¿Cuántas veces alguien te ha llamado “demasiado necesitada”? Tanto si hablamos de amistades, relaciones familiares o románticas, apuesto a que has oído estas palabras más de lo que te gustaría admitir.
No te preocupes, no estoy aquí para juzgarte, sobre todo porque a mí también me han llamado así.
¿Qué significa ser “demasiado necesitado” y por qué deberías redimirte por algo que hiciste?
Esta extraña sociedad nuestra nos ha puesto unos estándares y ha predefinido todas nuestras relaciones. ¿Y si yo no quiero vivir según esas normas establecidas?
¿Y si mi definición de la vida, el amor o la amistad no incluye ninguna pauta concreta sobre cómo tratar a la otra persona?
No tenemos las mismas necesidades ni los mismos valores, así que ¿por qué intentar encajar en el marco cuando deberíamos destacar y celebrar la diversidad del mundo?
Ser necesitado tiene una definición diferente para cada uno de nosotros. El modo en que te comportas con tu pareja depende en gran medida de tu lenguaje amoroso y del modo en que te han tratado antes.
A todos nos han roto antes, pero no necesariamente las relaciones románticas fueron la causa.
Tus padres son los que más han influido en tu vida, de eso no hay duda, pero no digo que sean completamente responsables.
Todas tus experiencias interpersonales te moldearon hasta convertirte en quien eres hoy, con todos tus vicios y virtudes.
La forma en que afrontaste los desamores y la calidad y duración de tu proceso de curación también desempeñan un papel importante.
Lo que se convirtió en normal para ti en estos años de encontrarte a ti misma seguramente no es lo mismo de normal para mí. Por eso la comunicación es la clave de las relaciones sanas.
Tienes que explicar abiertamente a tu pareja lo que esperas y necesitas de él (y viceversa también, claro). Sólo así no llegarás a ser “demasiado” o “demasiado poco”.
Tú sabrás desde el principio cuáles son tus “deberes” como novia, y él sabrá que necesitas que te tranquilicen de vez en cuando.
Entonces, ¿deberías redimirte por ser demasiado necesitada? La respuesta es sencilla: no. Si es el hombre adecuado para ti, nunca parecerás necesitada ni pegajosa.
No tendrás miedo de que tu pareja te deje por alguien mejor porque eres la persona perfecta para él.
Si no es el hombre de tus sueños, no importa lo que hagas, nunca serás lo suficientemente buena. Te culpará constantemente por asfixiarle, por no darle tiempo a solas e incluso por poner límites en una relación.
Hagas lo que hagas, nunca estará satisfecho con la cantidad de amor y cariño que le das. Pero no te conformes, porque te mereces mucho más.
No te han enviado a este mundo para que te moldees en función de las necesidades de otra persona.
Celebra todo lo que eres y acéptate plenamente. Deja de modificarte para ser la mujer perfecta, porque ya lo eres. Conocerás a un hombre que aceptará todas tus imperfecciones y las amará a la perfección.
El chico adecuado satisfará todas tus necesidades, y entenderá perfectamente cuando necesites abrazos y acurrucamientos extralargos.
No se quejará cuando le llames sólo para oír su voz, porque empezó a dolerte físicamente lo mucho que le echas de menos.
Se quedará a tu lado pase lo que pase, y no te soltará la mano durante las tormentas. Cuando necesites que alguien se limite a escuchar tus desvaríos, ni siquiera tendrás que pedírselo porque él ya estará allí.
Si no te encuentras bien, siempre puedes contar con él para que aparezca el primero en tu puerta y te traiga sopa y vitaminas.
Te seguirá el juego con tus locas ideas cuando quieras besarle en el momento exacto en que la primavera o el invierno llamen a tu puerta.
¿Y lo mejor de todo? Adorará todas tus rarezas y nunca te llamará necesitada. El chico perfecto para ti sabrá cómo hacerte sentir especial.
También tendrá un par de ases en la manga para sacarte esa bonita sonrisa, después de que lleves horas llorando.
Tu media naranja te querrá bien y nunca dejará de demostrártelo. Nunca dejará lugar a dudas o sospechas, y te controlará a diario, aunque no se lo hayas pedido. Lo que para otros era “necesidad”, para él será “lo justo”.
No se va a quejar si algunos días le “molestas” más, y entenderá cuando necesites estar sola. No te preocupes, cariño, cuando encuentres al hombre adecuado para ti, lo sabrás.
Todo tu cuerpo lo sabrá, y tu corazón y tu mente estarán de acuerdo con él.
Por primera vez, no tendrás que preguntarte si estás demasiado necesitada, y seguramente no pensarás en redimirte.
Tendrás la libertad de ser quien quieras ser, y cambiar tantas veces como quieras porque por fin hay alguien que amará de verdad todas las versiones de ti.