Un hombre de verdad nunca te dejará adivinando el papel que pretende jugar en tu vida.
Un hombre de verdad siempre es sincero sobre el papel que quiere que tú también juegues en su vida.
Sólo un hombre tóxico juega con los sentimientos de una mujer.
Sólo un hombre tóxico tiene la audacia de sacar lo mejor de una mujer y luego dejarla en la estacada.
Dios sabe cuántas mujeres se han quedado sin nada en la vida hasta ahora. Y sólo Dios sabe cuántas mujeres han sido dejadas altas y secas por muchas veces en sus vidas.
Sólo porque haya mujeres que estén dispuestas a llevar su corazón en la manga, sólo porque haya mujeres que estén más que dispuestas a elegir a un hombre y a dedicarse totalmente a él, eso no es una luz verde para usarlas y luego dejarlas como si fueran lo más irrelevante de su vida.
¿Dónde encuentran el corazón para hacerlo los hombres que dejan a este tipo de mujeres? ¿Y cómo duermen este tipo de hombres por la noche?
¿Cómo duermen por la noche sabiendo que rompieron los corazones de las mujeres que esperaban ser elegidas, que merecían ser elegidas?
Las excusas más cobardes siempre provienen de hombres que no están dispuestos a asumir responsabilidades por sus acciones.
Cuántas veces has oído decir: “Ella fue la que quiso darme todo, pero yo nunca lo pedí”? Esto es un montón de mierda, disculpe mi francés.
Si no quería nada de ti, debería haberse asegurado de que lo supieras.
Si él no quería usarte como él dijo, debería haber dejado de tomar tu bondad, porque en su aceptación de tu bondad y de todas las cosas que hiciste por él fue una promesa silenciosa de que ustedes dos estaban destinados a ser algo más.
Cuando un hombre de verdad te quiere, es franco al respecto. Cuando un hombre de verdad no tiene ningún interés en ti, también es sincero y nunca te enviaría señales contradictorias.
Sólo un cobarde, una pobre excusa para un hombre, te engañaría durante mucho tiempo sin ninguna intención de estar contigo. Pero no es tu culpa, ya que él dominó este tipo de juego hace mucho tiempo.
Le diste tus años. Lo que tenías no era sólo un parpadeo y se acabó. Era mucho más que eso. Fueron días, semanas, meses, años de tu tiempo y de tu esperanza.
Fueron muchas noches de insomnio en las que esperaste a que te eligieran y en las que hubo muchos indicios de que te lo merecías, pero su decisión final nunca llegó.
Le diste tu amor.
Le diste tu sonrisa y tu risa y tu mano y tu corazón. Tú estuviste ahí para él.
Pudiste sentir cuando algo andaba mal en su vida y siempre supiste qué decir en un momento dado. Siempre estuviste dispuesto a salvarlo cuando vino a ti, herido por el mundo. No importaba lo que necesitara, tú lo tenías. Incluso cuando a veces no tenía ni idea de lo que necesitaba, tú lo sabías por él.
Fuiste su estrella guía en la vida. Tú fuiste quien le ayudó a llegar al lugar donde puede ser encontrado ahora. Invertiste mucho en él y ¿qué obtuviste al final? Una bolsa llena de nada.
Nunca te pidió nada de lo que le diste, pero tampoco dijo que no lo quería.
Nunca te pidió nada en voz alta, pero aún así esperaba que le dieras lo que necesitaba. La única razón por la que nunca lo dijo en voz alta fue para poder mantener su conciencia limpia cuando esas cosas sucedieron.
Él quería estar’limpio’ cuando usted vino a él para cobrarle por todo el bien que usted hizo por él.
Cuando viniste llamando y pidiendo más en la vida, cuando le pediste que te diera lo que te merecías y lo que le habías estado dando todo este tiempo, él no tuvo la decencia de dártelo.
No tuvo la decencia de elegirte y cuando te cansaste, se distanció diciendo que nunca te había pedido nada. No lo pidió, pero seguro que se lo esperaba.
¿Qué hace una mujer tan devota, tan dotada, tan amable y tan cariñosa como quieras de tal excusa para ser un hombre?
Seamos sinceros, ¿sí? Si tuviera alguna intención de elegirte, ya habrías sido elegido.
Si quisiera recompensarte por tu lealtad y por todas las veces que estuviste ahí para él cuando nadie más lo estaba, por todas esas veces que lo elegiste por encima de ti mismo, ya sería un trato hecho. Pero no lo hizo.
Lo peor de todo es que tú mismo eres consciente de ello, pero sigues negándote a aceptarlo.
Eres una mujer inteligente. Te permitiste esta vez no ser estúpido, sino ser guiado por tu corazón y por la esperanza de que un día él vería el valor que hay en ti y que te valoraría por lo que eres y por lo que hiciste por él.
Tú esperabas que fuera un hombre mejor de lo que te había mostrado, y seguías dando hasta el punto en que no había nada más de lo que podías dar. Y sin embargo, no tuvo la decencia de elegirte.
En vez de elegirte a ti, decidió no hacerlo.
Decidió ser un cobarde y egoísta y se negó a comprometerse. Quería estar abierto a todas las opciones que existían. Pero eso estaba lejos de lo que te merecías o de lo que te convenía. El secretamente esperaba que eventualmente lo extrañaras tanto y que estuvieras listo para conformarte con menos.
Lo que no se dio cuenta es que una vez que una mujer como tú se va, no importa cuánto dolor pueda soportar, ella nunca regresará.
Lo único que te queda por hacer es demostrarle de qué estás hecho.
Te debes a ti mismo elegir cuando él no tiene la decencia de hacerlo. Te debes a ti mismo dejar de entregarlos a alguien que no te valora.
Te debes a ti mismo dejar de ser explotado por un hombre que no es realmente un hombre, sino una pobre excusa para serlo.
Así que elígete a ti mismo. Elige ser tu propio héroe. Elige salvarte de la relación tóxica y decide no conformarte con menos.
Una mujer como tú se merece el mundo y si el hombre que quieres no te lo va a dar, entonces deja de quererlo. Porque hay alguien digno de ti y hay alguien que te valorará por lo que eres.
Hay un hombre de verdad que te dará un lugar en su vida. Deja de elegir no ser elegido.