Tuviste una chica hermosa e inteligente que nunca se apartó de tu lado. Aunque no era perfecta, te trató perfectamente. Y lo más importante, ¿sabías que ella te amaba incondicionalmente? Pero elegiste aprovechar su sensibilidad. Supusiste que ella estaría allí para ti cada vez que la necesitaras, te lo tomaste como un hecho. Y la apartaste.
Pensaste que ella te perseguiría para siempre. Creías que no había nada que pudieras hacer para que ella dejara de amarte.
Pero se cansó de todo eso.
Has logrado apartarla para siempre. Eso era lo que siempre quisiste, ¿no? Al menos, actuaste como tal.
No paso de un día a otro.
No paso después de pillarte con otra. Por supuesto, se sintió traicionada y humillada, pero todavía encontró la fuerza para perdonarte.
Tampoco paso después de la primera noche en la que lloró hasta quedarse dormida por tu culpa.
No paso ni siquiera después de darse cuenta de que no eras el hombre preparado para unirse a sus esfuerzos y amarla de la manera que se merecía. Vamos a aclarar una cosa: no era ni tonta, ni ciega, solo te amaba. Lo vio todo. La forma en que mentiste, engañaste, la forma en la que no la respetabas y no le prestabas suficiente atención, no la apreciabas. Ha notado que no estabas interesado en ella, que nunca la escuchaste y nunca pensaste en hacerte cargo de sus necesidades. No se olvidó de que nunca le preguntaste cómo había sido su día o cómo se sintió. Y, sobre todo, vio que ella no era tu prioridad a pesar de que tus eras el centro de su mundo.
Pero, de todos modos, ella decidió quedarse. Porque creía que cambiarías. Pensaba en ti como en un niño pequeño y perdido que necesitaba amor para sanarse. Y pensó que ella era la única que podía salvarte.
Nunca fuiste completamente consciente de todo el dolor que la estabas causando, porque no te importó lo suficiente. Fingiste que no notabas sus lágrimas, sus noches de insomnio, la forma en que miraba la pared, cómo se deprimía, lo qué le hacías a su confianza en sí misma y lo qué hacías con su salud mental y emocional. Y fingiste que no sabías cuánto te amaba. Elegiste ignorar todas sus emociones, sentirte mejor contigo mismo y alejar tu culpa.
Pero en vez de alejar la culpa, la alejaste a ella.
Finalmente, después de muchos años, tuvo el coraje de dejarte. Le llevó mucho tiempo, pero perdió la esperanza de que alguna vez serías el hombre que ella se merece. Dejó de creer que alguna vez cambiarías. Necesito más años, valentía y tiempo de lo que jamás podría haber imaginado, pero esta chica finalmente se ha enfrentado a la dura realidad.
Recordó todas las veces que te necesitó, pero elegiste pasar la noche con tus amigos. Recordó todas las ocasiones en que anhelaba que la mirases, pero estabas demasiado ocupado mirando a otras mujeres. Nunca podrá olvidar todos los años en los que suplico tu amor y atención, pero actuabas como si ella no existiera.
Se cansó y supo que era hora de irse. Finalmente se dio cuenta de que se merecía más. Recuperó el sentido y entendió que finalmente era hora de que ella se pusiera en primer lugar si quería preservar su salud y sentido común .
Pero ni siquiera entonces hiciste algo para detenerla. Pensaste que volvería. Que solo está siendo la reina del drama y se molesta por cada pequeña cosa. Hizo esto un millón de veces y siempre volvió tan pronto como la llamaste, ¿no?
Pero ahorra, varios meses después, todavía no ha vuelto. Y actúa como si no tuviera intención de regresar.
Intentaste llamarla, pero no te cogió el teléfono. Intentaste verla en persona, pero ni siquiera paro a saludarte. Lo intentaste todo: promesas, lloriqueos, regalos, pero nada funcionó.
Finalmente, sientes una pequeña parte de lo que ella sintió durante todos esos años. Y te está destrozando.
Ahora, tú eres el que está perdido. Tú eres el que mira la pared, llorando sin poder dormir. Porque, aunque esperas que cambie de opinión, en el fondo, sabes que no lo hará.
Y sabes que todo esto es por tu culpa.
Es la primera vez que te esfuerzas por ver todo desde su punto de vista. Y es la primera vez que realmente te das cuenta del tipo de chica tuviste. Y la dejaste marchar.
Ahora estás consumido y abrumado por la culpa. Estás constantemente rebobinando vuestra relación dentro de tu cabeza y finalmente lo ves: has tenido la oportunidad de ser feliz y la has arruinado.
Y lo siento, pero es demasiado tarde para arreglarlo.