Dejé de cuestionarme. Dejé de hacerme todas estas preguntas tóxicas sobre mi autoestima, mi aspecto o mi carácter. Dejé de ser tan dura conmigo misma y de magnificar cada pequeño fallo. Dejé de esperar ser perfecta para poder sentirme lo suficientemente buena para ti. Siempre seré un trabajo en progreso, pero siempre seré suficiente para la persona a la que realmente le importo.
Dejé de compararme con tus ex deseando ser de cierto color, cierta altura o cierta edad. Dejé de esforzarme por ser como ellas y pasé más tiempo tratando de ser yo misma. Tratando de ser una mejor persona, tratando de ser la mejor para el que realmente me merece.
Dejé de ponerte en un pedestal. Dejé de pensar que eres perfecto. Dejé de creer que solo yo debo cambiar y moldearme para poder convertirme en la que quieres. Dejé de ser la víctima dejándote romper mi corazón y llamándolo amor.
Dejé de dejarte arruinar tu amor por mí. Dejé de idealizar las lágrimas y el desamor. Dejé de llamar “historia de amor” a un amor no correspondido.
Dejé de intentar volver a nuestros primeros momentos juntos y preguntarme qué salió mal. Dejé de tratar de entender por qué dejaste de llamar o por qué prometiste algo que no podrías cumplir. Dejé de dejarte consumir mi mente y dejé de preguntarle a la gente sobre ti, esperando que ellos me dijeran algo que me haría feliz, esperando que me dieran la seguridad que tú no me podías dar y esperando que me dijeran que no renunciara a ti.
Renuncie a ti y me alegro de haberlo hecho.
Porque tiendo a olvidarme de todos los demás y de todo lo que estoy tratando de lograr y me concentro en el por qué no puedes verme de la manera en la que yo te veo, por qué no pude robarte el corazón de la misma forma en la que tu robaste el mío y por qué todo está en un solo lado. Tiendo a sacarte de la ecuación y culparme por todo. Tiendo a culparme por no ser lo suficientemente buena para tu amor o no ser la persona que estás buscando.
Lo entiendo ahora, entiendo cómo las personas pueden autodestruirse, entiendo cómo las personas pueden arruinar sus vidas al enfocarse solo en la persona que no puede amarlos y tratar de cambiar esa realidad. Lo entiendo.
No nos culpamos a nosotros mismos por amar a la persona equivocada, nos culpamos por el motivo por el que no podían amarnos. Confiamos en ellos con todo nuestro corazon, aunque los acabamos de conocer y nos preguntamos por qué no pudieron hacer frente y les permitimos convencernos de que su amor será nuestro triunfo, será lo que necesitamos para nuestra propia validación y todo lo que necesitamos para completarnos.
Permitimos que nos hagan sentir incompletas porque no tratamos de detenernos y mirar lo que fallaron en darnos, en quiénes fallaron ser y cuán incompatibles realmente éramos.
Dejé de permitir que me hicieras sentir incompleta. Ya soy completa.
Dejé de esperar que me hicieras sentir segura. Mi corazón nunca estaría a salvo contigo.