Romper con un narcisista no siempre significa que la relación haya terminado de verdad. Muchos narcisistas continúan con sus pautas de control y manipulación mucho después de que termine la relación. Comprender estas tácticas puede ayudarte a reconocer cuándo tu ex intenta mantener un poder malsano sobre ti. He aquí trece comportamientos habituales que los narcisistas utilizan para manipular a sus ex parejas.
1. Luz de gas
Los narcisistas destacan por hacer que te cuestiones tu propia realidad. Cuando se les confronta sobre comportamientos pasados, niegan rotundamente hechos que ocurrieron sin duda o tergiversan tus palabras hasta que te mareas de confusión.
“Eso nunca ocurrió” y “eres demasiado sensible” se convierten en sus mantras, haciéndote dudar de tus recuerdos. Incluso pueden reclutar a otras personas para que respalden su falsa versión de los hechos. Esta manipulación psicológica es especialmente dañina tras una ruptura, cuando intentas procesar lo que salió mal.
Al reescribir la historia, mantienen el control sobre tu percepción e impiden que confíes en tu propio juicio, haciéndote vulnerable a su influencia incluso después de que la relación haya terminado.
2. Distorsionar la realidad
Una vez terminada la relación, el narcisista suele lanzar un ataque total contra tu reputación. Se pone en contacto con amigos comunes, familiares e incluso colegas con historias cuidadosamente elaboradas en las que se presenta a sí mismo como la víctima y a ti como inestable o maltratador.
Las redes sociales se convierten en su arma preferida, donde publican referencias apenas veladas a tu “comportamiento alocado” o a tus “problemas emocionales” Las historias suelen contener la verdad justa para parecer creíbles, pero distorsionan la realidad de forma significativa.
Estas campañas tienen múltiples propósitos: ganar simpatía, aislarte de las redes de apoyo y desacreditar preventivamente cualquier cosa negativa que puedas decir sobre ellos. Muchos ex se encuentran de repente defendiendo su carácter ante personas que antes les respetaban.
3. Hoovering
Justo cuando crees que por fin eres libre, él reaparece de repente en tu vida. Intenta atraerte de nuevo a la relación mediante contactos aparentemente inocentes. Puede enviarte un mensaje casual del tipo “sólo estoy comprobando” o alegar que necesita tu ayuda con algo que sólo tú entiendes.
Quizá hayan tenido una crisis conveniente justo cuando estás pasando página, o de repente se acuerdan de tu cumpleaños con un regalo extravagante.
El momento no suele ser casual: a menudo perciben cuándo te estás curando y se abalanzan sobre ti para interrumpir tu progreso. Estos intentos pueden parecer inofensivos o incluso dulces a primera vista, pero son movimientos calculados para restablecer el contacto y, finalmente, recuperar el control sobre tus emociones y decisiones.
4. Tratamiento silencioso
Los narcisistas utilizan el silencio como arma para castigar y controlar a sus ex. Pueden desaparecer por completo cuando necesitas hablar de asuntos importantes, como las finanzas compartidas o los arreglos para el cuidado de los hijos. Ni llamadas, ni mensajes de texto, ni correos electrónicos, sólo un silencio ensordecedor.
Esta táctica te deja en la incertidumbre, incapaz de avanzar en asuntos prácticos. Compruebas ansiosamente tu teléfono, preguntándote qué has hecho mal, aunque la relación haya terminado.
El trato silencioso crea un desequilibrio de poder en el que ellos controlan cuándo y cómo se produce la comunicación. Cuando por fin responden, actúan como si no hubiera pasado nada, haciéndote sentir irracional por estar enfadada. Esta montaña rusa emocional te mantiene psicológicamente atada a ellos mucho tiempo después de la ruptura.
5. Chantaje emocional
“Si me quisieras de verdad, quedarías conmigo una vez más” Los narcisistas son expertos en utilizar tus emociones como palanca para conseguir lo que quieren tras una ruptura. Pueden amenazarte con autolesionarse si no respondes, o afirmar que no pueden vivir sin ti.
A veces la manipulación es más sutil: insinúan que amigos comunes juzgan tu comportamiento o sugieren que tu familia está decepcionada por cómo has llevado las cosas. Saben exactamente qué botones emocionales pulsar porque los instalaron durante vuestra relación.
Esta forma de manipulación explota tu compasión, tu culpabilidad y tu sentido de la responsabilidad. Incluso cuando reconoces la manipulación, es difícil ignorar a alguien que parece desesperado o dolorido. El narcisista cuenta con esta reacción para mantenerte emocionalmente implicado y receptivo a sus demandas.
6. Triangulación
De repente, tu ex publica fotos con alguien que se parece sospechosamente a ti: el mismo color de pelo, un estilo similar. O tal vez menciona casualmente cómo su nueva pareja “no tiene tus problemas” durante una conversación necesaria sobre el reparto de pertenencias.
Esta estrategia introduce a una tercera persona en vuestra dinámica para crear celos, competencia o inseguridad. Puede que la nueva persona ni siquiera sepa que la están utilizando como peón en este juego de manipulación.
Los narcisistas también pueden triangular con familiares o amigos comunes, contando distintas versiones de la historia a distintas personas para crear confusión y conflicto. Al mantener a varias personas implicadas emocionalmente en ellos, mantienen una sensación de control e importancia, al tiempo que evitan la comunicación directa que podría revelar su manipulación.
7. Bombardeo amoroso tras la ruptura
Puede que te envíe un regalo inesperadamente. Luego vienen las cartas sinceras recordando vuestros mejores momentos juntos. De repente, tu ex te promete terapia, crecimiento personal y todo lo que siempre quisiste de la relación.
Esta avalancha de afecto y promesas parece sincera en el momento. El narcisista puede incluso creerse sus propias promesas temporalmente, creando una actuación convincente de cambio y devoción. Sin embargo, este comportamiento suele desvanecerse una vez que siente que ha recuperado tu confianza o interés.
En el momento en que muestras vulnerabilidad o apertura a la reconciliación, vuelven a sus patrones de control anteriores. Este ciclo de afecto intenso seguido de decepción te mantiene atada emocionalmente a ellos, esperando que la versión cariñosa acabe quedándose de forma permanente.
8. Hacerse la víctima
Después de una ruptura, los narcisistas dan la vuelta a la historia, presentándose a sí mismos como la pareja desinteresada que fue cruelmente abandonada a pesar de sus enormes sacrificios. Olvidan convenientemente sus comportamientos dañinos, mientras exageran cualquier error que hayas cometido.
Las publicaciones en las redes sociales aluden a su sufrimiento sin nombrarte directamente: vagas afirmaciones sobre “mantenerse fuerte a pesar de la traición” que los amigos y la familia reconocen al instante como referencias a vuestra relación. Esta postura de víctima sirve a múltiples propósitos: despierta simpatía, les protege de la responsabilidad y te hace parecer el villano.
Muchos ex se encuentran defendiendo su decisión de irse ante amigos comunes que sólo han oído la versión distorsionada de los hechos del narcisista, lo que crea una tensión emocional adicional en un momento ya de por sí difícil.
9. Control a través de las finanzas
Pueden “olvidarse” de pagar su parte de las facturas conjuntas, obligándote a cubrirlo todo para proteger tu puntuación crediticia. O quizá retrasen la firma de documentos para transferir propiedades o cerrar cuentas compartidas. Algunos narcisistas van más allá ocultando bienes durante el proceso de divorcio o haciendo falsas promesas sobre acuerdos financieros.
Incluso pueden utilizar los gastos de los niños como excusa para mantener el contacto y el control, cuestionando cada compra que haces para los niños. Esta manipulación financiera crea problemas prácticos que te mantienen comprometida con ellos mucho después de que termine la relación emocional.
Cada interacción sobre el dinero se convierte en una oportunidad para imponer su dominio, extraer concesiones o simplemente hacerte la vida más difícil como castigo por haber terminado la relación.
10. Refuerzo intermitente
El aspecto más confuso de tratar con un ex narcisista es su comportamiento impredecible. Un día se muestran cooperativos y casi amables sobre los acuerdos de coparentalidad; al día siguiente son hostiles y amenazadores sin motivo aparente.
Este trato incoherente crea un poderoso efecto psicológico similar a la adicción al juego. Nunca sabes cuándo te tocará el “premio gordo” de un trato decente, así que sigues probando distintos enfoques para ganarte su cooperación. La imprevisibilidad te mantiene analizando sus estados de ánimo y comportamientos mucho tiempo después de que termine la relación.
Te encuentras caminando sobre cáscaras de huevo durante las interacciones necesarias, sin saber nunca con qué versión de tu ex te vas a encontrar. Esta montaña rusa psicológica mantiene su control manteniéndote mentalmente preocupada por ellos y sus reacciones.
11. Manipulación parental
Como era de esperar, los hijos se convierten en peones en el juego de control del narcisista tras una ruptura. Puede que de repente se conviertan en el “padre divertido” que se salta todas las normas y compra regalos extravagantes, haciéndote parecer estricto en comparación. O cuestionan tus decisiones parentales delante de los niños, socavando tu autoridad.
Muchos ex narcisistas sonsacan a los niños información sobre tu vida personal o tus nuevas relaciones. Pueden animar sutilmente a los niños a sentirse culpables por disfrutar del tiempo en tu casa o con tu nueva pareja. Esta manipulación se extiende también a los horarios: cancelaciones de última hora de su tiempo de custodia o exigencias de cambios en el acuerdo de custodia que les beneficien.
El bienestar emocional de los niños pasa a ser secundario respecto a ganar la lucha de poder contigo, creando confusión y conflictos de lealtad para los niños atrapados en medio.
12. Reescribir la historia
El narcisista crea una versión alternativa de vuestra relación en la que eran casi perfectos, al tiempo que minimiza o niega sus comportamientos dañinos. Olvida convenientemente las veces que traicionó tu confianza o te trató mal.
Esta historia revisada suele incluir relatos exagerados de tus defectos o errores. Los pequeños desacuerdos se convierten en grandes conflictos causados totalmente por ti en su relato. Incluso pueden atribuirse tus logros o rasgos positivos. Lo más frustrante es la seguridad con la que presentan estas distorsiones: parecen creerse de verdad su propia ficción.
Esta revisión de la historia no sólo sirve para salvar las apariencias socialmente, sino para controlar la narrativa de la relación incluso después de que haya terminado, impidiéndote confiar en tus propios recuerdos y experiencias.
13. Descartar y devaluar
La misma persona que antes te llamaba su alma gemela ahora actúa como si fueras completamente insignificante. Puede que pase de ti en los actos sociales como si fueras un extraño o que responda a las comunicaciones necesarias con una brevedad fría y despectiva. Este latigazo emocional es especialmente doloroso porque contrasta mucho con cómo te trató durante la fase de idealización de vuestra relación.
Pueden elogiar abiertamente a su nueva pareja por cualidades que criticaban en ti, o desarrollar de repente intereses de los que se burlaban cuando tú disfrutabas de ellos. La devaluación sirve para proteger su frágil ego, reforzando que te rechazaron a ti, no al revés.
Al tratarte como si no valieras nada, se convencen de que no han perdido nada valioso. Este comportamiento suele ser más extremo cuando tienen un nuevo suministro de atención y admiración, lo que hace que su indiferencia se sienta como un ataque personal.

