La lealtad viene con acciones, no con palabras. Es lo más fácil de hacer: decirle a alguien que le quieres y que puede confiar en ti toda la vida y luego hacerle daño, defraudarle y darlo por sentado, haciéndole sentir reemplazable.
Cuando alguien te quiere de verdad, cuando te es leal, nunca jamás hará nada para romperte. Un hombre que te dice que es fiel y leal nunca correrá riesgos, no pondrá en peligro su relación contigo y, sobre todo, nunca te hará sentir desapercibida y devaluada.
Hará todo lo posible por protegerte del dolor, la tristeza y la decepción.Su vida girará en torno a tu comodidad, satisfacción y felicidad.Francamente, nunca es demasiado difícil saber si realmente te es leal o no y los hombres pueden demostrar su lealtad de más de una manera.
Te pondrá en primer lugar:
Un hombre así te pondrá en primer lugar. Estarás en lo más alto de su lista de prioridades. Se asegurará de que sepas que eres la persona más importante de su vida.
Sus acciones te dirán que lo que más le importa eres tú, nuestra felicidad y tu bienestar.
Él te arreglará:
Siempre querrá arreglarte. Si sabe que estás rota o que has sido herida, maltratada y simplemente, dañada antes de que él entrara en tu vida y formara parte de ella, intentará arreglar lo rota que estás.
Nunca se aprovechará del hecho de que hayas llegado a él emocionalmente herida y nunca te verá como un blanco fácil por tu estado mental. Aceptará tu lado oscuro, aceptará tus debilidades, te dará apoyo incondicional y tratará de arreglarte lo mejor que pueda.
Le importará algo más que estar en la cama contigo:
Un hombre que te dice que es leal contigo se preocupará por muchas otras cosas antes que por el sexo. No pondrá el sexo en primer lugar. No siempre querrá llevarte a la cama con él.
Se preocupará por tu mente, tu corazón, tu salud y literalmente por todo lo que puedas pensar antes de preocuparse por el placer sexual. Tu cuerpo no será su centro de atención, sino tu alma. No le importará lo sexy o guapa que te veas todo el tiempo, en cambio, le importará mucho más cómo te sientes por dentro en cada momento.
No te ocultará su lado vulnerable:
Te hará partícipe de su vulnerabilidad. No esconderá sus lágrimas, su tristeza, sus decepciones y cualquier otra emoción que le ponga en un punto vulnerable delante de ti. No le importará exponerse así, te confiará todos sus sentimientos. Te mostrará quién es realmente.
Él nunca mentirá:
Nunca te ocultará nada. No te mentirá sobre nada. Te dirá la verdad sobre su familia, su vida laboral, sus amigos, su vida entera y, lo que es más importante, sobre sí mismo.
No te mentirá sobre dónde ha estado, con quién ha estado saliendo, qué ha estado haciendo, qué está pensando, qué está haciendo, porque eso es a lo que realmente se reduce la lealtad al final del día: nunca tener secretos y nunca mentir a tu pareja.
Siempre volverá a ti:
Las peleas y los desacuerdos son una parte inevitable de cualquier viaje de amor. Dos amantes no pueden estar 100% de acuerdo con todo lo del otro. Puede haber peleas y negatividad, pero si tu hombre siempre encuentra la manera de volver a ti, es tuyo para quedártelo.
No importa lo que pase entre vosotros dos, si eres la única en su corazón durante toda la montaña rusa, si vuelve a ti y se queda a tu lado, sin perder nunca de vista su amor por ti, es que te es leal.
Te respetará:
Nunca en su vida te faltará al respeto física y emocionalmente. Nunca dejará que sus emociones de ira, decepción o frustración le abrumen hasta el punto de permitirse faltarte al respeto. Nunca te hará oídos sordos, nunca te amenazará, nunca se burlará de ti, no se peleará contigo y nunca recurrirá a ningún tipo de violencia ni a ninguna forma de faltarte al respeto. Jamás.
Se asegurará de respetarte en cada momento de su vida y nunca tolerará que nadie intente faltarte al respeto. Si guarda tu respeto con todo su corazón y su mente, te es más leal de lo que podrías darte cuenta en ese momento.
Un hombre leal será tu compañero para toda la vida, tu hombro sobre el que llorar, tu mejor amigo y tu alma gemela. Nunca tendrás que pensártelo dos veces antes de pasar el resto de tu vida con él.