¿Eres de los que se obsesionan con San Valentín y juran que es la mejor fiesta del mundo? Cuando alguien te dice cuáles son tus cinco mejores películas de todos los tiempos, todas resultan ser una película para chicas o una comedia romántica. ¿Se parece mucho a usted? Siento decírtelo, pero parece que estás enganchado al romanticismo.
No me malinterpretes, no hay nada malo en amar el amor y disfrutar estando enamorado, pero hay algunos límites que no se deben cruzar si quieres construir relaciones sanas. Y no te preocupes, no se trata de una adicción incurable, ni extremadamente grave.
Ya sabes que hay diferentes tipos de adictos en todas partes y, bueno, puede que tú también seas uno de ellos. ¿Quieres descubrir si perteneces a este grupo? Sigue leyendo para averiguarlo y si reconoces algunas de estas señales en tu comportamiento, intenta cambiarlas por tu propio bien.
1. Te ENCANTA la fase de luna de miel
Te encanta ir de la mano de tu novio, ponerle apodos cariñosos y ponerte sentimental cuando estáis juntos. Cada canción de amor te recuerda a él y no hay lugar en el que prefieras estar más que en sus brazos.
Conocerle y aprender pequeñas cosas sobre esa preciosa persona te hace increíblemente feliz. Pasas por alto sus malos rasgos y la sensación de euforia está presente constantemente. Como esta fase no dura demasiado, es seguro que tus relaciones no han durado más de un año, ¿verdad?
Si perteneces a la tribu de los adictos al amor, probablemente estés saltando de una relación a otra simplemente para sentir el placer de estar “colocado de luna de miel.”
2. Sueñas despierto sobre el futuro con tu pareja – mucho
Otra señal de que estás enganchado al romanticismo es que sueñas despierto constantemente sobre el futuro con tu pareja. No paras de imaginar diferentes escenarios en los que formáis la pareja perfecta y vivís en un lugar magnífico al que podéis llamar hogar.
Felices para siempre es un concepto en el que crees firmemente y estás convencida de que lo tendrás con el chico con el que sales ahora mismo (hasta que aparezca el siguiente, claro).
3. Le idealizas
Es normal mirar el mundo a través de unas gafas de color de rosa cuando estás enamorada, pero le estás idealizando y eso, sinceramente, no es una buena señal. Puede que argumentes que no le estás poniendo en un trono, pero déjame que te haga un par de preguntas de “sí” o “no”. Sé sincera, ¿vale?
¿Quién es el hombre más guapo del mundo? ¿Te ríes un poco más fuerte con sus chistes que con los de los demás, aunque no sean tan graciosos? ¿Es tu príncipe azul? ¿Piensas en él cada vez que oyes una canción de amor? ¿Has imaginado, al menos una vez, que vosotros dos erais los actores principales de tu historia romántica favorita?
Si la respuesta a todas estas preguntas ha sido “sí”, estás jodida.
4. Descuidas tus necesidades y obligaciones para estar con él
¿Estás descuidando tus necesidades y obligaciones sólo para estar con tu novio? Si cancelas repetidamente las salidas nocturnas de chicas e incluso dejas de lado a tus familiares para pasar tiempo con él, está claro que algo no cuadra.
Debido a tu adicción al amor, puede que ignores tus responsabilidades laborales o pongas en peligro tu educación. Para ti, no hay nada más importante que estar con la persona que amas. Pero piénsalo bien: ¿es él realmente EL elegido?
5. Repites cada encuentro con él
Has visto a tu chico exactamente seis veces esta semana y sabes exactamente qué llevaba puesto el lunes. La camiseta que llevaba anoche cuando le viste hace que sus ojos resalten. Cada encuentro empezó con una sonrisa compartida, luego os abrazásteis y charlasteis.
El miércoles se pasó los dedos por el pelo cuando le hiciste un cumplido sobre su peinado y el viernes por la noche te quitó ese rizo rebelde de la cara y te acarició la mejilla. ¿Qué más recuerdas? ¿Estás repitiendo todos tus encuentros en tu mente como si fueran cortometrajes?
Umm, ¿de verdad tengo que decir que esto significa que estás enganchada al romanticismo?
6. Te asusta la idea de estar soltera
¿Eres una de esas mujeres a las que no les gusta estar soltera e incluso sienten pánico con sólo pensarlo? Si es así, definitivamente eres una adicta al amor. Si te angustia la idea de vivir tu vida sin un hombre a tu lado y piensas en lo aterrador que sería envejecer sola, entonces sí, está claro.
Probablemente nunca lo admitas, al menos no abiertamente. ¿Quién dice que necesitas a un hombre para cambiar una bombilla o llevarte al centro comercial? Puedes hacerlo sola, pero… es un poco más seguro si lo hace él, ¿no?
7. Disfrutas oyendo hablar de la relación de alguien
¿Te entretienes fácilmente cuando alguien empieza a compartir su historia de amor? Si adoras escuchar las anécdotas que comparten otras parejas (o tus amigos) y pasas con ellos por sus altibajos, definitivamente estás enganchado al romanticismo.
¿Cuándo se conocieron? ¿Cómo fue su primer beso? ¿Tenían mariposas en el estómago cuando se conocieron? ¿Les temblaron las rodillas y se les aceleró el corazón? La mayor alegría la encuentras en sus aventuras y en el amor que comparten.
Está bien estar emocionado por todo lo que ocurre en tu vida, pero ¿no es demasiado pedir los pequeños detalles de otras relaciones?
8. Eres el primero en decir “te quiero” en una relación
En general, no importa quién lo diga primero. Es bonito y afirmativo, y hay que decirlo y escucharlo a menudo. Pero si siempre eres el primero en decir “te quiero” en una relación, puede ser señal de que eres adicto al amor.
Quieres sentir ese subidón de oxitocina y simplemente estar al lado de alguien (a veces) no es suficiente. Por eso tiendes a ser la persona que dice esas tres palabras un poco antes de lo que debería.
Sin embargo, esto también puede significar que estás dejando claro que perteneces a esa persona, lo cual es pura emoción, no adicción ni nada malo. Ya conoces la famosa frase que decía Blair de Gossip Girl: “Tres palabras, ocho letras. Dilo y soy tuya”.
9. Intentas encontrar mensajes de amor ocultos en su comportamiento
¿Te fijas constantemente en su lenguaje corporal e intentas leer entre líneas cuando habla contigo? Lees en Internet que si gira los pies hacia ti, significa que le gustas. ¿O que si sonríe mientras mira en tu dirección, definitivamente se siente atraído por ti?
Si estás tratando de encontrar mensajes de amor ocultos en su comportamiento, tú, querida, estás innegablemente enganchada al romance y no tiene sentido negarlo.
10. Para ti, amor es igual a felicidad
Esta es la señal más palpable de que eres una adicta al amor. En tu vocabulario, hay un signo de ecuación entre el amor y la felicidad, y nadie puede convencerte de lo contrario. Crees que sólo eres verdaderamente feliz cuando estás en pareja, y que tu pareja es la responsable directa de tu felicidad.
¡Despierta, mujer! Tú eres responsable de tu propia felicidad. Ningún hombre, por increíble que sea, puede traerla a tu vida. Eso sólo supone un estrés adicional para él y, en poco tiempo, huirá de ti para escapar de la presión.
Deja de sabotear tu propia vida. Aprende a quererte a ti misma. Tan pronto como lo hagas, atraerás a un hombre que te amará incondicionalmente y por todo lo que realmente eres. Eso te lo prometo.
