¿Cuántas veces has oído a tu pareja o a tus amigos describirte como “confuso” o “difícil de entender”?
¿Cuántas veces has pensado “vaya, no entiendo por qué piensa así de mí” o “no sé por qué pensaba que iba en serio con eso”?
No queremos hacer suposiciones, pero existe la posibilidad de que estés enviando señales contradictorias a las personas que te rodean sin ni siquiera pensarlo dos veces.
Ansiar llamar la atención y esperar que el mundo gire a tu alrededor atestigua el hecho de que podrías estar flirteando con la gente sin ni siquiera darte cuenta de que eso es lo que estás haciendo.
Coquetear no siempre se parece a “¿Qué tal, guapo?”. Parpadear, estar de acuerdo con todo lo que dicen, reírte de cada movimiento que hacen y alejarte cuando muerden el anzuelo podría ser la definición de enviar señales equivocadas.
1. Le envías mensajes todo el tiempo, pero nunca haces planes para quedar
No estamos diciendo que no debas enviar mensajes a alguien con quien no quieres estar (románticamente), pero hay una línea que no se debe cruzar.
Cuando alguien se te acerca en el bar y empieza a flirtear contigo, por ejemplo, lo más probable es que lea tus mensajes como una luz verde para proceder a cortejarte.
Pero si no dejas de intercambiar mensajes sin mencionarle siquiera la idea de salir con él, lo más probable es que empiece a cuestionarte a ti y a tus motivos.
Entendemos que te guste flirtear con desconocidos sin pretensiones, pero tienes que saber dónde poner el límite para que nadie salga herido.
Hagas lo que hagas, no le envíes mensajes al chico que no ha sido más que abierto y honesto contigo desde el principio, a menos que estés planeando verlo fuera de tu teléfono.
2. Coqueteas con ellos cuando no hay nadie cerca, pero también coqueteas con otras personas
Aunque no tiene nada de malo que te haga gracia que haya un montón de chicos flirteando contigo porque eres así de mona, no hay nada peor que darles falsas esperanzas porque quieres que sigan flirteando contigo (aunque no estés planeando tener una cita con ninguno de ellos).
Sabemos que probablemente tengas a esa persona con la que más te gusta flirtear.
Pero, tienes que entender que eres tú quien envía estas señales contradictorias porque eres tú quien coquetea con cualquiera que se atreva a mirar hacia ti.
3. Eres posesivo con ellos a pesar de que los dos no son oficialmente una cosa
“¿Quién, yo? Eso no es posible!” La mayoría de las veces, nos mentimos a nosotros mismos porque nos da vergüenza admitir que hemos hecho algo mal.
Puede que estés pensando en esa persona todo el tiempo. Quizá le envías mensajes o hablas con ella siempre que tienes ocasión. Pero en realidad no estás con ella.
Y, cuando la ves con otra persona, te enfadas y te enfadas, e incluso montas una escena porque no te puedes creer que haya hecho eso. Pero le estás enviando un mensaje equivocado (y al mundo) porque no estáis juntos.
Coquetear con alguien de vez en cuando no significa que puedas decidir con quién sale, ¿verdad?
Y, tu personalidad coqueta no excusa el hecho de que acabes perjudicando a las personas con las que trabajas, pasas el rato o incluso sales.
4. Acudes a ellos cuando necesitas algo, pero nunca les devuelves el favor
Ahora bien, el flirteo tiene diferentes capas. El flirteo no siempre tiene que ser romántico, apasionado o seductor: estás flirteando con alguien incluso cuando interpretas intencionadamente el papel que ellos quieren que interpretes para conseguir algo de ellos.
Por ejemplo, cuando te comportas o dices las cosas correctas al hablar con el hermano de tu amigo, lo haces porque quieres que se fije en ti.
Y, cuando pica el anzuelo y te pide una cita, te inventas una excusa para parecer misteriosa (y evitar el apego).
Cuando te sientes sola y necesitas a alguien con quien hablar, no evitas mandarle un mensaje porque sabes que te va a contestar.
¿Qué significa eso? Bueno, significa que te mantienes lo suficientemente cerca porque necesitas a alguien a quien puedas recurrir cuando todo el mundo se vaya.
Pero, también estás manteniendo tu distancia porque no quieres el compromiso que viene con aceptar realmente los avances que él está mostrando.
5. Estás obsesionada con ellos un día, pero te alejas drásticamente el otro
Entendemos que seas coqueta, y próspera. Pero, siempre hay un pero cuando estás jugando con las emociones de alguien porque nunca sabes cómo van a reaccionar cuando se den cuenta de que les has estado engañando todo el tiempo.
Cuando le envías mensajes a todas horas, le sonríes cada vez que le ves mirándote fijamente o haces planes con ella sabiendo que no vas en serio con nada de eso, le estás enviando mensajes contradictorios.
Y, cuando de repente cambias de comportamiento, les estás haciendo creer que han hecho algo para merecer el trato de silencio.
En realidad, les estás manipulando bastante y eso es algo a lo que tienes que poner freno.
6. Te da miedo poner etiquetas a lo que tenéis los dos
Estamos seguros de que te da miedo comprometerte o poner etiquetas a lo que tengáis porque nunca pensaste en llevar las cosas tan lejos.
Quizás estabas flirteando por tu personalidad coqueta y ni siquiera entendías que eso era lo que estabas haciendo.
Tal vez estabas flirteando porque ansiabas llamar la atención y quieres que se fije en ti tanta gente como sea posible.
Sea cual sea el caso, deja de enviarles mensajes contradictorios a menos que estés planeando mantener una relación con ellos.