Creo que todos nos hemos preguntado al menos una vez en la vida si deberíamos seguir siendo amigos de nuestro ex o no. Es un proceso de pensamiento natural después de una ruptura: ser amigos o no serlo.
Pero, ¿es saludable? ¿Apoya esta amistad nuestro camino de crecimiento personal? Puedo decirte por experiencia propia que no. Cada vez que he intentado seguir siendo amiga de uno de mis ex, esa amistad me ha costado algo en mi vida, ya sea mi preciada paz mental, mi progreso o mi nueva relación.
Así que hoy, estoy feliz de compartir contigo las 8 formas principales en las que ser amigo de tu ex puede arruinar tu vida.
1. No tienes espacio para procesar la ruptura
Una ruptura puede ser una experiencia abrumadora, especialmente para la persona que no la vio venir. Por eso, no hay nada peor que oír a tu pareja decir: “Oye, creo que deberíamos romper. Pero podemos seguir siendo amigos”.
¿Cómo diablos podríais seguir siendo amigos, cuando quieres que seáis mucho más que eso?
En este caso, cuando no te encanta la idea de una ruptura, pero tienes que aceptarla y vivir con ella a pesar de todo, lo mejor es distanciarte de tu ex.
Necesitas algo de tiempo y espacio para procesar todo lo que ha pasado en tus propios términos, y esa amistad no hará que tu recuperación sea más fácil. Es más, sólo la prolongará.
2. Vuestra amistad puede convertirse en una situación de “amigos con derecho a roce
Claro que tú y tu ex podéis seguir siendo amigos. Podéis seguir haciendo todas las cosas que hacen los amigos: ir a la compra, hacer senderismo, pasear al perro, salir de fiesta o ver películas.
Pero, ¿qué pasa cuando de repente lleváis el “Netflix and chill” demasiado lejos? Estáis en el piso del otro, todo os resulta familiar y seguro, habéis abierto una copa de vino y las líneas de lo que es apropiado y lo que no lo es están muy difuminadas.
De repente, algo que es “cosa de una sola vez” y que “nunca volverá a ocurrir” se convierte en vuestra rutina. Es decir, es divertido y excitante porque está muy mal, pero sólo te está impidiendo curarte del todo de la ruptura y seguir adelante.
Por no mencionar que es sólo cuestión de tiempo que las viejas emociones entren en la charla. Entonces, los progresos que tanto te ha costado conseguir se irán por el desagüe, y volverás al principio, otra vez.
3. Ser amigo de tu ex puede darte falsas esperanzas
La amistad con tu ex también te da falsas esperanzas, sobre todo si todavía sientes algo por esa persona. Cada gesto amable (¡amistoso!) que hace, puedes percibirlo como su forma de flirtear contigo o de intentar reconquistarte.
Puede ser muy agotador intentar descifrar los sentimientos de alguien por ti, cuando en realidad son bastante obvios. Sin embargo, una persona que está enamorada es a menudo también delirante y cree las cosas que quiere creer.
4. Esta amistad puede pasarte factura mentalmente
Si todavía estás enamorada de tu ex o tienes algún sentimiento fuerte hacia él, seguir siendo amigas después de la ruptura sólo puede costarte tu tranquilidad.
La presencia de tu ex en tu vida, por endeble que sea, será un recordatorio constante de todo lo que habéis pasado. Te enjaulará y te mantendrá prisionera de tu propio pasado, haciendo que luches contra la ansiedad, los ataques de pánico o incluso la depresión.
5. Puede que te cueste enamorarte de otra persona
Esto es bastante obvio. Si eres amiga de tu ex, por quien aún sientes algo, enamorarte de otra persona nunca será una tarea fácil.
Claro, puedes descargarte Tinder y tener citas. Puede que incluso encuentres a alguien y presentes a esa persona a tus amigos. Pero todo eso puede ser falso y estar hecho con la intención de darle celos. Lo cual, por supuesto, nunca es un buen motivo para entablar una relación con nadie.
Ser amiga de tu ex puede posponer significativamente tu vida amorosa y hacer que encontrar la pareja adecuada para ti sea diez veces más difícil.
6. Los celos pueden llegar a consumirte
Imagina que eres amigo de una persona por la que aún sientes algo. Imagina que esta persona encuentra una nueva novia y te habla de ella.
Sois amigos, ¿verdad? Se supone que deberías alegrarte por él. Y aunque sientas una pizca de felicidad, el sentimiento que domina en tu interior son los celos.
Esto es de esperar si no te has dado tiempo para recuperarte de la ruptura. Es imposible que seas realmente feliz o al menos indiferente hacia la vida amorosa de tu ex porque todavía sientes algo por él.
Así que, naturalmente, los celos te consumen. Lo cual es, honestamente, algo que realmente no necesitas ya que no apoya tu viaje de curación.
7. Estás haciendo las cosas incómodas para vuestros amigos comunes
Ser amiga de tu ex puede poner a tu grupo de amigos en una situación muy incómoda. Estas personas aceptaron a tu pareja en su momento y estaban acostumbradas a veros como pareja. Pero ahora tienen que lidiar con vuestras extrañas y muy probablemente forzadas buenas relaciones y posibles arrebatos pasivo-agresivos.
Creo que nadie se merece eso, y menos tus amigos. Y además, realmente no hay razón para que mantengas a tu ex en tu vida si ya tienes a gente realmente increíble en ella.
8. Tu pareja actual podría no apreciar que seas amigo de tu ex
Y por último, la amistad con tu ex puede poner en serio peligro tu relación actual o futura. ¿Quieres saber por qué? Pues porque al ser su amiga, en cierto modo inconscientemente le estás tratando como un apoyo. Y tu pareja será capaz de ver a través de eso.
Empieza por ti mismo. ¿Te parecería bien que tu pareja se llevara bien con su ex, una persona a la que una vez estuvo muy unido, tanto emocional como físicamente? Por supuesto que no. Por lo tanto, no hay razón para que tú también seas amiga de tu ex (excepto si quieres quedarte soltera para siempre).