- Todo parece un mal sueño.
- Has perdido la fe en la gente porque no confías en nadie. Los ves en todos los que conoces.
- No tienes ni idea de cómo amar en este momento, y tienes miedo de amar o incluso de gustar.
- Sonríes, pero tus ojos revelan la tristeza que sientes en tu interior.
- Ocultas tus sentimientos porque temes que el coste de sentir sea demasiado alto. Con un narcisista, cuanto más mostrabas, más sufrías a sus manos.
- Te vendría bien un poco de aprobación y ánimo para ayudarte a salir de la mala nube en la que has estado metido durante tanto tiempo. Sientes que algo malo está a punto de suceder y que te llevará tiempo volver a la normalidad.
- Sientes que eres invisible porque te han hecho sentir como si no fueras nada.
- Te vendría bien que no te juzgaran, aunque hayas metido la pata. Te vendría bien un poco de paciencia y comprensión, y cualquiera que te diga que lo superes no tiene ni idea del infierno por el que has pasado.
- Todo el tiempo te sientes deprimido y ansioso. Y ese es el coste de estar con un narcisista.
- Tienes problemas de confianza porque la persona en la que más confiabas te decepcionó de la manera más grande posible.
- Pierdes tu dignidad, a pesar de que eras normal cuando llegaron a tu vida.
- Tu estado de ánimo puede cambiar en un instante. Un día, lo único que quieres es quedarte a solas con tus pensamientos, pero al día siguiente, esa misma situación puede parecerte un infierno.
- No puedes curarte solo, y necesitas mucha curación que sólo tus amigos más sinceros pueden ofrecerte.
- Tienes miedo de parecer pegajoso, dependiente e incluso demasiado emocional, así que embotellas las cosas porque te gusta guardártelo todo para ti.
- Arruinan tu sentido de la autoestima, porque, después de un encontronazo con ellos, te sentías inútil, y ni siquiera sabías quién eres.
- Necesitas protección hasta que vuelvas a encontrar tu posición. En el fondo, eres una persona fuerte, pero ahora mismo, necesitas que alguien te ayude porque es demasiado para ti.
- Ahora estás en guardia ya que no te gusta hablar de lo sucedido. Los muros que construyes te hacen sentir seguro porque necesitas protección. Sólo tú lo sabes.
- Eres muy vulnerable e intentas ocultar tu dolor, pero eso nunca funciona.
- Quieres a alguien que cumpla sus promesas. 20. Por primera vez en mucho tiempo, necesitas a alguien que te ponga en primer lugar. Te hará sentir vivo e importante.
- Tardas eones en curarte. El dolor es inevitable y lo aceptas.
- Te disculpas mucho porque intentas evitar el dolor emocional. Utilizas las disculpas, incluso cuando no son necesarias para evitar el castigo.
- Debajo del miedo hay una buena persona. Pueden amar con todo su corazón, pero ahora, tienen demasiado miedo. Hay que tener paciencia y demostrarles que las cosas malas no duran para siempre. Puede que tarden mucho, pero al final, acaban.