por hombres que no pueden darnos lo que necesitamos, por mucho que lo deseemos. Nos enamoramos fácilmente del potencial, cuando la realidad es completamente distinta.
Después de un par de relaciones fallidas, empiezas a darte cuenta de cuáles son las cualidades más valiosas que debes buscar en un hombre.
Cuando eras más joven, te resultaba fácil enamorarte de alguien guapo, divertido y que te hiciera reír con facilidad. Así de sencillo era enamorarte.
Sin embargo, a medida que te hiciste mayor, te diste cuenta de que la diversión no es lo que hace que las relaciones duren.
No te preocupes, cuando empiezas a salir con alguien, es fácil perder de vista lo que realmente importa porque eres demasiado joven para saberlo.
Sin embargo, llega un momento en que te das cuenta de que es hora de dejar de contarte mentiras que te ayudarán a seguir con un hombre que claramente no es el adecuado para ti.
Aunque tu pareja puede tener muchas cualidades maravillosas, hay una que marcará la diferencia en tu vida sentimental.
Es la que hace que la relación dure, y la que te hace sentir lo suficientemente segura como para trabajar en tus problemas sin huir de ellos.
Por suerte, esta cualidad no es muy difícil de notar, y la falta o presencia de la misma se muestra al principio de la relación.
De hecho, es probable que se manifieste con la primera discusión, por pequeña o grande que sea. La reacción de tu pareja te dirá todo lo que necesitas saber.
¿Te escucha? ¿Le importa cómo te sientes? ¿Lo ve como una competición que tiene que ganar o simplemente como algo en lo que los dos tenéis que trabajar juntos? Estas son las cosas que te dirán qué tipo de hombre tienes a tu lado.
Tu hombre puede ser divertido e interesante, puede tener un buen trabajo y una buena relación con su familia, pero lo que hará que vuestra relación dure es la comprensión.
Le permite verte como realmente eres: un ser humano igual que él. Tus problemas no son más que algo en lo que ambos tenéis que trabajar juntos.
No buscará culpables, no intentará ganar la discusión ni te hará sentir mal por sacar el tema. Esta maravillosa cualidad suya le hará pensar en cómo te ha hecho sentir algo, y pensará en cómo puede mejorarlo para los dos.
Es lo que le hace querer ser mejor para ti y trabajar en vuestra relación. Es el núcleo de una buena comunicación.
Cuando encuentras a un chico comprensivo, no se vuelve distante y se marcha sin dar explicaciones, porque entiende cómo te haría sentir.
En lugar de eso, se sentará contigo y te hablará abiertamente de las cosas que le han estado molestando últimamente.
Querrá solucionarlas y te pedirá que lo hagas con él. Es un ejemplo real de la relación adulta que todos queremos tener. La comprensión y la paciencia son las que hacen que sea así.
Piénsalo: ¿no sería maravilloso salir con un hombre que hace todo lo posible por comprenderte a ti y a tus necesidades? ¿Quién se asegurará de que sepas que se te valora, se te aprecia y se te quiere?
Te dará espacio para ser tú misma, por muy necesitada que estés o por mucho que necesites estar a solas.
Se compromete a hacer que funcione y entiende lo que hace falta para que una mujer sea feliz. Esta maravillosa cualidad es la que crea una conexión profunda que te hará sentir que por fin has encontrado un hogar en alguien.
No sentirás la presión de cambiar, ni tú la necesidad de cambiarle a él. Ambos entenderéis que sois adultos con ciertas cualidades que pueden funcionar juntas o no.
Si surge algún problema, intentaréis entender las dos versiones de la historia y encontrar un punto medio que no os perjudique a ninguno de los dos.
¿No te parece la relación más pacífica de la que puedes formar parte? Se acabó la ansiedad, se acabó fingir ser alguien que no eres, se acabó intentar cambiar por tu pareja o intentar cambiarle a él.
Es normal que tu pareja y tú seáis diferentes. Al fin y al cabo, eso es lo que hace que estéis tan bien juntos. Os equilibráis mutuamente.
Si tú eres introvertido y él extrovertido, a él le tienes para hacer tu vida social más excitante, y él te tiene a ti para ayudarle a relajarse.
Eso es lo bonito de compartir tu vida con alguien. En relaciones como ésta, la comprensión es lo que hace que todo funcione tan bien juntos. No te obligará a hacer nada que no quieras, porque entenderá que tú no eres así.
Un hombre comprometido y comprensivo te hará sentir segura y vista. Te dará espacio para ser y expresarte de la mejor manera que sepas, y será suficiente.
Ése es el tipo de relaciones que duran y cuyos años están llenos de amor, apoyo y confianza mutua.
Nadie dice que vayan a ser siempre fáciles, pero al menos sabes que tienes a alguien que entenderá la importancia de trabajar juntos en ellas.