El rechazo es probablemente una de las peores partes de cualquier relación. El miedo al rechazo puede impedirte tener éxito, y el rechazo en sí puede romperte el corazón en mil pedacitos.
Sin embargo, está ahí y todo el mundo tiene que pasar por él al menos una vez.
Por eso, es importante aprender a afrontar adecuadamente el rechazo para no caer en un profundo abismo de desesperación y autodesprecio.
Si has experimentado el rechazo de tu pareja de toda la vida o de alguien que se suponía que iba a llegar a serlo, es probable que ahora mismo estés sintiendo toda la pesadez del mundo.
Pero también es posible que te estés aferrando a la esperanza de que las cosas cambien milagrosamente y que tu pareja se dé cuenta del error que ha cometido y decida volver contigo.
Permíteme que te lo diga desde el principio: la esperanza es tu peor enemigo en este caso. No tengas esperanzas de que os reconciliéis porque no te servirá de mucho.
Sólo conseguirá que sigáis en el mismo sitio durante meses, sin dar nunca un paso de mejora.
Todo lo que tienes que hacer ahora es aceptar el rechazo en su forma cruda y trabajar para curarte. ¡He aquí cómo lo lograrás!
1. Acepta el rechazo y no intentes cambiar la situación
La única forma de afrontar el rechazo es aceptarlo tal y como es. Nadie puede negar el dolor que causa ser rechazado por tu pareja, pero en última instancia tienes que aceptarlo y seguir adelante.
Si tu pareja se acerca a ti con el desafortunado deseo de romper contigo, no intentes hacerle cambiar de opinión. Las posibilidades de que lo haya pensado una y otra vez son muy altas, así que seguro que sabe lo que quiere.
E incluso si más tarde se da cuenta de que cometió un error, en ese momento concreto quería salir de tu vida.
Además, ¿por qué deberías molestarte en ir detrás de alguien que te ha dicho abiertamente que no te quiere?
Sé sincera contigo misma y con tu futura ex pareja. Reconoce que estás dolida y triste, incluso enfadada, pero acepta que se ha acabado.
Intenta mantener la calma y la serenidad, y no te dejes llevar por respuestas impulsivas que incluyan maldiciones e insultos.
Deja que la retirada pacífica sea tu principal objetivo.
2. No te culpes
Uno de los mayores favores que puedes hacerte a ti mismo en las fases iniciales de afrontar el rechazo es no culparte nunca.
Claro, tienes que ser realista e introspectivo y ser capaz de señalar tus propios defectos y errores. Pero debes recordar que no puedes culparte por completo del resultado de tu relación.
Encontrar la culpa únicamente en uno mismo nunca es bueno para la salud mental. Sólo puede conducir a una baja autoestima, al dominio de las inseguridades y a la aversión hacia futuros compromisos.
La razón por la que tu pareja te rechazó probablemente tenga raíces en su vida cotidiana personal. Seguro que le afecta mucho, pero eso no significa que provenga de sus defectos y fallos.
Y aunque así fuera, ¿y qué? Que no fueras lo bastante buena para él no significa que no seas perfecta para otra persona.
Recuerda: podrías ser la magdalena más deliciosa de la bandeja, y aun así habría alguien a quien no le gustaran las magdalenas. Eso no significa que sea culpa tuya, sino que cada uno tiene sus preferencias.
3. No idealices demasiado el pasado
Para lidiar con el rechazo de la manera correcta tienes que dejar de mirar tu pasado a través de lentes color de rosa.
Idealizar demasiado tu relación pasada sólo hace que se apague la esperanza que tienes de volver a estar juntos y nunca deja que disminuya del todo.
Y esa esperanza sólo te impide superarlo todo y seguir adelante con tu vida.
Sé que es más fácil decirlo que hacerlo. El rechazo, en un sentido más general, hace que lo que ya no es nuestro sea diez veces mejor.
Una universidad en la que no nos aceptaron parece la mejor de todas, el trabajo que no conseguimos es de repente el único que importa, y el chico que nunca nos devolvió la llamada es, por supuesto, nuestro futuro marido que se nos escapó.
Del mismo modo, una pareja que te trató mal se convierte de repente en el mejor hombre, y tus recuerdos de tu relación pasada ya no parecen pintados de negro.
Si tu pareja rechazó tu amor y decidió romper contigo, las probabilidades de que vuestra relación fuera ideal son muy bajas.
Seguro que tuvo sus menciones honoríficas, pero ahora mismo es importante que tengas en mente una imagen completa.
Sé realista contigo mismo. No fue tan bueno como tus pensamientos intentan retratarlo, y obviamente no estaba destinado a ser.
4. Rodéate de amigos íntimos y familiares
Cuando una persona a la que amas te rechaza y decide dejarte para siempre, probablemente querrás retirarte y pasar todo el tiempo que puedas a solas, autocompadeciéndote.
Te recomiendo encarecidamente que no lo hagas. Lo que más necesitas ahora es la compañía de personas que de verdad te quieran y se preocupen por ti.
Así que rodéate de tus mejores amigos y familiares. Pasa tu tiempo libre con ellos, organiza noches de cine o de juegos, ve a almuerzos, apúntate a clases de yoga, haz barbacoas los domingos o incluso planead un viaje por carretera juntos.
El rechazo puede hacerte sentir indigno y como si no fueras suficiente, pero el tiempo que pasas con tus seres queridos más cercanos puede devolverte el sentimiento de autoestima y reparar tu corazón roto.
Al pasar tiempo con personas que genuinamente te aman y se preocupan por ti, podrás lidiar adecuadamente con el rechazo de tu pareja y darte cuenta de que nunca fue tu carga en primer lugar.
5. Y por último, acepta que el rechazo es una parte normal de la vida
Si tienes que llevarte algo de este artículo, que sea este último pensamiento: El rechazo fue, y siempre será, una parte normal de la vida humana.
Cuanto antes te des cuenta de ello, mejor será tu percepción de la vida, en general.
Esto no se aplica únicamente a las relaciones, sino a cualquier otro segmento de la vida en el que puedas ser rechazado o sustituido por algo (o alguien) distinto.
Una vez que te des cuenta de esto, vivirás una vida mucho más tranquila y plena. Te lo garantizo.
El otro día, hablando con mis amigos, me preguntaron qué haría si mi novio (con el que mantengo una relación feliz desde hace más de un año) un día decide engañarme y se niega a solucionar nuestros problemas.
Les dije que me sentiría dolida, por supuesto, pero que aceptaría la situación tal como es y simplemente seguiría adelante.
Estaría agradecida por el tiempo que pasé con él y por la nueva oportunidad que se me presentaba de repente.
Porque para mí el rechazo nunca es un callejón sin salida, sino una intersección. Tiene la capacidad de redirigirme hacia otro camino que, inevitablemente, puede acabar siendo mejor que el camino por el que iba al principio.
Así que, toma ejemplo de mí y haz lo mismo. Acepta el rechazo y la posibilidad inevitable de que se produzca, y trabaja diligentemente para desarrollar tu fortaleza emocional, de modo que puedas afrontarlo cuando te suceda.