Enamorarse es diferente para cada uno de nosotros, y hay ciertos momentos en los que sabes que esa persona es la elegida.
A veces no puedes explicarlo con palabras, pero en el fondo lo sabes. Tu corazón y tu mente coinciden en esa persona especial, no hay duda.
Sé que algunos ansían grandes gestos y citas románticas, pero al final lo que importa son las pequeñas cosas. Quizá nunca descubramos cómo aman de verdad los hombres, pero aquí tienes la lista de momentos que les hicieron enamorarse de sus mujeres.
Espero que estés lista para sentir el calor de su amor.
1. “No me temblaban las rodillas ni la voz”.
“Siempre supe que esas películas románticas no dicen la verdad. ¿Cómo puedes estar nervioso cerca de la persona que amas? ¿Cómo puedes olvidar la frase, o cuál es tu película favorita?
Por eso me dije: Cuando conozcas al elegido, no te temblarán las rodillas ni la voz. Pues eso es exactamente lo que pasó. Cuando conocí a mi novia (ahora mi esposa), me sentí tan bien.
Salimos un par de veces a tomar un café, pero al final dimos un largo paseo por la ciudad. Cuando digo largo, lo digo en serio.
Todavía no entiendo cómo hemos caminado más de cinco horas en una ciudad tan pequeña como ésta.
Era el final de la primavera y, lo juro, todo se puso en su sitio en cuanto la vi caminar hacia mí. Sonreía y nos dimos un largo abrazo.
Después de ese día, supe que quería pasar el resto de mi vida con ella. Sé que suena más cursi que esas comedias románticas, pero oye, nos hemos encontrado”.
– Mario, 26 años
2. “Llovía mucho y a ella no le importó caminar conmigo”.
“Bueno, eso fue hace 10 años, pero aún lo recuerdo como si fuera ayer. Llevaba un vestido rojo ceñido al cuerpo, su pelo, normalmente liso, estaba un poco rizado y también se había maquillado.
Teníamos una cita en un bar y empezó a llover a cántaros. Como iba muy arreglada y no cogimos el paraguas de mi coche, le dije que iría a recogerla en unos minutos.
Ya sabes que las chicas no suelen querer mojarse ni empapar sus zapatos nuevos, ¿verdad? Mi querida se levantó de la silla y me agarró del brazo. Dijo algo sobre que no iba a dejar que me pusiera enferma yo sola.
Me reí mucho, pero en ese momento supe que era ella. No le importó acompañarme hasta el coche, aunque pasó mucho tiempo arreglándose.
Por supuesto, ese fue el día en que nos dimos nuestro primer beso bajo la lluvia. Tengo que admitir que eso tiene algo especialmente romántico”.
– Oscar, 35 años
3. “Me enamoré de ella cuando comimos juntos por primera vez”.
“Tardé un tiempo en armarme de valor e invitarla a salir. Finalmente, tuvimos una cita. La llevé a mi restaurante favorito y pedimos comida.
No puedo describirte lo genuinamente feliz que estaba cuando llegó la comida.
Fue entonces cuando decidí que me casaría con ella y que haría cualquier cosa para hacerla feliz. Pasaron un par de años y me dijo que sí”.
– Juan, 31 años
4. “Dijo que sólo puedo cayera por ella”.
“En mis días de Universidad, pasaron algunas cosas raras de las que no quiero hablar ahora. Pero, también fue cuando conocí a mi esposa.
Estábamos en una fiesta en la que había un montón de gente y, como suele pasar, después de un par de copas necesité ir al baño. Entonces no nos conocíamos, así que ella estaba en la otra mesa con su grupo de amigos.
De camino al baño, tuve que pasar junto a ella y, al hacerlo, tropecé. Ella me cogió antes de que golpeara a una de sus amigas y añadió que si me iba a caer, sería mejor que me cayera por ella. Y fue entonces cuando me robó el corazón”.
– Jesus, 33 años
5. “Fue en nuestras primeras vacaciones cuando me di cuenta de que no hay otra persona con la que quiera estar”.
“Creo que no tengo una respuesta especial para esto. Me di cuenta de que no había otra persona con la que quisiera estar porque podía estar con ella las 24 horas del día.
Nos tumbábamos los dos en la cama y leíamos libros, comíamos juntos y tomábamos café.
Veíamos películas todas las noches antes de acostarnos y dábamos largos paseos por la playa. Ella se reía de mis chistes tontos y yo disfrutaba viéndola feliz. Simplemente eso”.
– Christian, 29 años
6. “Dio de comer a mi perro”.
“Creo que fue la primera o segunda vez que se quedó a dormir en mi apartamento. Es una persona madrugadora, y a mí me encanta quedarme en la cama bastante tiempo después de despertarme.
Así que, ese día me levanté y la vi con mi camiseta y dando de comer a mi perro. Ojos de corazón, al instante”.
– Diego, 24
7. “Me abrazó y lo único que sentí fue paz”.
“Hay días en los que simplemente estoy agotada. Trabajo como médico de urgencias y muchas cosas pueden ir mal en el trabajo.
Cuando conocí a mi novia hace un par de años, me dijo que me admiraba mucho por hacer algo tan importante como eso. Creo que con el tiempo olvidé el verdadero significado de este trabajo.
De todos modos, un día, en particular, fue extremadamente difícil. No ocurrió nada fatal, gracias a Dios, pero estaba muy enfadada con el mundo entero. Hasta que llegué a casa y ella me abrazó.
Normalmente prefiero estar sola hasta que se me aclaran las ideas y vuelvo a ser la misma de siempre. Pero esta vez, su abrazo fue más que suficiente. Fue como si recogiera todos mis pedazos y los uniera suavemente.
Por fin estaba en paz, y hacía mucho tiempo que no me sentía así”.
– Marcos, 29 años