- “Se supone que la excitación desaparece”.
Es prácticamente imposible mantener a largo plazo una relación de esas que te hacen sentir mariposas en el estómago. La mayoría de esas cosas ocurren al principio, durante la parte del enamoramiento. Pero, con el tiempo, te asientas en una relación cómoda, fiable, relajada y llena de amor. Sin embargo, eso no significa que la emoción tenga que desaparecer. El hecho de que ya no tengas nervios en la primera cita no significa que no debas sentir absolutamente nada cuando veas a tu pareja. Usted todavía puede sentirse cómodo y contento con ellos mientras que simultáneamente se siente emocionado y ansioso por verlos. - “A veces es más importante ser práctico que ser feliz”.
Si te quedas con tu pareja porque tiene sentido económicamente o porque los dos vivís juntos y sería demasiado complicado romper, no estás en ello por las razones correctas. Es importante ser práctico en la relación a la hora de comprometerse, comunicarse, pasar tiempo juntos o cualquier otra cosa que la haga más fuerte. Pero nunca debes pensar en tu vida amorosa en términos de lo que es práctico en oposición a cómo esa persona te hace sentir. - “Los dos estamos muy estresados en el trabajo”.
Toda relación va a pasar por pruebas. No siempre va a ser un picnic. Si vais a hacer que funcione como 2 adultos, os vais a enfrentar a cosas desagradables y vais a tener que hacer concesiones. Pero hay una diferencia entre enfrentarse a las dificultades juntos y culpar a las dificultades de que hayáis desconectado. Demasiadas parejas culpan a influencias externas de las razones por las que no conectan: el trabajo, las finanzas, la familia. La lista puede ser interminable. A menudo te convences a ti mismo de que es sólo una fase y que una vez que el problema del trabajo se solucione, tu relación también se arreglará automáticamente. La mayoría de las veces no es así. - “Cuando llegas a cierto punto, sabes prácticamente todo lo que hay que saber sobre una persona”.
Vas a saber más de tu pareja de lo que nunca creíste posible. Sabrás cuántas veces hacen caca al día, si babean o no cuando duermen, qué tipo de condimentos comen, con qué famoso te engañarían y su rutina diaria cuando llegan a casa del trabajo. Te sorprenderá la cantidad de detalles sobre ellos que captas sin querer. Pero nunca pienses que sabes todo lo que necesitas saber. Las personas cambian constantemente, cambian cada día. Una relación sana significa que tenéis que crecer juntos. Si no, os distanciaréis. Debes sentir que estás aprendiendo cosas sobre tu pareja cada día, por pequeñas o insignificantes que parezcan. - “No quiero molestarles con mis problemas insignificantes”.
Hay una diferencia entre estar demasiado apegado a tu pareja y necesitar que arregle todos tus problemas, y sentir que tienes un compañero con el que puedes hablar de tus preocupaciones y luchas. Una relación sólida implica a dos personas independientes que pueden funcionar por sí solas y enfrentarse a sus propios problemas, pero que saben que siempre pueden confiar el uno en el otro cuando necesitan a alguien con quien hablar o en quien apoyarse en un momento difícil. Tu pareja debe ser tu lugar seguro en los momentos difíciles. Nunca debes sentir que le molestas o le incomodas cuando necesitas hablar de algo que te preocupa. - “No es que no confíe en él/ella, es que no confío en otras personas”.
Sí, siempre existe el riesgo de que alguien ponga sus ojos en tu pareja e intente perseguirla. Ocurre. Tómatelo como un cumplido: estás saliendo con alguien que otras personas encuentran deseable. No pasa nada si esto te inquieta un poco, pero preocuparte por una infidelidad no debería consumirte nunca. Aunque no confíes en los demás, tienes que confiar en tu pareja lo suficiente como para saber que nunca haría nada y que tampoco dejaría que nadie lo intentara. Tienes que confiar en tu pareja en todos los aspectos. Si no lo haces, tienes algunas cosas en las que pensar. - “A veces hay que ser egoísta”.
El egoísmo es la muerte de las relaciones. Y no hay que confundirlo con el compromiso. Si tienes una oferta de trabajo en una nueva ciudad y le pides a tu pareja que se mude contigo, no estás siendo egoísta. Le estás pidiendo que se comprometa y te ponga a ti primero en esta ocasión. Eso está bien, siempre que sepas que funciona en ambos sentidos. No les debes nada por hacerlo, pero tienes que recordar que ellos están dispuestos a hacer sacrificios en su vida por ti y tú deberías estar dispuesto a hacer lo mismo. No se trata de ser egoísta ni de llevar la cuenta: se trata de decidir qué será lo mejor para los dos como pareja en última instancia, y estar dispuesto a ajustar tu vida en función de ello. - “Al final lo solucionaremos”.
Cuando algo te molesta o algo causa tensión en tu relación, tienes que afrontarlo. Si tú y tu pareja dejáis las cosas a un lado y evitáis hablar de lo que está causando problemas, vuestra relación se resentirá. Ser feliz en una relación no significa que no haya problemas ni conflictos. Sólo significa que tú y tu pareja sabéis sentaros, hablar y llegar a la raíz del problema. La mayoría de las veces, “ya lo solucionaremos” significa que seguirás evitando el problema hasta que surja algo más importante que acabe por cerrar el trato.