“¡Deja de decirme que me echas de menos!” Le grito a mi teléfono al escuchar el familiar sonido que me informa de que tengo un mensaje pendiente. “¡Argh, no puedes aparecer en mi puerta en mitad de la noche con un ramo de rosas y una carta escrita a mano con tus sentimientos de amor y tu desesperación por no poder estar juntos!”.
Seré la primera en admitir que quizás he mordido más de lo que puedo masticar con las sesiones nocturnas de Bridgerton. Pero también seré la primera en admitir que ardo en deseos de sentir el tipo de amor que Simon y Daphe o Anthony y Kate sentían el uno por el otro.
No puedo quitarme de encima la sensación de que “¡Oh, yo también te echo de menos!”, no es tan eficaz y conmovedor como “¡Te echo más de menos, mi amor! Estoy escribiendo una canción que pienso tocar para ti en persona porque voy a verte cuanto antes”.
Ni Anthony ni Simon se morirían por decir algo parecido a ASAP, pero ya te haces una idea. Hay algo dentro de mí que no puede evitar la sensación de que encontrarías una manera de mostrarme que me echas de menos en el caso de que fueras en serio.
Que encontrarías la manera de demostrarme que te importo durante más de los treinta segundos que necesitas para escribir ese enloquecedor mensaje. “¡Argh, déjame mostrarte lo que quiero decir cuando te digo que dejes de decirme que me echas de menos! En lugar de eso, haz una de estas cosas”.
1. Aparecer
Así es, estoy hablando de aparecer en mi puerta con algún gran (o no tan gran) gesto romántico (otra vez). No te equivoques: decirme que me echas de menos no apesta del todo, solo es la forma más perezosa de hacerle saber a alguien que estás pensando en él.
Decirme que me echas de menos, apesta porque no estás haciendo ningún esfuerzo para cambiar el hecho de que me echas de menos. ¿Qué esperas que haga cuando me envíes ese mensaje de “te echo de menos” en mitad de la noche? ¿Enviar un “yo también te echo de menos” y dar por terminada la noche como un loco?
Los dos sabemos que eso no va a suceder porque quiero saber que estás dispuesto a hacer un poco de trabajo para que la parte de “me extraño” de esta relación sea un poco más fácil. Créeme, no tienes que hacer lo de “Patrick en 10 cosas que odio de ti” y darme una serenata delante de todo el equipo de fútbol.
No tienes que hacer lo de Noé en el Libro de Notas y construirme la casa de mis sueños. Pero tienes que dejar de decirme que me echas de menos. Tienes que aparecer y demostrarme que me echas de menos sin que esas tres palabras salgan de tu boca.
2. Escribir una carta
No me digas que hay algo más romántico que armarse de valor para plasmar tu corazón en un papel y dejarlo en la puerta de tu único y verdadero amor. Oh, ¿te preocupas por mí? ¿No puedes esperar a verme? ¿Me echas de menos? ¡Ponte a escribir, entonces!
¿No crees que sería mejor sacar tiempo de tu día para escribirme un par de líneas contándome tu día que saltar a Internet para enviarme tres palabritas? No me malinterpretes, un “te echo de menos” puede ser bonito de vez en cuando. Pero un texto así se diluye con el tiempo.
Así que deja de decirme que me echas de menos y empieza a escribirme una carta sincera cuando quieras compartir algo dulce conmigo. Créeme, ¡no hay nada que una chica aprecie más que eso!
3. Prepara una sorpresa
¿Qué crees que preferiría, escuchar esas tres palabras mientras te preparas para dejar la conversación o encontrarlas colocadas por todo el apartamento? Hay algo entrañable en sorprender a alguien sin una razón o una agenda oculta.
No tienes que esperar a mi cumpleaños o al día de San Valentín. Toca mi canción favorita por teléfono, entrégame un ramo de flores que hayas recogido tú mismo del jardín de tu vecino o incluso prepara mi bebida favorita de Starbucks desde cero.
No hace falta que te gastes todo tu sueldo o que toda tu familia te ayude con un gran gesto. Créeme, puedes hacer que me sienta amada, apreciada y extrañada con una simple sorpresa que hayas preparado porque querías dejar de darme un trato de boquilla.
4. Comparte un abrazo
Abrazar a un ser querido significa cosas diferentes para cada persona. Pero una cosa es segura: abrazar a alguien que quieres desarrolla una relación más profunda y significativa con esa persona que un simple abrazo. Así que sí, ¡siempre puedes compartir un abrazo conmigo!
No me malinterpretes, puedes hablarme de lo mucho que me echas de menos y de que no puedes vivir sin mí (búscame una mujer que no quiera oír eso). Pero, ciertas conversaciones necesitan ese impulso de oxitocina que se produce cuando la persona que te importa te rodea con sus brazos.
“¡Deja de decirme que me echas de menos, Juan! Ven aquí y abrázame como si tu vida dependiera de ello”. – Parece una frase sacada de una mala película. Pero seamos sinceros, esa película parece tener un gran consejo para las personas que están tratando de mantener su relación feliz y saludable.
5. Haz una comida casera
Una de las mejores maneras de hacer que alguien se sienta amado, apreciado y atendido es prepararle una comida casera. Hay algo muy especial en tomarse un tiempo del día para cortar unas verduras, asar una carne y preparar una comida reconfortante para alguien a quien quieres.
“El camino al corazón de un hombre es a través de su estómago”, y eso también vale para las mujeres. Hacerle a la mujer que amas una comida casera no solo le demuestra que la echas de menos, sino mucho más.
Así que deja de decirme que me echas de menos y empieza a prepararme esa pasta con feta al horno que está por todas partes en TikTok. O mejor aún, prueba todas las recetas que se han hecho virales. Créeme, no hay mejor manera de llegar a mi corazón.