Los rompecorazones son un desastre emocional y un dolor enorme, pero estar roto es aún peor. Estar roto significa tener el alma destrozada, la confianza perdida y los sueños inexistentes.
Estar roto significa perder el deseo de vivir. Significa no poder levantarse de la cama porque no tiene sentido.
Estar quebrado significa pensar que nunca serás capaz de recuperar la compostura. Usted cree que está dañado irreparablemente. Tu espíritu está aplastado y no tienes fuerza de voluntad.
Estás rompiendo poco a poco con cada día que pasas con alguien que es emocionalmente abusivo. Lamentablemente, lo sé muy bien.
No eres consciente de que amas a alguien que no es digno de amor, alguien que abusa de tu buena naturaleza, alguien que encuentra fácil manipularte porque es consciente de lo fuertes que son tus sentimientos por él.
¿Cómo pude estar tan ciego? ¿Por qué no vi todas las banderas rojas ondeando frente a mi cara?
Fue casi como si me hubieran lavado el cerebro. Y ahora que lo miro, probablemente lo era. Con todos los juegos mentales que me hacía, no podía pensar con claridad.
Lo peor de todo es que lo amaba. Lo amaba con todo lo que tenía, incluso cuando vi lo que me estaba haciendo. Embellecí la verdad. Seguí mintiéndome a mí mismo que no era tan malo.
Que cambiaría. Que tenía que ser paciente y esperar a que se diera cuenta de cuánto esfuerzo estaba poniendo en la relación.
Quería cambiarlo. Tenía tantas ganas de cambiarlo. Pero la gente como él nunca cambia, sólo empeora.
Estar a su lado durante demasiado tiempo me hizo sufrir y créame cuando le digo que eso es más que una angustia. Es lo peor que te puede pasar emocionalmente.
Pierdes el control de tu vida.
Se vuelve incapaz de funcionar correctamente. Es como si estuvieras mirando tu vida desde lejos pero no participando activamente en ella.
No puedes mantenerte concentrado en nada de lo que haces. Te atrasas en el trabajo y en la vida porque todo lo que puedes pensar es en las cosas por las que pasaste.
Usted se encuentra incapaz de respirar adecuadamente y la ansiedad lo deprime.
Te despiertas en medio de la noche porque él tiene el papel principal en tus pesadillas. Todo parece tan real y estás de vuelta en el cruel abrazo de tu pasado.
Tu autoestima está destrozada.
Te vuelves tan inseguro y te encuentras incapaz de tomar una decisión. Escuchas a todo el mundo menos a ti mismo porque ya no confías en ti mismo.
Estás enojado contigo mismo porque dejaste que esto continuara por mucho tiempo.
Estás enojado porque no pudiste encontrar la fuerza para irte antes. No puedes creer todo lo que has pasado y lo que has soportado en nombre del amor. Pensar en ello sólo profundiza tu dolor.
No puedes evitar que caigan las lágrimas.
Te vuelves tan vulnerable que el mero pensamiento de tu relación pasada llena tus ojos de lágrimas.
Desearías ser más fuerte y poder manejar mejor las cosas, pero todo parece tan duro e insoportable.
Pero aunque estés quebrado, sigues respirando.
Cada día es una lucha, eso es verdad. Luchas por levantarte de la cama. Luchas por ir a trabajar. Usted lucha con sus pensamientos, dolor y entumecimiento ocasional.
Pero sobrevives. Parcheas esas partes rotas de ti mismo y te vuelves más fuerte con cada día que pasa.
Te volviste cauteloso, te volviste cauteloso e incapaz de confiar en nadie, te convertiste en alguien a quien no reconocías pero que aún eras en el fondo.
Tu corazón sigue latiendo en tu quebrantamiento.
Te darás cuenta de que ser roto es una experiencia insoportablemente dolorosa, pero te convierte en la persona que siempre debiste ser.
Aprendes lo fuerte que eres realmente. Ni siquiera sabías que tenías tanta fuerza. Comienzas una nueva vida con una perspectiva completamente nueva y nuevos horizontes frente a ti.
Respiras y das gracias a Dios porque finalmente estás libre de sus cadenas.
Confía en mí cuando te digo que incluso cuando estés completamente quebrantado, te curarás. Confía en mí porque contra todo pronóstico, yo también me curé.