Todos sabemos que la sensación de estar detrás de la curva, demasiado lento, o sin hacer ningún progreso. De hecho, incluso cuando haces un gran avance, no te das crédito a ti mismo y lo ves simplemente como un punto de equilibrio en lo que `ya deberías haber sido capaz de hacer’.
O bien, cuando se le presentan entornos que requieren nuevas habilidades y no está inmediatamente impecable, entra en pánico. Temiendo la vulnerabilidad y el fracaso, usted no pide ayuda e inevitablemente renuncia para protegerse.
Todos hemos pasado por eso.
Lo primero que tengo que establecer aquí es que lo contrario del éxito no es el fracaso, ni tampoco la ausencia de éxito es un fracaso en sí mismo. Este sentimiento de inadecuación comienza con compararse constantemente con todas las personas que usted percibe como más talentosas, exitosas o ricas que usted – en los medios sociales y en la vida real.
Esta es una mentalidad que hace que sea imposible tener éxito porque probablemente no estás juzgando los términos de tu éxito en cosas que realmente priorizas, sino en aspectos de la vida que los medios de comunicación nos condicionan a codiciar (riqueza material, viajes, aptitud física, conseguir el trabajo de tus sueños). Este no es un artículo que pretenda que todo puede ser “curado” en esta mentalidad.
En pocas palabras, sólo tenemos que trabajar en ser más amables con nosotros mismos y eso marca la diferencia.
Necesitamos superar la perspectiva de’perfección o ni siquiera intentarlo’. Todos tenemos algún tipo de bloqueador mental que nos convence de que no somos lo suficientemente buenos o lo postergamos lo suficiente como para tener la excusa del paracaídas de “bueno, aún así lo hice bien, incluso con esas limitaciones de tiempo”.
Es más fácil hacerlo que hacerlo lo mejor posible y aún así no cumplir con nuestras propias expectativas. Sin embargo, no se puede operar bajo el supuesto de tener que darlo todo para contribuir con una idea que sea digna o válida, porque esta mentalidad de inducción de culpa insiste en que siempre hay algo más que usted debería estar haciendo. Eso es tóxico.
Sin embargo, en términos de pequeñas maneras podemos tratar de engañarnos a nosotros mismos para que las cosas empiecen, he aquí un gran consejo: siempre recuerde que debe permitirse ser basura. Repítelo en voz alta para ti mismo: Me doy permiso para ser una basura hoy.
Al escribir un documento, después de todo, el primer borrador sólo sirve para asegurar que existe un borrador; puedes editarlo para que sea funcional y refinado más adelante. Pero hay que tener algo con lo que trabajar para mejorarlo.
Es fácil ser malo, así que tal vez hasta ser malo a propósito – comete un par de errores al empezar un nuevo trabajo, canta la letra equivocada, y baila como tu madre acompañando a una discoteca de la escuela. Parecerá vergonzoso y te estremecerás, créeme, pero también aprenderás mucho.
Necesitamos empezar a mirar nuestros errores a los ojos para reconocer que está bien tener defectos para poder crecer. Nosotros nos encargamos de esto.