Cada vez que hacemos algo, existe la posibilidad de que cometamos un error. La única vez que no cometerás ninguno es si te quedas sentado en casa y no haces literalmente nada.
Sin embargo, los errores que cometemos suelen molestarnos hasta el punto de estresarnos y asustarnos para seguir adelante.
Las primeras citas ya son bastante estresantes por sí solas y, si por alguna razón salen fatal, tienen suficiente poder para quitarnos el sueño durante al menos unas cuantas noches.
Pero oye, tienes que saber que no es el fin del mundo, ¡aunque ahora lo parezca!
Y por eso estamos aquí hoy. Chica, no eres la única que se culpa por el fiasco de su primera cita.
¿Qué ha pasado? ¿Te reíste e hiciste un ruido raro que te molesta desde entonces? ¿Hablabas demasiado porque estabas nerviosa? No es nada grave, ¡sólo estabas nerviosa!
¿Sabes que en realidad hay algo bueno que salió de esa situación? Te ayudó a darte cuenta de que realmente te gusta, ya que estás estresada por la no tan buena primera cita.
Bueno, si ese es el caso, quiero ayudarte a redimirte. ¡Vamos a aprender cómo!
1. No pienses demasiado, comunica
Pensar demasiado es un problema al que todos nos enfrentamos de vez en cuando. Algunos más que otros, pero es un hecho que se ha convertido en uno de los problemas más comunes hoy en día.
Después de una primera cita horrible, pensar demasiado se convertirá en uno de tus peores enemigos.
No te permitirá pensar con claridad y te culparás incluso de cosas que no has hecho mal. Así que intenta salir de tu cabeza y analizar la situación objetivamente.
Coge el móvil y mándale un mensaje. Dile que te divertiste con él y no tengas miedo de comunicarte.
2. Piensa en sus fallos
Seguro que no eres la única que se puso nerviosa en su primera cita. Los chicos suelen estar incluso más estresados y ansiosos que las chicas.
Y cuando hay dos personas estresadas que además están enamoradas la una de la otra, no es raro que algunas cosas no salgan como esperabas.
Mirando hacia atrás a la cita, te centraste demasiado en las pequeñas cosas que no te gustaron de tu comportamiento y ahora te estás culpando por ello.
Probablemente él esté haciendo lo mismo y preguntándose qué cosas podría haber hecho de otra manera.
Por lo tanto, hay algunos errores que él también cometió. Céntrate en ellos un rato y te darás cuenta de que no es culpa tuya que la cita fuera horrible.
Todos somos humanos y debe haber algo que él también haya hecho, pero tú lo ignoraste porque estabas demasiado centrada en culparte a ti misma.
3. Cálmate (no es el fin del mundo)
Vale, ahora que ya sabes que todo el mundo comete errores, no debería resultarte difícil darte cuenta de que no es el fin del mundo. Y si de verdad te gusta, necesitas tranquilizarte para poder hacer planes de futuro.
¿Y qué si hablaste de ti más de lo que crees que deberías? A lo mejor sólo has conseguido que le gustes más. ¿Es realmente horrible que hicieras ese ruido al reír?
No creo que lo sea, ya que sólo es una prueba de lo bien que lo pasasteis juntos. Mirarlo en retrospectiva con esta mentalidad definitivamente te ayuda a darte cuenta de que no es tan horrible como parecía al principio.
4. Pide perdón
A veces lo único que puede ayudarnos a superar los errores que creemos haber cometido es pedir disculpas.
Disculparse es una forma de admitir que podríamos haber hecho algo de otra manera y le dice a la otra persona que nos importa y que respetamos la relación que tenemos con ella.
Enviar un pequeño mensaje también será una gran introducción para hablar de vuestra segunda cita. Es un pequeño gesto que definitivamente tiene el poder suficiente para ayudarte a alcanzar tu objetivo.
5. Pide una segunda cita
Bien, resumamos. Tuviste una primera cita con él. Como ambos os gustáis de verdad, estabais muy nerviosos y los dos cometisteis algunos pequeños errores que hicieron que toda la cita pareciera incómoda.
Cuando volviste a casa, te sentiste mal porque pensabas que la cita había sido horrible.
Sin embargo, acabas de darte cuenta de que no es tan horrible como parece. De hecho, tiene el potencial de convertirse en tu chiste habitual cuando empecéis a salir juntos.
Si de verdad te gusta, no tengas miedo de pedirle una segunda cita. Seguro que él siente lo mismo, así que no dejes que el miedo te detenga.
6. Cambia los comportamientos que arruinaron vuestra primera cita
Ahora que ha accedido a tener una segunda cita, tendrás que repasar todo lo que crees que salió mal en la primera.
Incluso puedes coger un trozo de papel y un bolígrafo y escribir los pros y los contras de todo lo que ocurrió en aquella ocasión.
Luego utiliza esa lista para modificar tu comportamiento la próxima vez que le veas. Por supuesto, no puedes modificar su comportamiento, él tendrá que hacerlo por sí mismo.
Pero puedes prestar atención a las cosas por las que te culpaste, así podrás sentirte más relajada y feliz cuando la segunda cita llegue a su fin.
7. No pasa nada si ha sido un fiasco
Por último, recuérdate una vez más que no pasa nada si la primera cita fue un fiasco. De hecho, ocurre mucho más a menudo de lo que crees.
Ahora tienes la oportunidad de redimirte y deberías empezar a centrarte en ello.
Vuelve a poner esa bonita sonrisa en tu cara y escucha tu canción favorita. Te ayudará a relajarte mientras te preparas para volver a verle. Puedes hacerlo, ¡así que no tengas miedo!