Tenías a esta increíble chica a tu lado. No sólo era hermosa e interesante, sino que también tenía un alma hermosa.
Esta chica te amaba como nadie antes y no había nada que no hiciera por ti. Según ella, eras el único hombre en este mundo.
Pero lo más importante, ella te amaba por lo que eras. Conocía tu verdadero yo y te amaba, a pesar de todos tus defectos.
Nunca trató de cambiarte. Te aceptó, a pesar de todos tus rasgos de personalidad negativos.
Porque creía en ti. Creía que eras mejor hombre de lo que actuabas.
Esta chica estaba lista para mover montañas por tu bien. Ella fue la única persona que estuvo a tu lado en las buenas y en las malas.
Ella fue la única que nunca se apartó de tu lado, cuando todos los demás te dieron la espalda.
Y tú sabías todo esto. Pero en vez de apreciarlo y en vez de apreciarla, la trataste como una mierda.
La dabas por sentado, pensando que no había nada que pudieras hacer para que dejara de amarte.
Asumiste que ella se quedaría a tu lado para siempre, sin importar lo que le hicieras.
Y ahí es donde te equivocaste. Un día, ella tuvo suficiente.
Por primera vez, te miró y vio tus verdaderos colores. Vio todo tu maltrato y todo lo que le habías estado haciendo.
Se enfrentó a todo el dolor que le habías hecho pasar y decidió que ya lo había tenido.
Esta chica aceptó la dura verdad de que nunca cambiarías, que nunca apreciarías todos los sacrificios que ella había estado haciendo, que nunca la pondrías en primer lugar, que nunca dejarías de herirla y que nunca empezarías a tratarla bien.
Así que sabía que era hora de alejarse de ti, porque finalmente vio lo tóxico que eras para ella. Y eso fue exactamente lo que hizo.
Al principio, no le creíste. Estabas seguro de que sólo te amenazaba para que entraras en razón y no tomaste nada de lo que dijo en serio. Pensó que volvería en poco tiempo.
Pero después de un tiempo, vio que nunca la recuperaría. Empezaste a dudar de que no fuera en serio lo de abandonarte. Y te asustaste.
Pero te negaste a admitirlo incluso ante ti mismo. Todavía estabas jugando a ser un tipo duro que no tenía emociones. En el fondo, sentiste que morirías sin ella a tu lado.
Finalmente te diste cuenta de todo… te diste cuenta de lo mucho que te quería, de lo mucho que te dio.
Te diste cuenta de que la habías hecho pasar por una cantidad inimaginable de dolor durante años y viste que todo era culpa tuya.
Pero tu orgullo no te permitió ir tras ella. Empezaste a odiarte por esto pero no planeabas perseguirla.
Así que la dejaste ir.
Y esa fue la peor decisión que has tomado. Porque dejar ir a esta chica es algo de lo que te arrepentirás el resto de tu vida.
La buscarás en cada mujer que se cruce en tu camino. La compararás con todas esas mujeres pero nunca la encontrarás.
Ella siempre destacará y siempre será diferente.
Porque sabes lo única y especial que era en realidad. Sabes que ninguna otra mujer puede estar a la altura de ella.
Ninguna otra mujer será tan inteligente y hermosa como ella. Ninguna de estas mujeres será tan amable y comprensiva como ella.
Ninguna otra mujer será tu mejor amiga y amante y nadie más te cuidará como si fueras su familia. Pero sobre todo, ninguna otra mujer te amará como ella lo hizo.
A medida que crezcas, extrañarás que ella siempre esté ahí para ti, que te aguante y que nunca te abandone. Y te arrepentirás de cada lágrima que lloró por ti.
Te arrepentirás de todo el dolor que le causaste y de todo el daño que le infligiste.
Desearás no haberla dejado ir nunca. Pero será demasiado tarde.