Las personas que prestan atención a los detalles son aquellas en las que puedes confiar para que permanezcan a tu lado y capeen el temporal. Así que, ¿cuáles son algunos ejemplos de estos pequeños actos románticos que, en realidad, dicen mucho?
En las relaciones hay que distinguir entre las personas que prestan atención a los detalles y las que no. Las primeras son personas que no suelen esmerarse en las cosas grandes, como regalos extravagantes o escapadas para ocasiones especiales, pero tampoco hacen cosas pequeñas, como cuidar de ti cuando estás enfermo o ir a recoger una receta al CVS.
Sin embargo, las personas que sí prestan atención a los detalles son aquellas en las que puedes confiar para que estén a tu lado y capeen el temporal. Son el tipo de personas que entienden que las pequeñas cosas son las que más cuentan, porque son las que haces por alguien simplemente porque le quieres, sin necesidad de una ocasión especial.
Entonces, ¿cuáles son algunos ejemplos de esos pequeños actos románticos que, en realidad, dicen mucho?
1.Escribir notas de amor.
Lo sé, ya no estamos en el instituto… pero con más razón nadie esperaría abrir un papelito con un «te echo de menos» o un «te quiero» escrito. Es gratis, fácil y se puede dejar en cualquier sitio para sorprenderle. Una forma segura de poner una sonrisa en su cara.
Sé por experiencia lo increíble que es que tu pareja haga algo así por ti.
2. Escuchar.
En una relación sana, cada miembro de la pareja confía en el otro para recibir amor, orientación y consejo. A veces, tomarse el tiempo de escuchar de verdad lo que tiene que decir, y no decir nada en absoluto, le dirá más que tus palabras.
Sobre todo para los chicos: Si una mujer se queja contigo, recuerda que significa que confía en ti lo suficiente como para expresarte sus sentimientos. No traiciones esa confianza.
3. Haz lo que él o ella quiera hacer.
Ya sea ver un programa de televisión que le guste a tu pareja, ir a ver un musical que no te guste o probar un restaurante nuevo con una cocina que no te guste, hazlo de todos modos (y ten una buena actitud al respecto).
Las relaciones se basan en el compromiso, lo que significa que a veces hacemos cosas que normalmente no haríamos para hacer feliz a la persona que nos importa. Ellos apreciarán tu esfuerzo y disfrutarán aún más de la experiencia porque la comparten contigo.
4. Envía un mensaje de buenos días.
Un texto que comienza el día de tu pareja con una buena nota no solo dice «buenos días», dice «eres la primera persona en la que pensé cuando me desperté esta mañana».
5. Haz lo que dices que vas a hacer. Sé fiable.
Fiabilidad, qué aburrido. La fiabilidad es la razón por la que compras un Toyota Corolla, no la emoción. No es glamoroso o sexy o particularmente interesante… pero ¿sabes qué? Cuando sales a la calle por la mañana y giras la llave, sabes que ese capullo va a arrancar sin inmutarse por mucho que haya pasado.
Una gran pareja romántica es alguien con quien puedes contar sin tener que preocuparte. Sabes que va a estar a tu lado cuando lo necesites.
Sabes que va a estar detrás de ti cuando necesites apoyo, a tu lado cuando necesites un compañero de equipo y delante de ti cuando necesites protección.
No tienes que preguntarte si van a hacer lo que dijeron que iban a hacer o si te van a abandonar en el último minuto, porque son de fiar.
6. Presta atención y reacciona en consecuencia. Sé reflexivo.
En las relaciones y en la vida, creo que muchos de nosotros pasamos por alto la importancia de la reflexión. La vida avanza deprisa y a menudo nos centramos tanto en nuestras rutinas diarias que perdemos de vista lo importante que es trabajar para que nuestra pareja también sea feliz.
Esto incluye aprender lo que le gusta y lo que no le gusta al otro, apoyarse mutuamente en los momentos difíciles y animarse el uno al otro en los buenos momentos.
Incluye prestar atención a los pequeños detalles y hacer cosas especiales que sepamos que le van a gustar al otro. Ser considerados nos ayuda a vivir, conectar y amar más profundamente con los demás.
7. Sé paciente con tu pareja.
La paciencia es un rasgo esencial en alguien con quien esperamos construir una relación sólida. Hace falta paciencia para aprender a conocernos y a conocer nuestras diferencias de personalidad. Se necesita paciencia para adaptarse y para ser amable mientras se adaptan.
Se necesita paciencia para tener discusiones productivas en lugar de discusiones.
La paciencia es algo que sólo nosotros podemos sentir: los demás pueden notarlo, pero si lo haces bien, nadie sabrá que estás siendo paciente porque te mantienes tranquilo y sereno todo el tiempo. Respira hondo y deja que la vida se desarrolle como debe.
8. Sé sincero.
Esta es otra de las grandes. Puede que no lo parezca, porque la honestidad debería ser una cualidad que expreses hacia todo el mundo en tu vida diaria, pero ser honesto con un hombre o una mujer que te importan demostrará que les respetas lo suficiente como para ser sincero.
Escoge tus palabras con cuidado, no expreses tu honestidad de una manera que pueda herir sentimientos, pero asegúrate de que tu pareja sepa que obtendrá una respuesta directa cuando acuda a ti en busca de una, sin importar de qué se trate.
9. Haz que tu pareja se sienta segura.
No se trata de la seguridad física, sino también de la emocional. Que los hombres disfruten protegiendo físicamente a la mujer que aman de cualquier daño no significa que no necesiten sentirse seguros también a su manera.
A algunos hombres les cuesta más que a otros abrirse emocionalmente y expresarse. Para hacerlo, necesitan saber que no van a ser juzgados por sus sentimientos. La seguridad, en todos los usos de la palabra, es importante que la sientan ambos miembros de la pareja.
10. Esté siempre dispuesto a ceder.
Aunque, por supuesto, debes ser compatible con tu compañero de equipo, eso no significa que automáticamente te gusten todas y cada una de las cosas que a él le gustan, y viceversa. Si de verdad te preocupas por alguien y por su felicidad, estarás dispuesto a observar, hacer, ver y experimentar cosas que le gusten, como ellos harían por ti a cambio.
Sin compromiso, es fácil que nuestras relaciones se parezcan a un balancín con una enorme roca a un lado, cuya distribución nunca cambia.
En este caso, la roca representa los deseos y necesidades de uno de los miembros de la pareja. Debe haber un equilibrio a partes iguales para que ambos estén contentos y satisfechos.
La satisfacción y la plenitud en una relación sólo pueden venir de forjar un vínculo fuerte con el otro. Cuando vuestros corazones laten al unísono por la noche y vuestros pensamientos se transfieren a través de una simple mirada al otro lado de la habitación. Cuando encuentres eso, comprenderás que los pequeños gestos cotidianos que construyen este vínculo son los más importantes de todos.
Como dijo Robert Brault Disfruta de las pequeñas cosas, porque un día mirarás atrás y te darás cuenta de que eran las grandes cosas.